marihuana, cannabis, cáñamo, historia
Imagen: César Mejías

La historia que no imaginaste de la marihuana en Chile: estuvimos en el top de la producción en América

La historia de la marihuana no empezó en los 60s, sino muchísimo antes, en las laderas de los Himalayas. ¿Cuándo llegó esta polémica hierba a nuestro largo territorio? ¿Por qué nuestro gobierno incentivó su cultivo? ¡Hoy te lo contamos!

Por María Jesús Martínez-Conde | 2019-07-17 | 08:36
Tags | marihuana, cannabis, cáñamo, historia
“Tanta fue la calidad de nuestro cáñamo, que llegó a ser considerado el mejor del mundo”.
Relacionadas

Chile incentivó el cultivo de la marihuana durante gran parte de su historia colonial y republicana. Sí, tal cual. Una planta venida de los Himalayas cruzó el planeta y encontró en nuestro alejado territorio, un suelo fértil para crecer. Los reyes españoles incentivaban la actividad y luego también el gobierno chileno. ¡Todos felices…! ¿Y volados? No precisamente… ¿Para qué se usaba?

Hoy en El Definido encendemos nuestra pipa (tranquilos, de tabaco), ponemos reggae de fondo y buscamos esos documentos que atestiguan el origen milenario de la cannabis sativa; su largo y dramático culebrón de amor y odio con el ser humano, es digno de una novela. ¿Cuándo comenzó esta saga? ¿Se sabe con certeza cuándo empezó a "fumarse"?

Preparen el bajón para el final, que esto se viene bueno.

Una inocente hierba de las montañas

La cannabis sativa, también conocida como marihuana o cáñamo, es una hierba inocente originaria del Asia Central, precisamente de la zona de los Himalayas, aunque hoy ya le ha dado la vuelta al mundo. Pertenece a la familia cannabaceae y es una planta anual (germina, florece y muere en un año) y dioica (tiene individuos machos y hembras).

Su interacción con el ser humano data de hace miles de años (para algunos 8 mil y para otros hasta hace unos 12.000), aunque no siempre su uso fue el que hoy se nos viene primero a la cabeza: como psicotrópico (que produce un cambio de conciencia y comportamiento).

Resulta que parte importante del hemisferio oriental de nuestro planeta, tuvo un contacto íntimo con la hierba mucho antes de que Colón llegase a América. Por ejemplo, hace 6 mil años, los chinos ya la usaban para crear fibra como materia prima para sus tejidos.

También hay relatos hindúes que cuentan cómo los dioses revolvieron un océano de leche para obtener amrita, lo que para ellos era un néctar divino, pero a cambio consiguieron cannabis. Cuando los demonios trataron de conseguir lo mismo, fracasaron, por lo que los dioses llamaron a esta hierba vijaya, que quiere decir victoria. Desde este momento originario, los hindúes creen que la marihuana es capaz de conferirles poderes extraordinarios. Uno de sus textos sagrados, llamado Atharvaveda(1500-1200 a.c), describe a la cannabis como un vegetal mágico y de propiedades curativas.

Y este también ha sido otro de sus usos milenarios, el de hierba medicinal. Los chinos ya la incluían en su farmacopea hace más de 2.500 años y su uso terapéutico está documentado en Egipto, Persia, Tíbet, Azerbaiyán, Grecia, Israel, Palestina y algunos países árabes.

El famoso historiador griego Heródoto (siglo V a.c), hizo una fascinante descripción de otro de sus usos, el ritual. El texto se refiere a un grupo de escitas que habitaba la estepa del Caspio (sur de la actual Rusia y Kazajistán):

"Del mencionado cáñamo toman, pues, la semilla los escitas impuros y contaminados por algún entierro, echándola a puñados encima de las piedras penetradas del fuego, y metidos ellos allá dentro de su estufa. La semilla echada va levantando tal sahumerio y despidiendo de sí tanto vapor, que no hay estufa alguna entre los griegos que en esto le exceda. Entretanto, los escitas gritan de placer como si se bañasen en agua rosada y esta función les sirve de baño, pues jamás acostumbran bañarse".

Pese a la existencia de este relato tan detallado de su uso ritual y psicoativo (¿escitas gritando de placer mientras se bañan en agua rosada?), nunca se había encontrado un resto arqueológico que confirmara, sin lugar a dudas, el uso concreto de la hierba para, básicamente, “volarse”. Sí, se habían hallado restos de cannabis junto a cadáveres de chamanes o grupos humanos, pero nunca de hierba fumada. Hasta ahora.

Perforando cráneos y fumándose una cosita

Tal como señala este reciente estudio publicado en la revista Science Advances, la evidencia que existe sobre el uso de cannabis para rituales, es muy limitada. Sin embargo, en un cementerio ubicado en el extremo occidental de China, en la meseta de Pamir, fueron desenterradas 30 tumbas que tienen una data de entre 2.560 y 2.370 años, y que dieron luces sobre esta práctica.

Junto a estos restos, al parecer vinculados al zoroastrismo (filosofía y religión indo-aria), hay también piedras quemadas, arpas y braseros de madera, todo en blanco y negro. Una mirada detallada dentro de estos artefactos, detectó algunos restos orgánicos que, gracias a exhaustivos análisis químicos, se comprobó que coinciden con cannabinol (CBN), cannabidiol (CBD) y cannabiciclol (CBL), tres componentes de la marihuana.

De acuerdo a los estudiosos, esto proporciona evidencia clara sobre la producción de plantas con altos niveles del compuesto activo THC (el principal componente psicoativo de la cannabis). O sea, ¡estos zoroatristas seleccionaban las plantitas más "fuertonas" y descartaban las otras! Todo para que realmente el momento ritual fuese memorable.

"Son las muestras más antiguas de cannabis fumado", dice Yimin Yang, el investigador de la Universidad de la Academia de Ciencias China y coautor del estudio, a El País. Y lo más increíble es que la forma de consumo, mediante un sahumerio (inhalación de humo sin pipa), coincide totalmente con lo relatado por Heródoto. El historiador no estaba "chamullando".

Con la música de las arpas de fondo, este grupo humano inhaló estos humos embriagadores probablemente para comunicarse con los espíritus de la naturaleza o con sus propios muertos, de manera ritual. Es más, la evidencia demuestra que varios de los restos humanos fueron sacrificados en la "fiestita", pues tienen agujeros en sus cabezas, de acuerdo a lo señalado en The Guardian.

¿Y a Chile, cuándo?

La historia de Chile sabe de marihuana, ¡y cuánto! Como vimos, uno de los usos más comunes que se le ha dado a esta hierba, ha sido como fibra, para crear cuerda, ropa o papel. Esto ya estaba extendido en Europa para el siglo XV y, obviamente, cuando los españoles tocaron nuestro suelo, se trajeron –junto a chanchos, trigo y vacas- plantas de marihuana. ¿Y por qué era tan importante tenerla en América?

Porque gracias a las cuerdas creadas a partir de cáñamo, los barcos europeos pudieron surcar los océanos; ¡la cannabis fue uno de los factores importantes para la expansión europea! Tanto así, que se calcula que Colón traía cerca de 80 toneladas de cáñamo en cada una de sus tres carabelas.

Y aquí el dato rosa: Chile fue uno de los primeros lugares de América que vio crecer plantas de marihuana en su suelo, gracias a Juan Bautista Pastene. Él fue un navegante genovés que recorrió las costas del Pacífico, quedándose finalmente en Chile como lugarteniente de Pedro de Valdivia, gracias a la entrega de una encomienda (un grupo de indios y un pedazo de tierra) en lo que hoy es Curacaví.

Con la mano de obra lista para trabajar y un suelo fértil bajo sus pies, Pastene se puso a plantar cannabis y, con su fibra, creo una fábrica de frazadas y jarcias (amarras de navegación), en 1550. Muchos campesinos de la zona central lo imitaron y así aumentaron sus opciones de comercialización en el mercado.

Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, la marihuana creció abundante en nuestros campos (con períodos de altos y bajos), y los reyes de España tenían tan bien posicionado el cultivo, que regalaban terrenos vacíos bajo la condición de que se cultivara cáñamo o lino. Se creó así una pequeña industria que generaba, por ejemplo, mechas para las armas del ejército, e incluso Chile se convirtió en el principal productor de semillas de cannabis y velas para barcos del imperio español.

Con la independencia, durante el siglo XIX, la producción de cáñamo en Chile disminuyó a causa de una crisis económica general, a la guerra y a las migraciones al norte en búsqueda de nuevas oportunidades en la minería. ¡Pero! El mismo O'Higgins fue quien reactivó y fomentó el cultivo de marihuana en nuestro país (¡quién lo diría!), gracias a que firmó un decreto llamado “Contrato de Cáñamo propuesto y aceptado por el gobierno”, que disminuía radicalmente los impuestos a su compra y venta.

Los gobiernos conservadores del mismo siglo, continuaron con este tipo de políticas, facilitándoles máquinas a aquellos agricultores que estaban instalando sus pequeñas industrias. ¡Hasta se fomentó el desarrollo de este tipo de máquinas made in Chile! Tanta fue la calidad de nuestro cáñamo, que llegó a ser considerado el mejor del mundo.

Lamentablemente, a fines de siglo empezaron a entrar fuerte a Chile las importaciones de cáñamo y, quienes habían cocinado fortunas mediante su cultivo y producción industrial, vieron cómo sus empresas sucumbían.

Ya en el siglo XX y a pesar de ciertos esfuerzos por reanimarla, el cáñamo tenía los días contados en nuestro país. En 1937, se multó su cultivo en Estados Unidos, pues se vinculó su consumo con ciertos crímenes y estados alternados de conciencia sobre los que se empezaron a generar estudios. Esto tuvo coletazos en el mundo entero, pues su comercio se ilegalizó y nacieron las mafias de narcotraficantes.

En Chile, los hippies comenzaron a fumar marihuana en los 60s, ¡jamás antes en nuestra historia se supo de personas que lo hicieran! El uso del cáñamo como fibra comenzó a ser reemplazo por el nylon, pues los pocos cultivos que quedaban en la zona central, eran robados por aquellos que vendían marihuana para uso recreativo. Finalmente, el gobierno de Salvador Allende ilegalizó la cannabis en 1973.

A pesar de que hay evidencia científica de que el consumo de marihuana produce daños cerebrales (sobre todo antes de los 18 años, donde existe un considerable riesgo de provocar depresión), su cultivo en Chile tuvo un uso muy noble en la mayor parte de nuestra historia. El cáñamo dio trabajo a campesinos, permitió que barcos surcaran los mares, vistió a nuestra gente y avivó nuestra industria. Hoy existe una fuerte discusión social y política sobre la posibilidad de su legalización, ya con otros fines, particularmente el medicinal.

¿Estás de acuerdo con la legalización de la marihuana?

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
Comentarios
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.