Hace unas semanas se estrenaba la nueva temporada de American Horror Story; la primera de siete con temática política-social y la primera que aprovecha el término "fobia" en todo su esplendor. Pero, ¿qué pasó en el camino?, ¿qué ha cambiado?, ¿qué ha hecho el showrunner Ryan Murphy para que la serie haya perdido tantos adeptos en el último tiempo?

Una cajita de horribles sorpresas

Hay que reconocer que la serie de FX trajo de vuelta el terror a la pantalla chica después de muchos años de sequía en el género. Fue el 2003 en que Ryan Murphy unió sus poderes a Brad Falchuk para Nip/Tuck (Gran serie), y nunca más se volvieron a separar produciendo, dirigiendo y escribiendo títulos como Glee, Scream Queens, y ya desde hace siete años con American Horror Story.

Para los que no cachan: cada temporada de American Horror Story es una historia diferente, protagonizada por el mismo elenco de siempre, pero distribuidos de diferente manera en el tablero. Y ahí es donde la serie ha tenido un plus, porque la reinvención llega año a año con nuevas ideas y grandes esperanzas de que si –por ejemplo– la serie no tuvo un buen balance, logre reinventarse en una próxima temporada completamente diferente al año siguiente.

Para que se hagan una idea, las historias han sido así:

Temporada 1: Murder House

Una de las mejores temporadas de la serie; sencilla, fresca, transgresora, con buenos actores y giros inesperados al final. Una historia de una casa infestada por fantasmas en pena, los cuales atormentan a los nuevos moradores de la vivienda con apariciones espeluznantes e historias súper crudas.

Temporada 2: Asylum

Otra de las buenas temporadas que nos trasladó a un asilo psiquiátrico religioso. Un contexto pasado en donde los personajes desbordaban terror, no solo por mostrar escenas perturbadoras de pacientes raros y violentos, si no que porque también se incluía ese factor paranormal (ahora bien reciclado) de relacionar las posesiones satánicas a hombres y mujeres de la iglesia católica.

Temporada 3: Coven

Esta temporada podría ser el quiebre de toda la serie al intentar cruzar el horror al que estábamos acostumbrados con el humor adolescente de Glee (mismos creadores, mismos guionistas).

Tal vez un Aquelarre de brujas tenía por objetivo atraer el público más masivo de las series de televisión; l@s jóvenes que con su fanatismo podían estirar una serie a diez temporadas solo con un buen rating semanal (al menos en esos años en que Netflix aún no acaparaba tanto la atención).

Temporada 4: Freak Show

No fue la mejor, pero tampoco la peor. La gracia de esta temporada era hacer un homenaje absoluto a Freaks (1932); un circo de rarezas humanas que iban desde niños con microcefalia hasta mujeres barbudas, pasando por malformaciones, artistas en decadencia y un payaso asesino llamado Twisty (John Carroll Lynch).

Igual esta temporada es buena en varios aspectos, sobre todos en aquellos que tienen que ver con los crossover entre una temporada y otra, y también por las historias que ocurren dentro de un circo ficticio de horrores.

Temporada 5: Hotel

La incorporación de Lady Gaga, y la "desaparición" de Jessica Lange en la serie (hasta ahora piedra angular del elenco) hizo que American Horror Story pasara a jugar con otro tipo de terror alternativo. Esta vez era un hotel que –nuevamente– incluía fantasmas, y que sumaba una condesa vampírica (Gaga) en busca de nuevos amantes, y un séquito de personajes marginados de la sociedad.

Un mensaje súper power sobre la revolución social por los derechos LGBT, el empoderamiento femenino, y otros temas que –en doce capítulos– no supieron cómo sacarle provecho mostrando más de lo mismo, aun con cinco años de experiencia.

Temporada 6: Roanoke

Esta es por lejos la temporada más débil de la serie entera, transmitida el año pasado y que contaba la historia (a modo de falso documental) de la leyenda sobre la desaparición de los colonos en Roanoke. En la mitad, la historia da un giro inesperado y se vuelve mucho más lenta. El tema del "asesinato en cámara" nunca termina de cuajar, y el elenco que ya supera más de quince personajes, continúa siendo aburrido.

Tal vez el éxito y el presupuesto de ese entonces se lo llevó American Crime History: The People v. O.J Simpson que sí tuvo una excelente aceptación por la crítica, arrasando en los Globos de Oro y catalogándose como una de las mejores series del año.

Temporada 7: Cult

Ahora estamos en el "culto". Una historia que nace a raíz de las elecciones presidenciales, y el triunfo de Donald Trump por sobre Hillary Clinton. Ahí, es donde un par de fanáticos políticos comienzan a desatar una pesadilla en un grupo de personas, sometiéndolas a sus peores fobias de forma obligada.

Hasta ahora mi opinión sobre esta temporada es regular, y es que aún no logro sacarme ese sabor amargo de Roanoke con personajes que se ven parecidos. Personalmente prefiero las historias ambientadas de AHS, o bien que eran parte de un concepto claro del terror americano.

En definitiva; ¿cuál es el problema de AHS?

En primer lugar es la idea de desaprovechar buenos personajes matándolos a media historia, y dejando los que "menos aportan" hasta el clímax final.

Creo que la fuga de Jessica Lange afectó demasiado el interés de la audiencia por ver esos personajes tan decadentes y hermosos que le tocó interpretar. Ella era la dama de oro de American Horror Story, y se nota mucho su ausencia desde hace tres temporadas.

Si Evan Peters (X-Men: Apocalipsis) o Sarah Paulson (The People v. O.J. Simpson) se llegasen a ir de la serie, no me cabe duda que las temporadas restantes se vendrían abajo en cosa de meses, y la producción sería cancelada.

Otro tema es que, si entramos a comparar la tradición de AHS (eso de tener un contexto clásico diferente en cada temporada), ahora es mucho más difícil entender "hacia dónde va cada historia", si ya en un primer capítulo se hablan de cinco cosas diferentes al mismo tiempo, en vez de contar un relato mucho más simple y directo.

El humor en una serie de terror no puede ser tanto. Y hay momentos en que uno no sabe si la serie pretende hacer un sitcom con tanta ironía de la actualidad, o efectivamente quiere hacernos pasar un susto como lo hizo por allá en el 2011 con Murder House.

Por el momento la opinión internacional ha favorecido a AHS: Culto, y de verdad espero que esa crítica alegórica sobre la histeria colectiva de la "era Trump", y de los rasgos monstruosos del sector republicano norteamericano, cuajen en algo bueno, bonito y digno de aplaudir.

Buena o mala, blanco o negro, usted decida. No hay mejor crítico que ustedes mismos.

¿Les gusta American Horror Story? ¿Qué les ha parecido la nueva temporada?