Guardianes de la Galaxia, Marvel, superhéroes, cine, estreno, películas
Imagen: Guardianes de la Galaxia Vol.2

¿Por qué amamos tanto a los Guardianes de la Galaxia?

Hoy se estrenó la secuela de las aventuras Starlord y su grupete de alienígenas. Regresando con más chistes, explosiones, lágrimas y buenas canciones. Momento necesario para que Andrés “Chaya” Muñoz de Nerdix.cl profundice los altos y bajos de esta nueva producción de Marvel Studios, junto con detallar por qué esta saga es un imperdible dentro del cine de superhéroes.

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Los 80 es quizás la más importante y exitosa serie de la televisión chilena. De la nada, todos conocimos y nos encariñamos con el clan de Juan Herrera; y pucha que sufría, el hombre. Pero había afecto, humor y construcción de una época y cultura que tocaba la fibra y el inconsciente.

Bueno, por alocado que parezca, y extrapolando las dimensiones políticas y sociales de fondo, Guardianes de la Galaxia podría ser la versión gringa, ficcionada, superheroica y cósmica de los Herrera. ¿¡Me estay!? Dirán ustedes; pues no, y en las siguientes líneas contamos las razones sobre esta cuestión y que además confirman que Guardianes de la Galaxia Vol. 2 (estrenada esta semana en la cartelera local) y su cinta original es un fenómeno interesante, diferente y único en los filmes de encapuchados.

Brindo por la familia

Si los Avengers son la pandilla de amigos winners y zorrones con dramas de carácter, los X-Men el grupo curso de ñoños rechazados y sin voz, entonces los Guardianes son la familia loser que discute y tira la talla almorzando. Y sus películas, particularmente el Vol.2, es un episodio de un suceso familiar, como sacado de un buen capítulo de Los Simpsons u otra serie de humor de los ochenta y noventas, dotándola de acción y brillantes efectos “espe-espaciales”. Siendo ellos mismos claros al respecto: no somos colegas o amigos, somos una familia, sugiere Drax en un momento. Pues si bien este era un concepto reservado en la casa Marvel para Los Cuatro Fantásticos, acá está, cinematográficamente hablando, mucho mejor logrado. Como dice el guionista de cómics Sebastian Castro: “Los Guardianes no nacen juntos, no son familia de sangre, se eligen, y esa es la clave”. Sapbe.

Por eso la presentación y el conocerse que vimos en la primera película ahora se refuerza y profundiza, descubriendo aún más los traumas y cicatrices de cada personaje, siempre desde los afectos y lazos de un padre, hija o hermano que ya no está. De una manera honesta y orgánica, no a la fuerza como sucedió con los pseudo dramas huérfano-maternales de Batman vs Superman o Capitán América: Civil War; no, con un toque íntimo y riéndose de sí mismos. A lo Guardianes. Donde la cabeza de su escritor y director, James Gunn (que partió en el género de justicieros con su “dramedia” Súper del 2010), fanático de la cultura pop y la TV de antaño, se maneja como pez alienígena en las aguas de Xandar.

¿Ya, pero qué onda con esta secuela?

Démosle: meses después de lo acontecido en Guardianes de la Galaxia Vol. 1 nos encontramos con Starlord, Gamora, Drax, Rocket y Baby Groot (porque ahora es un petizo retierno) más complementados y comprometidos por hacer, generalmente, el bien; respondiendo a llamados y urgencias interplanetarias. Vemos la complicidad romántica entre Peter (Chris Pratt) y Gamora (Zoe Zaldana), que juega con coqueteos y chistes sobre David Hasselhoff o la serie Cheers. Vemos la dura y visceral honestidad de Drax (Dave Batista, quien que se luce y destaca por sobre el resto en esta cinta); la inestabilidad e inmadurez de Rocket (Bradley Cooper) y la torpe infancia del pequeño Groot (Vin Diesel; sí, diciendo una sola frase muchas veces). Papá, mamá, hermanos y la guagua; simple.

Donde producto de dichas problemáticas, se cruzan con la reina Ayesha (Elizabeth Debicki), líder de una raza llamada “Los soberanos” y con Ego (la leyenda del cine de acción ochentero: Kurt Russell), místico viajero espacial y el supuesto padre de Starlord. Sumando las inclusiones en estos sucesos de la malvada Nébula (Karen Guillian) y de Yondu Udonta (Michael Rooker) jefe de los Ravagers, saboteadores y mercenarios, con quienes se crió Peter Quill. Y desde aquí, un bombardeo de chistes, giros y batallas que buscan engranar a este disfuncional clan de antihéroes de principio a fin. El Club de los Cinco, pero en otro sistema solar.

Que no pare la fiesta

De frentón, y a modo personal, sentenciamos que este volumen 2 no es mejor que Guardianes de Galaxia (2014). ¡Pero, ojo! Ésta no deja de ser una película muy entretenida, graciosa, sumamente emotiva y con sus puntos alucinantes que hay que ver sí o sí en cine Imax con todo. A la altura.

Convengamos también que la pega era difícil, el film original fue una apuesta y bicho raro dentro del universo cinematográfico Marvel (al igual que el thriller de espías que es Capitán América: Soldado de Invierno), que repite una fórmula buena, pero en serie, sin mayores riesgos.

Era una suerte de Star Wars musical, con un Han Solo rubio y todo un sello únicamente dedicado a la comedia y en función de su banda sonora, armada desde el walkman de Starlord (en tiempos, estructura y momentos) y el versus de un humano frente a extraterrestres que no manejaban el sarcasmo o quién era Kevin Bacon en Footloose. Muy querible, llena de citas al cine pop corn nostálgico y diferente; y lo más importante, mostrando personajes que eran realmente desconocidos para los no entendidos en historietas y viñetas, y eso, es todo un mérito luego de ver su éxito. Teniendo además para muchos la escena o batalla de cierre más sensible y bella en estas lides, cuando los Guardianes se toman de las manos luego de una evocación de la fallecida madre de Quill.

Entonces vamos con “lo bueno”

Ahora siguen las canciones, quizás no con la fuerza de antes, pero sonando Mr. Blue Sky, The Chain o Father and Son, y otros grandes temas de una era yen momentos realmente geniales; pintando un espacio en tonos fluorescentes y con personalidad propia, que como comenta Cinestro, te hace decir “este es el universo de los Guardianes, y tiene una firma” con guiños estéticos a los videojuegos arcade y lo kitsch.

También hay sorpresas, cosas que de verdad nunca antes habíamos visto en las “positivas” películas Marvel; además de personajes nuevos que funcionan (como Ego y Mantis, interpretada por Pom Klementieff); junto con una construcción de los que ya conocemos bien al hueso y fundamentada, potenciada por las buenas actuaciones. 

A su vez hay homenajes a los cómics primarios de esta saga, esa que fue publicada en 1969 y contaba con otros superhéroes. Y finalmente hay escenas post créditos, cinco para ser exactos, todo un récord, donde especialmente una calienta motores de todo el futuro fílmico del súper linaje de Marvel.

Upa… y “lo malo”

Puede que la historia sea algo débil, cosa que se perdona al ahondar bien en los rollos internos de estos cinco paladines galácticos. Pero la gran columna que conecta los hechos, es un poco difusa y frágil en argumentos.

Otro elemento bajo es la sobreexposición de la idea ochentera y sus tips, que están al límite de ser forzados y excesivos. Hay por lo demás una recarga de gritos y acción en ciertas escenas que no lo ameritaban, y que se sabe que es para satisfacer públicos más infantiles.

Cerrando, hay una sensación de que todo lo que suceda nunca esta tan terrible o grave para la Galaxia, por el arma de doble filo de tener una serie de películas próximas que conectan a los Guardianes y los Vengadores con un villano realmente peor, Thanos. Es decir, parece un capítulo extendido de un spin off que no gravita en la suma y resta, y que particularmente se centra en explotar y mostrar todo hacia el final.

Amor sideral

Entonces, ¿por qué a pesar de esto amamos a esta Guardianes de la Galaxia Vol. 2? Porque continúa con la esencia de su antecesora, esa que sin tapujos renovó al género desde el humor, la chispa y la ecuación de potenciar a la familia o a los “perdedores” (porque “pierden” seres queridos o etapas de la vida), pulsando fibras melancólicas y afectivas, moviéndose una vez más desde orfandad y los vacíos, esta vez desde la paternidad y su ausencia, cuando se enfrentan las idealizaciones con la realidad. Y bueno, porque es entretenida, graciosa, con identidad, visualmente tremenda y porque es pura y sagradamente rockera.

¿Eres fan de Guardianes de la Galaxia? ¿Cuáles son tus razones para amarlos?

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Comentarios
Paper Luis | 2017-04-27 | 21:14
1
Nota Mental: Ver Guardianes de la Galaxia vol 2 antes que sea el día del trabajo
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