Las cifras son alarmantes, basta con googlear “desperdicio alimentario” y encontrarse con miles de documentos que hablan sobre el tema y su gravedad.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el desperdicio alcanza 1,3 mil millones de toneladas por año a nivel mundial, es decir, un tercio de la producción total de alimentos no es consumida. ¡Una locura!

Cada año se pierden y desperdician alrededor de un 30% de cereales; un 40 - 50% de tubérculos, frutas y hortalizas; un 20% de semillas oleaginosas, carne y productos lácteos; y un 35 % de pescado.

Lo bueno es que es un problema que no nos deja indiferentes y que está moviendo a miles de personas para solucionarlo o al menos ayudar a disminuir estas altísimas cifras. Incluso hace poco te contamos sobre las geniales políticas públicas de Francia para evitar el desperdicio. ¡Todos los países les deberíamos copiar!

Es cierto que una buena parte de la responsabilidad del desperdicio es de la industria alimenticia, pero nosotros mismos también tenemos un rol importante. Y mientras no existan políticas públicas adecuadas para lograrlo, debemos comenzar en nuestras casas, aportando desde donde podamos para evitar que toneladas de comida terminen en la basura.

Por eso en El Definido queremos invitarte a que te sumes a la campaña de la FAO, para que este sea uno de tus propósitos para el próximo año y a continuación, te explicamos con lujo de detalles, cómo lograrlo.

Guía para principiantes

Para comenzar: una persona que evita el desperdicio de alimentos tiene que manejar algunas cifras y conceptos importantes, para contarle a sus cercanos y así sumar a más personas a esta campaña.

¿En qué consiste realmente el desperdicio de comida?

Cuando hablamos de que casi un tercio de los alimentos termina en la basura, esto no significa que en las casas estemos botando la comida como locos, sino que la pérdida se produce en distintos niveles.

Primero, en las etapas de postcosecha y procesamiento (eso es la pérdida de alimentos). Luego se producen pérdidas a nivel del comercio minorista y del consumidor, como por ejemplo tirar los alimentos que no se venden en los supermercados o que no son consumidos en el hogar, restaurantes o cafeterías (eso es el desperdicio de comida).

En Chile no hay cifras exactas sobre la pérdida y desperdicio, pero si hay algunas estimaciones. Por ejemplo, que los chilenos desperdiciamos 63,3 kg de pan al año por familia. Esto corresponde al 16,7% del consumo promedio en la población nacional.

O que al menos 140 toneladas de arroz se pierden en molinos industriales, lo que equivale a ¡9.000 porciones de arroz a la semana!

¿Y qué puedo hacer yo si no tengo nada que ver con los molinos?

Ponerlo en práctica: seguramente te has visto botando un yogurt vencido de tu refrigerador o verduras que se pudrieron esperando que alguien se las comiera y no es algo que te guste hacer, pero si la comida ya está mala, no queda otra…

Para que no te pase de nuevo, hablamos con Jonathan Espinoza, profesor de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián (USS), sede Concepción, que nos dio más detalles sobre los consejos de la FAO para lograrlo. Él ha trabajado codo a codo con la Corporación Alimentos Bio Bio Solidario que rescata alimentos para entregarlos a fundaciones. Acá van:

● Trata de no servirte grandes porciones de comida: sirve o come porciones de comida más pequeñas en tu casa y si vas a salir a comer afuera, trata de compartir el plato si las porciones son muy grandes y sabes que no te la vas a poder solo.

● Reutiliza tus sobras: ¿a quién lo le ha tocado comer el famoso lu-ma-mi de las mamás? Aprovecha de hacer un mix de las sobras del almuerzo del lunes martes y miércoles en un delicioso plato. Espinoza dice que otra buena alternativa es congelar los alimentos, por ejemplo si tienes mucho pan, carne, o incluso frutas y verduras.

● Compra únicamente lo que necesitas: si vas a ir al supermercado, haz una lista antes de ir, así no terminarás gastando de más y no te tentarás con esas galletas nuevas que no eran ricas y que finalmente terminarán en la basura porque nadie se las va a comer.

Pero si estaban a un precio irresistible, diez lechugas por $1.000 ¡las estaban rematando!

“Las ofertas muchas veces nos hacen comprar grandes cantidades de alimentos, pero al final terminan descomponiéndose en el refrigerador o en la despensa”, dice Espinoza.

● Revisa tu refrigerador y despensa: sigue la o regla primero en entrar, primero en salir. Trata de consumir los productos más viejos, para eso muévelos al frente y pon los más nuevos más atrás. Así, no quedarán olvidados por años y evitas que terminen en la basura.

● Condiciones de almacenamiento: esto es muy importante de tener en cuenta y averiguar, explica Espinoza. Hay alimentos que necesitan ciertos cuidados, por ejemplo, la mayoría de las frutas y verduras requieren refrigeración, porque así se conservan por más tiempo y los alimentos de “guarda” como las papas y cebollas, inician su proceso de brote (enverdecimiento) si están expuestas a la luz, lo que incluso puede llegar a ser tóxico para el organismo por la producción de solanina.

● Es un error botar la comida que acaba de vencer:esto ya te lo hemos contado, pero no está de más hacer un recordatorio. No queremos que te comas todo lo que está vencido, pero es importante que sepas que las empresas están obligadas a indicar la fecha de vencimiento de sus productos, pero si en la caja de cereales sale que vencen el 30/12, eso no significa que el 31/12 estarán incomibles y que te vas a enfermar de la guata si los pruebas.

Las fechas de vencimiento son “sólo sugerencias para indicar el marco de tiempo en que un alimento está en su peak de calidad, no cuando es seguro o inseguro comerlo. Es entonces para indicar un estándar de calidad y sabor del producto, no de seguridad”, explicábamos hace un tiempo.

● Compostar: algunos desperdicios de alimentos pueden ser inevitables, así que el compost es una buena alternativa. Aunque sabemos que a muchos les complica esta alternativa, pero hay iniciativas como Urbanatika, que están ayudando a que sea más fácil y cómodo.

Por el rescate y buen manejo de las alimentos

Como te comentamos antes, la USS trabajó con la Corporación Alimentos Bio Bio Solidario, para recuperar alimentos desde empresas lácteas, distribuidoras, Vega Monumental, entre otras, y entregarlos a distintas fundaciones. Esta es una de las iniciativas que rescatan alimentos en Chile y que buscan crear conciencia sobre este problema.

Durante el segundo semestre de 2017, estudiantes y docentes de Trabajo Social y Nutrición estuvieron realizando capacitaciones y trabajando con las organizaciones sociales que reciben a comida que es rescatada.

Los estudiantes de Nutrición se encargaban de asesorarlas sobre el correcto manejo y utilización de los alimentos que les llegaban. Primero realizaban un diagnóstico y luego, comenzaban con las capacitaciones sobre distintos temas que iban desde cómo realizar un correcto lavado de manos para prevenir cualquier riesgo de contaminación, a cómo evitar la pérdida de alimentos durante la preparación de éstos, por ejemplo.

Y los estudiantes de Trabajo Social colaboraron realizando talleres en las organizaciones y también en las labores de rescate de alimentos que se realiza en la Vega Monumental de Concepción.

Gracias a esta labor de la Corporación Alimentos Bio Bio Solidario este año, logró rescatar 511 mil kilos de comida que fueron repartidas en 38 fundaciones de la región. 

¿Tenemos conciencia sobre el desperdicio en Chile?

Espinoza cree que este un trabajo que el país necesita hacer, que los chilenos tenemos que tomarle el peso a la situación y comenzar a actuar. “Veo día a día el grandes cantidades de alimentos tirados en las calles de la ciudad por los vendedores de frutas y verduras ambulantes; es cosa de pasar por una feria en horas de la tarde y la cantidad de frutas, verduras desechadas y estropeadas es considerable. Al interior de los hogares, muchas veces no se hace un adecuado manejo de los alimentos, lo que finalmente terminan en la basura”, asegura.

Pero todo indica que vamos por buen camino, porque a mediados de año, se conformó un comité nacional para para la prevención y reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos. Se trata de un grupo interdisciplinario (FAO, Ministerio de Agricultura, la corporación Red de Alimentos, la Universidad de Santiago de Chile y la organización Cadenas de Valor Sustentables) que trabajará en áreas de investigación para cuantificar alimentos desperdiciados, incidir en la generación de marcos normativos que prohíban y regulen el desecho de alimentos y además promoverán campañas de difusión para concientizar a los consumidores.

¿Te sumas a este propósito para el 2018?