Olvidos casuales, dificultad para resolver problemas e incluso para hacer ciertas cosas, desorientación, más adelante dificultades para hablar, cambios de humor y pérdida de juicio: el Alzheimer es una enfermedad que socava nuestra calidad de vida.
En Chile, es la sexta causa de muerte y afecta al 3,57% de nuestra población, lo que se traduce en más de 179 mil hogares. ¿Qué podemos hacer?
El Ministerio de Salud planea diseñar una política pública que permita atender a las personas con demencia, considerándola como una enfermedad crónica degenerativa. Para ello, puso a disposición una consulta ciudadana respecto de lo que será el Plan Nacional de Demencia que está próximo a dar conocer sus resultados.
En tanto, el rol de quienes cuidan a personas con Alzheimer también es fundamental, por lo que hay que poner atención en su formación tanto profesional como en brindar herramientas autodidactas para familiares. El Director Nacional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), Rubén Valenzuela, comenta:
“Ellos son un pilar fundamental y por eso, nosotros como institución desarrollamos una serie de programas que permitan capacitar y otorgar espacios de respiro a quienes están dedicados a esta tarea. Además hemos impulsado la creación de Centros Diurnos que permitan retrasar el deterioro cognitivo y la dependencia de las personas mayores”.
Los Centros Diurnos o Centros Día también pueden ayudar a prevenir, retrasar o cuidar enfermedades como el Alzheimer. Estos lugares ofrecen una alternativa con lo mejor de ambos mundos para los adultos mayores: diversas actividades, amistades y asistencia durante el día en un centro, combinado con la cercanía familiar, pues vuelven a sus casas en la noche y los fines de semana.
Caja Los Andes ha construido varios de estos centros, buscando mejorar la calidad de vida en la tercera edad. Cristián Pizarro, Gerente de Asuntos Corporativos de la institución, señala que lo que se busca es generar conciencia y prevenir enfermedades, por lo que para el caso del Alzheimer y otras necesidades de los adultos mayores, se han enfocado en crear múltiples programas que se imparten en sus propios Centros Día, los que según Cristián ”buscan mantener la autovalencia física y psico-cognitiva de nuestros afiliados y la comunidad en general, con el objetivo de evitar la fragilidad y posterior dependencia, ya que sabemos que enfermedades tan graves como esta, afectan no sólo a quienes la padecen, sino que a toda la familia”.
Por su parte, la doctora y vicepresidenta de la Corporación Profesional Alzheimer y otras Demencias (COPRAD), Andrea Slachevsky destaca que “si bien aún no disponemos de cura para esta enfermedad, es posible y necesario mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Para ello es clave la atención sociosanitaria que incluye el Plan Nacional de Demencia del MINSAL, el que propone cambios fundamentales en múltiples ámbitos, para asegurar una atención acorde a las necesidades de las personas con demencia y sus familias”.
Pero además de las clásicas terapias, en el mundo han surgido nuevas alternativas para tratar este deterioro cognitivo con música, fútbol y poesía, que están obteniendo exitosos resultados y podrían aplicarse en el país.
Más allá de tratar las enfermedades mentales que puede generar el envejecimiento, también hay maneras retrasar su avance. El SENAMA y la COPRAD recomiendan algunas actividades para disminuir el riesgo del Alzheimer y otras demencias en la vejez. ¿Qué se debe hacer?
1. Mantener las actividades sociales: reunirse o escribirse con amigos y familiares, asistir y participar en actividades grupales, acudir a un club o agrupación de mayores.
2. Mantener la actividad intelectual: realizar actividades que nos interesen como leer, escribir a diario, informarse, participar en juegos de mesa o de estrategia y adquirir nuevas habilidades como pintura, cocina, computación, etc.
3. Alimentarse de un modo saludable: consumir al menos 5 unidades de frutas o verduras frescas al día, preferir el consumo de carnes blancas (pescado o aves) y carnes rojas sin grasa; aumentar el consumo de legumbres, cereales, palta, aceite de oliva, aceitunas, nueces, almendras y maní; disminuir el consumo de sal y azúcar y tomar suficiente agua (alrededor de 2 litros al día).
4. Realizar ejercicio físico: caminar, andar en bicicleta o realizar otros ejercicios por 10 a 30 minutos (ojalá todos los días) y realizar actividad física entretenida, como bailar, jardinear o hacer gimnasia grupal.
5. No fumar.
6. Beber alcohol con moderación: hasta 2 copas de vino al día.
7. Mantener un peso corporal adecuado.
8. Controlar las enfermedades crónicas con un médico: tales como hipertensión arterial, diabetes, depresión y otras. Ojo, que hay que evitar automedicarse.
9. Dormir bien: evitar el uso de drogas para dormir.
10. Pasarlo bien: porque la alegría es un signo de buena salud.