eutanasia, paciente, vida, muerte, ley, debate
Imagen: César Mejías

Eutanasia: lo que necesitas saber para conversar sobre el tema

Cada día se habla más sobre la eutanasia y va creciendo el número de países donde es legal. Pero ¿entendemos realmente de qué se trata? En El Definido te explicamos el término, la situación en Chile y sobre los países donde se permite.

Por Romina Diaz | 2018-08-20 | 07:00
Tags | eutanasia, paciente, vida, muerte, ley, debate
“En estos dos últimos años se han acrecentado las migrañas, han cambiado, son más frecuentes, y se acompañan de confusión mental, no hay medicamento que sirva, no existe médico que te pueda ayudar… Mi cuerpo ya presenta fallas multisistémicas” (Carmen Jofré, chilena que pide la eutanasia).
Relacionadas

En febrero de este año la encuesta Cadem reveló que el 68% de los chilenos está a favor de la eutanasia. Pero ¿cómo podemos decidirnos sobre un tema que incluso a los doctores les cuesta determinar? Aquí te ayudamos a comprender el término, para que puedas tomar una postura de manera informada.

¿Qué es la eutanasia?

La Organización Mundial de la Salud define a la eutanasia como un acto deliberado realizado por una persona con la intención de terminar con su vida sin dolor, o no prevenir la muerte por causas naturales en casos de enfermedad terminal o el coma irreversible de otra persona. El término proviene de la expresión griega para "buena muerte".

Por algún dolor físico o mental insoportable, las personas que piden la eutanasia adelantan su muerte porque saben que su situación es irreversible.Así es el caso de Carmen Jofré (54), una chilena que hace 24 años que padece de fibromialgia (dolor y sensibilidad muscular generalizados) y desde entonces ella misma ha tratado de terminar con su vida más de una vez.

“Lo he intentado casi todo, científico y holístico, y hasta ahora cada día empeoro. En estos dos últimos años se han acrecentado las migrañas, han cambiado, son más frecuentes, y se acompañan de confusión mental, no hay medicamento que sirva, no existe médico que te pueda ayudar… Mi cuerpo ya presenta fallas multisistémicas”, relata Jofré en un grupo de Facebook que hizo especialmente para que se legalice este procedimiento en Chile.

Carmen no tiene una enfermedad terminal, pero la fibromialgia le puede durar para toda la vida, porque no tiene cura. Casos como el de ella o de personas que piden la eutanasia por padecer una enfermedad terminal son varios. A algunos solo les espera la muerte, la que a veces tarda más de lo que les gustaría.

Normalmente es la misma persona enferma la que pide la eutanasia, pero cuando el paciente está demasiado grave o en coma, por ejemplo, la decisión final podría ser tomada por sus familiares, su médico o incluso los tribunales, dependiendo de la legislación de cada país.

Sin embargo, la medicina no siempre tiene las respuestas de lo que va a ocurrir. Un doctor no siempre sabe con exactitud si la persona no se recuperará ni cuánto tiempo le queda de vida. Tampoco se puede definir el nivel de sufrimiento de una persona. Para esto es necesario recurrir a algunas definiciones, por ejemplo, cómo se determina cuando una persona padece de una enfermedad terminal.

Académicos del Hospital Clínico Universidad de Chile explican que “la literatura ha definido como enfermo terminal a quien padece una condición patológica grave, de carácter progresivo e irreversible que no tiene opciones de tratamiento al momento del diagnóstico. El enfermo terminal tiene un pronóstico fatal en un plazo breve, descrito como menor a seis meses. Esto debe ser determinado en forma precisa por un médico experto”.

Algunos ejemplos de estas enfermedades terminales son: cáncer en etapa de cuidados paliativos (tratamiento para mejorar solo los síntomas), insuficiencias severas de órganos vitales, estado vegetativo, disnea (respiración deficiente) severa refractaria a tratamiento, entre otros.

Eutanasia activa y pasiva

Hay distintos casos y maneras de llevar a cabo este proceso. La eutanasia activa es en la que el médico profesional u otra persona deliberadamente pone fin a la vida de una persona. Siempre bajo la voluntad del paciente y una normativa que lo regularice.

Este es el tipo de eutanasia que pide Carmen Jofré. Ella cuenta que sus síntomas se hacen más insoportables. Partió solo con dolores de espalda y después otros problemas se fueron sumando como colon irritable, infección urinaria, dolores de cabeza, neumonías, múltiples dolores físicos y además distimia, que es un tipo de depresión crónica.

Pero también hay casos donde se deja de aplicar el tratamiento necesario para mantener a un paciente con vida o no se sigue buscando tratamientos, a petición del paciente. Esta es la eutanasia pasiva.

Entonces, cuando esta difícil decisión ya está tomada, se apagan las máquinas que mantenían a un paciente con vida, se desconectan los tubos que se encargan de proporcionar alimentación, no se llevan a cabo operaciones ni se le da medicamentos que tengan el objetivo de prolongar la vida de la persona con una enfermedad terminal.

Voluntaria, no voluntaria e involuntaria

Cuando la persona que está gravemente enferma, es la que decide y pide que se ponga fin a su vida, se habla de eutanasia voluntaria. Sin embargo, cuando no está consciente o es incapaz de decidir, como un bebé o una persona con alguna discapacidad mental, funciona distinto.

En esos casos, se trata de eutanasia no voluntaria, porque es un externo quien toma la decisión. Por ejemplo, cuando se decide desconectar a una persona que está en coma, y que se cree que no despertará o presenta muerte cerebral (cese irreversible de la función del encéfalo).

Y la eutanasia involuntaria, que ocurre en muy pocos casos. Es cuando una persona elige vivir, pero se termina con su vida de todas maneras. Se suele considerar asesinato pero es posible que haya casos donde se está pensando en beneficio del paciente, como explican en la BBC.

Por ejemplo, en casos de guerra, como la siguiente situación. A un soldado le llega una explosión de proyectil, lo que lo deja sufriendo mucho. Le ruega al médico del ejército que le salve la vida, pero el doctor sabe que morirá en diez minutos pase lo que pase. Como no tiene analgésicos, decide evitarle más dolor y le dispara. Puede haber situaciones muy excepcionales, por lo que la ley no siempre sigue un estricto protocolo, sino que analiza caso a caso.

Limitación del esfuerzo terapéutico (LET)

La distanasia o ensañamiento terapéutico consiste en la utilización de todos los medios posibles, proporcionados o no, para prolongar artificialmente la vida de un paciente terminal. Es decir, lo opuesto a eutanasia.

La limitación del esfuerzo terapéutico (LET) trata de evitar esto. Este tipo de eutanasia siempre ha existido aunque no haya una ley que lo permita, al menos en Chile. Es cuando, por decisión del paciente o de la familia, no se aplican medidas avanzadas con propósitos terapéuticos en personas que sufren una enfermedad con un mal pronóstico.

La ley que regula los derechos y deberes de los pacientes en Chile, establece que las personas diagnosticadas con una enfermedad terminal pueden rechazar algunos tratamientos que tienen el objetivo de prolongar sus vidas. Por ejemplo, esto ocurre en los casos de gente con cáncer en etapas avanzadas en que llegan a un punto donde se deja de buscar tratamientos, como explican en la Sociedad Americana contra el Cáncer.

Según los expertos, la diferencia entre eutanasia pasiva y LET, sigue en discusión, ya que en ambas se deja de buscar tratamientos para seguir tratando de mantener al paciente con vida. La diferencia está en que la eutanasia pasiva, además de dejar los tratamientos, incluye el desconectar a un paciente de lo que lo está manteniendo con vida, como ventilación mecánica que le permita respirar.

¿Y qué es el suicidio asistido?

Brittany Maynard era una joven de 29 años de California que optó por el suicidio asistido luego de ser diagnosticada con cáncer cerebral. El primero de noviembre del 2014 puso fin a su vida con medicamentos recetados por su médico. “Después de meses de investigación, mi familia y yo llegamos a una conclusión desgarradora: no hay un tratamiento disponible que pueda salvar mi vida, y los tratamientos recomendados habrían destruido el tiempo que me quedaba”, escribió.

Llevaba un poco más de un año de casada cuando le diagnosticaron cáncer cerebral. Su vida y la de su familia se transformaron en estadías en el hospital y consultas con los médicos. Desde que le informaron sobre su enfermedad comenzaron las cirugías y los esfuerzos para detener el crecimiento de su tumor, pero lamentablemente nada funcionó.

Y, en vez de continuar con tratamientos desgastantes o esperar la muerte bajo cuidados paliativos, prefirió buscar otra opción. “Yo no quería ese escenario de pesadilla para mi familia, así que empecé a investigar sobre la muerte con dignidad”

Se trata de otro tipo de eutanasia, en la que la persona se suicida con ayuda de un tercero, por ejemplo, entregándole los medios necesarios para que ella misma termine con su vida voluntariamente.

En la eutanasia activa el doctor se encarga de poner fin a la vida del paciente, en cambio, en el suicidio asistido la misma persona es quien solicita una dosis de una droga letal y se la auto-administra.

Hay algunos países como Suiza donde solo se permite esta forma de eutanasia y en 2014 se registraron 742 casos de suicidio asistido. En ese país solo se pueden prescribir medicamentos letales, pero el paciente es quien se lo debe administrar. La eutanasia activa sigue siendo ilegal para evitar casos donde un tercero pueda tener otras motivaciones egoístas de tipo personal o económicas.

El suicidio asistido también se permite en Bélgica, Luxemburgo, Holanda y en los estados de Oregón, Washington, Montana, Vermont y California, en Estados Unidos. Aunque en algunos estados hay legislaciones más restrictivas que otras, en los cinco mencionados se permite este procedimiento, ya que consideran que la auto-administración de dosis letales es un derecho de los enfermos terminales, no así la eutanasia activa.

Las dos posturas

Quienes están a favor de la eutanasia argumentan principalmente que cada uno tiene derecho a decidir sobre su propia muerte. Que, al ser un asunto privado en el que no hay daño a terceros, el resto no tiene derecho a interferir.

Otros dicen que la eutanasia se justifica porque el hecho de que la propia persona elija el momento y la forma en que pondrá fin a su vida, la hará más feliz. En el caso contrario, tendría que soportar el dolor de su enfermedad y vivir la angustia de esperar a una muerte dolorosa, dependiendo de cuál sea su enfermedad.

También está el argumento de quienes aseguran que la eutanasia sí ocurre en muchos casos, sin estar regulada, bajo el criterio de los doctores. Por ejemplo, cuando no se sigue buscando tratamientos para pacientes por los que ya se ha hecho bastante y su enfermedad terminal los sigue deteriorando. Entonces, dado que la eutanasia continuará ocurriendo, aunque sea ilegal, ellos dicen que sería mejor legalizarla y regularla para evitar abusos, como desconectar a alguien de un coma que podría ser reversible.

Quienes están en contra, argumentan principalmente que no hay forma de regular adecuadamente la eutanasia. Esto porque los doctores no siempre pueden determinar que es imposible que una persona se mejore de una enfermedad que haya sido pronosticada como terminal.

Otros dicen que con cuidados paliativos adecuados, la eutanasia se hace innecesaria, ya que se puedes tratar los síntomas para que el paciente no sufra. “En la actualidad, la clave para luchar contra la eutanasia y el suicidio asistido, es cuidar mejor a los enfermos y los moribundos. La dignidad de los enfermos no puede ser borrada por la enfermedad y el sufrimiento”, dicen algunos defensores de la eutanasia.

También se dice que la eutanasia voluntaria podría significar el comienzo de una mala práctica que conduce a la eutanasia involuntaria y al asesinato de personas que se consideran indeseables. Por ejemplo, en el caso de gente de la tercera edad que esté en mal estado de salud y sus familiares no quieran seguir pagando sus gastos médicos. Es decir, no buscar los mejores intereses del paciente.

¿En qué países está permitida la eutanasia?

Holanda en 2001 se transformó en el primer país en legalizar la eutanasia y el suicidio asistido. Desde ahí que el número de países que ha adoptado esta medida ha ido aumentando. A marzo de este año hay seis países (Holanda, Bélgica, Colombia, Luxemburgo, Canadá e India) que permiten la eutanasia activa, junto con ocho estados de Estados Unidos.

Desde que se legalizó en Holanda, alrededor de 2.300 personas deciden someterse a este proceso anualmente. En 2016 se registraron 6.091 casos oficiales de eutanasia, lo que equivale al 4% del total de muertes.

Algunos de los requisitos que exige el país son: definir que el paciente no tiene perspectivas de mejora, tener el diagnóstico de por lo menos dos doctores, que el deseo de morir sea voluntario, el paciente no puede ser influenciado por otros ni padecer de una enfermedad mental o estar bajo el efecto de alguna droga. En Holanda también se permite la eutanasia en menores de edad pero deben tener más de 12 años y el consentimiento de sus padres, hasta que cumplan 17 años.

El único país donde se permite la eutanasia, a cualquier edad, es Bélgica. Aunque en el caso de los niños que tienen una enfermedad terminal (que les causa una incomodidad extrema), solo se puede hacer si los padres, médicos y psicólogos están de acuerdo. En los últimos dos años, se han registrado tres casos niños murieron por la eutanasia asistida. "No hay edad para el sufrimiento", dijo el presidente de la Comisión Federal para el Control y la Evaluación de la Eutanasia, Wim Distelmans, quién además agregó que "afortunadamente, la eutanasia entre los jóvenes sigue siendo muy excepcional".

Estos menores tenían 9, 11 y 17 años y los tres padecían enfermedades terminales: distrofia muscular, tumores cerebrales y fibrosis quística. En los tres casos, la comisión encargada de evaluar las solicitudes en el país, aprobó estas eutanasias por unanimidad.

¿En qué está Chile?

En Chile varias personas han solicitado que se legalice la eutanasia, como Carmen Jofré, quien a través de un grupo en Facebook escribe constantemente argumentos para que la interrupción voluntaria de la vida sea permitida en Chile. “Le digo al Gobierno de Chile.....no se sientan suicidas por permitir la eutanasia... más bien piensen que empatizan con una causa solicitada por personas con pésima calidad de vida y que la pedimos a gritos. Cada uno de nosotros sabrá cuando es el momento”, dice Carmen.

El pasado 7 de agosto la Comisión de Salud de la Cámara Diputados aprobó la idea de legislar respecto al proyecto de ley sobre eutanasia. Este busca modificar diferentes artículos de la Ley 20.584 que regula los derechos y deberes de los pacientes, de manera que se permita la interrupción voluntaria de la vida.

Por ejemplo, la ley actual afirma que un paciente en estado terminal puede rechazar ciertos tratamientos sugeridos para no prolongar su vida, pero no puede elegir terminar con su vida ni que lo desconecten de las máquinas que lo mantengan vivo.

En el proyecto se detallan los requisitos que se exigirían para solicitar la eutanasia en Chile, los que por ahora son: ser mayor de edad, que la enfermedad terminal sea diagnosticada por dos médicos, estar completamente lúcido al momento de pedirla y manifestar libremente la decisión.

Además, si el paciente no está en condiciones de expresar claramente su voluntad, puede dejar un testamento que estipule claramente en qué caso se le debe aplicar la eutanasia, lo que no sería válido en menores de edad.

Temas tan complejos como este, generan debates interesantes, que es necesario iniciar para que como país podamos tener una postura al respecto. Casos tan dramáticos como el de Carmen Jofré y de muchos otros chilenos que han solicitado la eutanasia, hacen que sea válido cuestionarse la alternativa de darle a todas estas personas la posibilidad de tomar la difícil decisión de ponerle fin a su vida. Sea cual sea el resultado final del proyecto en el Congreso, informarnos siempre debe ser el primer paso.

¿Cuál es tu postura frente al tema?

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
ESTADÍSTICAS: APOYO A FRASES DE ESTE ARTÍCULO
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
Comentarios
Fernando Figueroa | 2018-08-20 | 10:10
0
Es súper importante que junto con legislar sobre eutanasia exista asociadamente la extensión de los programas en manejo del dolor y cuidados paliativos.
Actualmente sólo están para aquellos pacientes con cáncer y no se consideran las fibromialgia, artritis, artrosis, neuralgias y un sinfín de patologías acompañadas de mucho dolor crónico
responder
denunciar
apoyar
Buen aporte Fernando, sin duda es uno de los desafíos venideros. Gracias por tu comentario.
responder
denunciar
apoyar
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.