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Imagen: César Mejías

El VIH/sida salió del top ten de enfermedades más mortales, ¿por qué?

¿Cuáles son los grandes desafíos para encontrar su cura total? Los contagios aumentan aún en muchos lugares del mundo y es una enfermedad grave que debemos seguir combatiendo.

Por María Jesús Martínez-Conde | 2017-04-07 | 12:24
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Pese a que nivel internacional se anunció este año que el VIH/sida ya no se encuentra entre las enfermedades más mortales, el presidente de la corporación Sida Chile afirmó esta semana que ésta y otras enfermedades se transmisión sexual, se encuentran "fuera de control". Que sea una enfermedad menos mortal, no quiere decir que no sea peligrosa; en esta nota te aclaramos todas tus dudas.

A inicios de este año, una rimbombante noticia nos sacudió de nuestro escritorio: el VIH/sida había salido del ranking de las 10 enfermedades más mortales del mundo, de acuerdo a un informe de la OMS respecto a cifras del año 2015. Por lo menos en Chile, desde hace unos cinco años atrás, escuchamos cada vez con más frecuencia que el VIH/sida es una enfermedad que "ya no mata" y que “va en retirada”. El problema ante estos juicios, es que se toman menos precauciones, los métodos de prevención se relajan y todos creen que, si el día de mañana se contagian, podrán tener la enfermedad bajo control.

Hoy en El Definido quisimos hacernos cargo de este mito presente en las discusiones de sobremesa, mostrar las estadísticas de la OMS, pero también recalcar que el VIH/sida no está en retirada, sigue presente y mata alrededor de 1,1 millones de personas anualmente. Se reducen las muertes, pero no así los contagios. ¿Existe tratamiento? Sí, y es exitoso. ¿Se trabaja en la cura total? Sí, y arduamente, pero aún se encuentra muy lejana.

Adiós al top ten de enfermedades más mortales

En enero de este año, la OMS publicó un artículo en que, de acuerdo a cifras de 2015, el VIH/sida ya no se encuentra entre las diez enfermedades más mortales del mundo. La demencia y el alzheimer lo desplazaron del séptimo puesto.

Hoy, lo más probable es que nos muramos de una cardiopatía isquémica o de un accidente cardiovascular, los que sumados se llevan 15 millones de vidas al año. Estas son las otras enfermedades de la lista:

OMS.

¿Y qué pasó con el VIH/sida? El año 2000 figuraba en el séptimo puesto con 1,5 millones de muertes al año, mientras hoy esos fallecimientos bajaron a 1,1 millones. A continuación te contamos los detalles.

¿Cómo ataca el VIH y qué es el sida?

Antes de cualquier explicación, mira este video:

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un microorganismo que ataca nuestro sistema inmune, lo debilita y lo hace vulnerable a “infecciones oportunistas”, que se aprovechan del mal estado de nuestro sistema. El sida es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida que se produce una vez que nos hemos infectado de VIH y se desencadenan en nuestro cuerpo este tipo de infecciones. Es por esta razón que un paciente puede ser seropositivo (presentar VIH en su sangre), pero no tener sida.

Ahora, unos breves tecnicismos, para poder entender los límites del tratamiento:

El objetivo del VIH son los linfocitos CD4, un tipo de células de nuestro sistema inmune que se encargan de producir anticuerpos para combatir infecciones. Pero el VIH no es cualquier virus, sino que es un retrovirus, que posee un genoma (ARN) que es capaz de entrar en los linfocitos CD4 y replicarse en el ADN propio de nuestras células. En pocas palabras, el VIH es capaz de transformar nuestros a linfocitos -fábricas de anticuerpos- en fábricas de virus. Una vez desencadenado este proceso, el VIH se expande por el cuerpo, mermando nuestro sistema inmune.

Exitoso tratamiento, un arma de doble filo

Una cosa es clara: el VIH/sida no tiene cura, pero sí tratamiento. Se trata del tratamiento antirretroviral (TAR), cuyo objetivo es impedir que el virus se reproduzca (a través del uso de medicamentos), aumentado la esperanza de vida de la persona, evitando que la enfermedad progrese, manteniendo las defensas altas y minimizando las probabilidades de contagio hacia otras personas (no así impidiéndolo).

Gracias al éxito que han tenido estos medicamentos desde 1995-1996, hoy se puede suprimir el virus momentáneamente en el cuerpo de una persona infectada, pero siempre con el riesgo de que vuelva a aparecer en cualquier momento. Así y todo, probablemente el descubrimiento de estos medicamentos es uno de los logros más importantes de la medicina en el último siglo.

De ahí que los índices, presentados recientemente por la OMS, hayan bajado tanto. El VIH/sida es hoy una enfermedad crónica, que puede acompañarnos por toda la vida. De acuerdo a Douglas Richman, director del Centro para la Investigación del Sida de la Universidad de San Diego, “afortunadamente el VIH ya no supone una sentencia de muerte. Ya no hay miedo, y esto, que es positivo, hace que en ocasiones no se tomen medidas de prevención como se hacía hace años y siga habiendo más casos de VIH de los que debería”.

El VIH/sida se puede controlar, lo que nos alegra, pero esta buena noticia es un arma de doble filo, pues las prevenciones se relajan.

¿Y por qué no existe la cura total del VIH/sida?

La respuesta a esta pregunta tiene que ver con el funcionamiento del virus en nuestro cuerpo. Cuando el VIH entra al organismo e infecta a los linfocitos CD4, no todos lo reproducen activamente, sino que algunos –infectados- se mantienen en reposo. Estos son los famosos reservorios de VIH latente. Lo que sucede, es que el tratamiento puede reducir la concentración de VIH a niveles bajísimos en las células infectadas que se encuentran produciendo el virus activamente, pero estos reservorios son imposibles de rastrear. Entonces el VIH se mantiene ahí agazapado, en reposo, pero también presto a desencadenar su reproducción en cualquier momento.

En el año 1997, y cuando se comenzaba a hablar de la "cura total" del VIH/sida, los científicos descubrieron la existencia de estos reservorios, lo que desanimó a muchos estudiosos del tema. Y ésta es la razón principal de por qué, a más de treinta años de la detección del primer caso de VIH/sida, la ciencia no ha sido capaz de encontrar una cura. Así, si nos contagiamos de VIH en algún momento de nuestra vida, lo tendremos por siempre, aunque nunca desencadenemos el sida y lo mantengamos siempre a raya a través del TAR. He ahí la importancia de ser consistente en el tratamiento.

El paciente de Berlín

Pero frente a este gran obstáculo, los científicos, médicos e investigadores no se han rendido, y continúan buscando una salida al problema.

Una de las grandes esperanzas reside en el llamado “ paciente de Berlín”, prácticamente el único caso conocido hasta ahora de una persona que se ha curado totalmente de VIH. En 2007, Timothy Ray Brown cumplía 30 años desde que le habían diagnosticado el virus, cuando le dio leucemia y tuvo que ser sometido a tratamiento: radiación para matar células cancerosas y células madre, y trasplante de médula de un paciente sano. No sólo se curó de la leucemia, sino también del VIH, lo que dejó a sus médicos desconcertados.

Sucede que el donante tenía una rara mutación genética llamada delta 32, que hace inmunes sus células a la infección del VIH. Así, las nuevas células inmunes atacaron a las originales, pues se produjo algo común llamado “enfermedad de injerto de huésped”. Por otra parte, la radiación ayudó a matar a todas las células ya infectadas con el virus. Como resultado, Timothy quedó totalmente sano.

Actualmente, varios científicos intentan replicar este caso en monos, en la Universidad de Emory (Atlanta), aunque hasta ahora no han tenido éxito.

El sueño de la ciencia: eliminar los reservorios de VIH latente

El día en que se publique el estudio que asegura que se encontró la forma de eliminar los reservorios, se dará el paso definitivo en la cura del VIH/sida, y ya hay varios estudios encaminados. Uno de los últimos, publicado por la revista Nature, señala el descubrimiento de una proteína –la CD32a- que permite identificar a estas células inactivas.

La particularidad de CD32a, es que es una proteína que se deposita en la superficie de los linfocitos CD4 infectados con VIH latente, y los identifica respecto a otros, siendo un verdadero marcador. Gracias a un complejo procedimiento, los investigadores del Instituto de Genética Humana francés, fueron capaces de hacer relucir esta diferencia, y darse cuenta que en aquellas células que están produciendo activamente VIH, esta proteína no se expresa.

Lo más increíble es que, utilizando un anticuerpo que se pega a CD32a, estos investigadores pudieron extraer, por primera vez en la historia, reservorios de VIH latente en muestras de sangre de personas infectadas.

El estudio sigue en curso y la siguiente etapa será probar el procedimiento en pacientes de distintas etnias, géneros, edades y etapas de desarrollo de la enfermedad.

El camino ha sido largo y tortuoso, y se ha llevado la vida de millones de personas, por eso es importante realizarse el Test de ELISA (disponible en todos los establecimientos de salud públicos y privados), que diagnostica el VIH, y tomar las precauciones pertinentes a la hora de tener relaciones sexuales (aquí más información). Sin embargo, este tipo de descubrimientos dan una luz de esperanza a todos aquellos que hoy viven con VIH y esperan, en un futuro próximo, poder abandonar definitivamente el tratamiento (TAR) al comprobar, con ilusión en un examen, que por fin dejaron de ser seropositivos.

¿Eres consciente de esta problema? ¿Te has realizado el Test de ELISA? ¿Tomas las precauciones?

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Comentarios
Fernando Koch | 2017-06-24 | 10:36
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Nunca habrà una vacuna si se basan en las investigaciones en un agente causal mal caracterizado...erròneo. He ahì el gran problema del SIDA.
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