Hillary Clinton, Estados Unidos, Presidencia, Clinton, Ddemócratas, América
Imagen: César Mejías

Hillary Clinton: los hitos de su carrera que le juegan a favor y en contra

A lo largo de sus más de 40 años de trayectoria, la ex Primera Dama, ex Senadora y ex secretaría de Estado se ha perfilado como un agente de cambio político en EE.UU. Ha sido asociada como una figura plagada de escándalos por parte de la derecha,y por la izquierda, como una política defensora de Wall Street y los grandes intereses económicos.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2016-08-01 | 07:00
Tags | Hillary Clinton, Estados Unidos, Presidencia, Clinton, Ddemócratas, América

Durante la Convención Republicana que se celebró la semana pasada en la ciudad de Cleveland, los delegados republicanos mencionaron con más entusiasmo el nombre de Clinton que el de Trump, pero no en un sentido positivo, sino que coreando una y otra vez: "Lock her up", es decir "enciérrenla" o " que se vaya a la cárcel ".

Esta semana por otro lado, hemos podido presenciar también cómo delegados de Bernie Sanders, su competidor durante las primarias demócratas, han abucheado el nombre de Hillary Clinton en repetidas oportunidades durante la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia, inclusive cuando en medio de un acto con sus delegados, el mismísimo Sander llamó a apoyarla,

Sin embargo, Hillary, una figura emblemática dentro del Partido Demócrata recibió cerca de 17 millones de votos durante la primarias de 2016, y es considerada por muchos como la más relevante mujer en la historia política del país.

Entonces, ¿por qué Hillary Clinton genera tantas pasiones encontradas?

Un icono progresista

La trayectoria política de Hillary Clinton ha estado llena de desafíos y éxitos, teniendo un currículum que cualquier persona envidiaría, especialmente considerando que sus inicios en la vida pública ocurrieron en una época en donde la mujer aún se encontraba relegada a un rol más doméstico que público.

No por nada, en su discurso del lunes pasado en la convención demócrata, la primera dama Michelle Obama, reconoció el rol que ha jugado Hillary Clinton a la hora de abrir el espacio público a las mujeres. Al mismo tiempo,el Presidente Obama ha asegurado en numerosas oportunidad que "nunca ha habido alguien más preparado para ocupar la presidencia de EE.UU".

Tras graduarse como abogada en la Universidad de Yale, siendo una de las 17 mujeres de su proporción, Hillary trabajó en el Children’s Defense Fund, donde luchó contra la encarcelación de menores de edad y la falta de diversidad en las escuelas.

Como Primera Dama de Arkansas (su esposo Bill Clinton fue gobernador de este estado entre 1978 y 1992),  impulsó un programa que daba recursos a padres con bajos ingresos para favorecer la educación inicial de los niños; ejemplo que utiliza con frecuencia en su campaña para argumentar que siempre ha defendido los intereses de los niños y las familias.

También, como Primera Dama de ese estado, Hillary Clinton asumió como directora de la Arkansas Educational Standards Committee en 1982, en donde intentó reformar el sistema de educacional del Estado, sosteniendo un largo y exitoso enfrentamiento contra la Arkansas Education Association. Esto, con el fin de establecer una evaluación obligatoria para profesores y fijar los estándares para los currículos y tamaño de las clases, esfuerzos que le significaron ser nombrada ArkansasWoman of the Year (mujer del año de Arkansas) en 1983 y Arkansas Mother of the Year (madre del año de Arkansas) al año siguiente .

Al finalizar el gobierno de su esposo, Hillary se convirtió 
 en la primera Primera Dama de EE.UU. en ocupar un
cargo de elección popular, al ser electa senadora por
el estado de Nueva York(2000-2008).

Cuando su esposo Bill Clinton se convirtió en Presidente (1993-2001), Hillary ejerció el puesto de Primera Dama de manera diferente a lo acostumbrado, teniendo un marcado rol político en la administración, ocupando incluso una oficina en el Ala Oeste (West Wing, el área donde se toman las decisiones de gobierno) de la Casa Blanca, centrando  además su agenda en los temas de acceso a la salud y los derechos de la mujer.

No por nada, durante la campaña de 1992, Bill incluso llegó a afirmar que al elegirlo a él, la nación “tendría dos por el precio de uno”, dejando claro el papel prominente que su esposa asumiría en su presidencia.

A comienzo de 1993, el Presidente la puso al frente del comité de Reforma Sanitaria Nacional, con la esperanza de replicar el éxito que tuvo en Arkansas con la reforma de educación. Sin embargo, el plan fracasó rápidamente al no recibir apoyo suficiente en el Congreso. Pese al traspié, Hillary se perfiló como una figura prominente de las causas progresistas, al mismo tiempo que los republicanos y conservadores comenzaron a asociarla con políticas estatistas y moralmente decadentes.

Recordado es su discurso de 1995, como la Primera Dama  antes de la Cuarta Conferencia Mundial
 sobre la Mujer en Beijing, en donde argumentó con vehemencia contra los abusos de
 las mujeres en el mundo y en China, declarado que "ya no es aceptable discutir los
 derechos de la mujer de forma separada de los derechos humanos".

Durante el resto del gobierno de Bill su rol fue importante a la hora de sacar adelante reformas sociales, como la aprobación del State Children’s Health Insurance Program (Programa de Seguro Médico para Niños del Estado), que proveía asistencia gubernamental para niños cuyos padres no podían pagar la cobertura médica, y la creación de la Oficina de Violencia contra la Mujer.

Además de los temas domésticos, como Primera Dama Hillary Clinton tuvo un rol internacional enfocado en la defensa de los derechos humanos, especialmente los relacionados a las mujeres. Tarea que mantuvo una vez al frente del Departamento de Estado (equivalente a la Cancillería), en el primer periodo del gobierno de Obama (2009-2013), en donde dedicó gran parte de sus esfuerzos en defender los derechos de las mujeres, los niños y las minorías alrededor del mundo.

Hillary Clinton fue la  primera ex Primera Dama en servir en el Gabinete del país al ejercer como
secretaria de Estado, cargo en el que impulsó un giro en la política exterior de EE.UU,
después de los años de George W Bush, apostando al multilateralismo y el “poder inteligente”
 en donde apostó por la combinación de la fuerza militar del país con sus capacidades económicas,
 la ayuda al desarrollo, y la tecnología a la hora de afirmar los valores y el liderazgo estadounidense.

Un escándalo tras otro

Pese a todos sus logros, a lo largo de sus más de cuatro décadas de vida pública, su historia también se ha visto enfrentada a numerosos escándalos. 

Y es que tanto Hillary como Bill no han podido escapar nunca de la polémica. A comienzos de los 90', enfrentaron una investigación judicial por el caso de Whitewater: la investigación de un negocio urbanístico fallido en los 70' y 80' en Arkansas, en donde se revelaron una serie de préstamos ilegales, favores políticos y beneficios. Por esto, algunos colaboradores fueron a prisión, pero contra la pareja presidencial nunca se levantaron cargos.

En relación a aquel caso a comienzos de la administración de Bill, ocurrió el suicidio de Vicente Foster, consejero de asuntos legales del Presidente Clinton. Su muerte levantó las sospecha, en la media que este asesor podía tener información desconocida e incriminatoria sobre el caso Whitewater, algo que investigaciones posteriores descartaron.

Por otro lado, durante el escándalo más famoso de los Clinton, el caso Lewinsky, el nombre de Hillary se vio involucrado, al defender a su esposo y considerar toda acusación como “una conspiración de la derecha", lo que resultó no ser verdad. El caso terminó por reforzar la idea, especialmente entre los conservadores, que los Clinton eran una pareja que estaban por encima de la ley y que podían cometer delitos como la obstrucción a la justicia, dar falso testimonio bajo juramento y salir ilesos.

Teoría que se ha reforzado en los últimos tiempos con la salida a la luz pública de los casos de Bengasi y de los emails, durante sus años como secretaría de Estado.

El primero de los casos hace referencia al ataque que sufrió el consulado de EE.UU en Bengasi, Libia, el 11 de septiembre de 2012, que significó el fallecimiento del embajador estadounidense, Christopher Stevens, y otras tres personas que trabajan en la sede diplomática. Quienes cuestionan la gestión de Clinton frente a dicha crisis, afirman que hizo caso omiso a las alarmas desde el recinto diplomático para mejorar la seguridad. 

El asunto significó una comparación de 11 horas frente a una comisión de la cámara de representantes y la admisión por parte de Hillary Clinton de su responsabilidad política por el incidente. Sin embargo, no se pudo establecer su responsabilidad directa.

Durante la Convención Nacional Republicana la madre de uno de los muertos en el incidente en
Bengasi,  culpó directamente a Hillary Clinton  por la muerte de su hijo.

El segundo caso está relacionado con el uso de un servidor privado y una cuenta privada de correo electrónico por parte de Hillary Clinton para los asuntos oficiales del Departamento de Estado, evitando así usar el servidor del Gobierno, tal y como lo exigen las normas de seguridad interna.

Clinton reconoció que usaba su cuenta por una cuestión de comodidad, tal y como lo habían hecho secretarios de Estado anteriores, acción por la que tuvo que pedir disculpas públicas por lo que consideró como un "error".

El asunto que fue investigado por el FBI, el cual reprendió el comportamiento de Hillary Clinton, pero no presentó cargos criminales en su contra.

Hillary Clinton eliminó 30 mil de 60 mil correos electrónicos intercambiados durante sus cuatro años
como secretaria de Estado porque eran "de naturaleza personal". En la foto, su comparecencia ante
la comisión de 2015 de la cámara de representantes que investigaba el incidente en Bengasi.

Cuestionamientos desde la izquierda

Desde el progresismo más duro la figura de Hillary Clinton es vista con desconfianza, en gran medida producto de su intima relación con Wall Street y el mundo financiero, llegando a obtener solo en 2013, $3 millones de dólares en discursos privados pagados por bancos como Morgan Stanley, Goldaman Sachs, Detusche Bank y UBS, acorde con la lista que su misma campaña publicó.

En su actual campaña presidencial, la banca y el mundo financiero no se ha quedado abajo y la campaña de Hillary Clinton ha acaparado el 53% de las donaciones hechas por ejecutivos de Wall Street, una cifra muy por encima de lo recibido por su rival republicano.

Por otro lado, su ONG, la Fundación Clinton que lleva adelante con su esposo e hija, ha aceptado 68 millones de dólares de donantes multimillonarios con estrechos vínculos con gobiernos extranjeros y empresas estatales. Esto ha levantando las sospechas de supuestos conflictos de interés, y de inconsecuencia política, porque mucho de ese dinero proviene de países como Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, lugares en donde los derechos de las mujeres y las minorías son suprimidos.

Además de su compleja relación entre su carrera política y el dinero, desde los sectores de izquierda (y recientemente alguno de derecha también) han cuestionado su visión en la política exterior de su país y el rol que EE.UU. debe jugar en el mundo, considerándola como demasiado intervencionista. 

Esto en gran medida se justifica por su apoyo como senadora a la resolución que autorizó la intervención militar en Irak en 2003 (decisión que luego lamentaría), y su apoyo como secretaría de Estado a la intervención por parte de la OTAN en Libia, que terminó con la salida del poder de Muammar Gaddafi.

También son conocidas las diferencias de opinión que tuvo con el Presidente Obama en relación a Siria, mientras Clinton apoyaba una intervención militar decidida para sacar a Bashar Al Asad y armar a la oposición, Obama prefirió tomar una posición más cauta, y no intervenir directamente.

Una larga carrera bajo el ojo público

La aceptación de su nominación en la convención demócrata la semana pasada, es hasta ahora, el punto más alto de su carrera política de más de 40 años, marcada por la búsqueda de avances sociales, por su estrecha relación con el status quo, y por una gran trayectoria de aciertos y desaciertos políticos.

Está por verse si este 8 de noviembre logrará convencer a la gente en seguir confiando en ella para sacar adelante los cambios y mejoras que EE.UU. necesita, o si por el contrario, el hecho de llevar tantos años bajo el escrutinio público, producirá que la gente prefiera una alternativa diferente.

¿Y tú, apoyas a Hillary o no?

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
ESTADÍSTICAS: APOYO A FRASES DE ESTE ARTÍCULO
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
Comentarios
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.