Estás comiendo salchichas con puré en la cocina, no te gusta el puré y le alegas a tu madre que está haciendo un crucigrama en la esquina de la mesa, pero cuando te responde, notas algo raro en ella, parece estar más joven de cómo la recuerdas, debe tener unos 30 años y tú te pones de pie y te miras en el espejo del baño (que extrañamente es igual a un baño de lujo que conociste una vez en un hotel cinco estrellas) ¡y eres una niña de diez años! Esperen… hay algo raro en esta historia, ésa niña no eres tú y ese baño ni se acerca al de tu casa... ¿estarás soñando?
Esta es precisamente la reacción que tienen algunos de los afortunados soñadores lúcidos que existen en el mundo; están viviendo una experiencia en carne y hueso, perciben el olor a puré en caja, su sabor rancio y el típico olor de la cocina de su infancia. La experiencia tiene todas las características de ser algo real, sin embargo, hay algo que no les cuadra: ¿no tenía yo 33 años?, ¿Mi mamá se hizo la cirugía? ¿Y de dónde sacó plata para este baño de mármol? Entonces hay un momento de racionalidad asociado, aunque estén durmiendo profundamente: “¡esto no puede ser real, es un sueño y puedo controlarlo!”. De aquí en adelante, la imaginación es el único límite.
La experiencia del sueño lúcido es el arte de estar consciente de que estás soñando y tener la capacidad de tomar decisiones que guían tu vivencia hacia donde quieras dirigirla. Bastante interesante, pues en este escenario podrías ser quien quisieras, estar donde desearas, acompañado hasta por quien ya ha muerto y, además, ser capaz de hacer lo que se te ocurra. Es decir, una experiencia total y sin limitaciones. Tal como afirma el maestro lama tibetano Tarthang Tulku Rinpoche, “los sueños, siendo una gran reserva de conocimiento y experiencia, son a menudo no considerados en su calidad de vehículos para explorar la realidad” y, por supuesto, nuestra imaginación es parte de esa realidad oculta y tan poco investigada.
Durante estas experiencias, los privilegiados soñadores lúcidos cuentan con la confianza de que, hagan lo que hagan, nada les va a suceder, ya que se encuentran soñando; pueden escalar enormes montañas, tirarse al vacío o luchar contra bestias voraces, nada alterará su destino, sus cuerpos están a salvo durmiendo en cómodas y confortables camas. Si experimentamos la experiencia del sueño de manera distinta a como nos enfrentamos a nuestra realidad cotidiana, tendremos la maravillosa oportunidad de ser totalmente invencibles y explorar el mundo de una nueva manera.
El tema no solamente es una curiosidad o un tema tratado por astrólogos o esotéricos lectores del destino, los sueños han sido tema de análisis científico durante mucho tiempo, con profesionales de diversas disciplinas interesados en su estudio: antropólogos, especialistas en neurociencias, psicólogos y psiquiatras. No es menor el hecho de que los seres humanos pasemos la tercera parte de nuestras vidas durmiendo y, de esa porción de nuestras vidas, una tercera parte soñando. Es decir, pasamos un noveno de la totalidad de nuestras vidas soñando en un universo paralelo, utilizando nuestra imaginación y nuestra experiencia de vida para crear los más fantásticos escenarios. Algo aprenderemos de todo eso…
De acuerdo a los psicólogos colombianos María Claudia Munévar, Andrés Manuel Pérez y Eugenia Guzman, la particularidad de los sueños lúcidos es la capacidad del soñador de poder manipular el sueñohacia donde se desee y de manera deliberada, gracias al desarrollo de una habilidad autorreflexiva, la que es inherente a nuestra capacidad cognoscitiva (es decir, de conocimiento) y está presente, por ejemplo, también en algunos estados de meditación.
Durante los sueños lúcidos, se activa el sistema nervioso central del soñador tal como si estuviera en estado de vigilia, pero se encuentra paradójicamente dormido. En algunas pruebas realizadas a este tipo de soñadores, se ha detectado la activación de habilidades viso-espaciales, imaginación, bajos niveles de estrés, experiencias místicas y un excelente equilibrio. Además, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Lincoln, Inglaterra, los sueños nos vuelven personas más creativas y perspicaces cuando estamos despiertos.
La gran mayoría de la gente no son soñadores lúcidos; pueden tener sueños espectaculares y recordarlos al despertar, pero mientras dormían no eran conscientes de que estaban experimentando un sueño, por lo tanto, tenían miedo de hacer cualquier cosa que los pusiera en riesgo. ¿Es posible aprender a tener sueños lúcidos? La respuesta es "sí", existen varias técnicas y modos de inducción que han sido investigados por la ciencia y que, con cierta práctica, podrían convertirte en un soñador lúcido.
Pero primero, echemos un vistazo a un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience y liderado por Ursula Voss, de la Universidad de Fráncfort. Ella encontró la manera de inducir sueños lúcidos a partir de la estimulación por corriente eléctrica del cerebro. Las pruebas fueron realizadas en 27 jóvenes sanos que jamás habían tenido la experiencia de un sueño lúcido. El grupo durmió en el laboratorio y dos minutos después de alcanzar la fase REM (la fase del sueño en la que existen movimientos oculares), recibieron una corriente eléctrica baja, de 2 a 100 Hz, en el lóbulo frontal durante treinta segundos. Otros no recibieron corriente.
Los resultados fueron que las frecuencias gamma de 40 Hz potenciaron la aparición de sueños lúcidos en un 77% del tiempo; las corrientes de 25 Hz, obtuvieron lucidez en un 58% y los jóvenes que no recibieron corriente no presentaron sueños lúcidos. A modo de conclusión, Voss asegura que en un estudio de 2009, ella había descubierto que durante la experiencia de sueños lúcidos, se producían ondas en la zona frontal del cerebro de entre 30 y 40 Hz, de ahí el desarrollo de este nuevo estudio que finalmente confirmaría su teoría.
De acuerdo al estudio, estos resultados podrían ser utilizados, por ejemplo, para inducir sueños lúcidos en quienes sufren de pesadillas o, inclusive, estrés post-traumático. La aplicación de esta débil corriente eléctrica podría así ayudar a miles de personas que sueñan con experiencias traumáticas en las noches, en donde se repite una y otra vez la historia de, por ejemplo, un abuso, un robo con violencia o simplemente una mala vivencia que las persigue. Entonces, estarían bajo el control de la situación en un sueño lúcido, evitando las pesadillas conscientemente.
Tal como los sueños lúcidos pueden ser inducidos por corriente eléctrica, también existen técnicas más caseras y simples que, si eres persistente y las practicas, podrían ayudarte a evitar pesadillas o a explorar el mundo de los sueños de manera consciente y sin limitaciones. Veamos algunas de ellas:
Parte por escribir un diario de sueños: Despertar todas las mañanas y, antes que se te olvide lo que soñaste, escribirlo en un cuaderno, te ayudará a estimular tu subconsciente y a ejercitar tu memoria. Si no tienes ganas de escribirlo a mano, regístralos en tu computador o, inclusive, en la grabadora de tu celular.
Aprende a reconocer los signos o pistas: Tal como si fueses un investigador privado, mientras sueñas puedes reconocer pistas que te indiquen que lo que estás viviendo, definitivamente no es real, sólo se trata de estar un poco más consciente. Reconoce: lugares del pasado, personas del pasado, cambios bruscos de escena o simplemente situaciones bizarras.
Técnica MILD: Esta técnica consiste en que si despiertas sorpresivamente en medio de un sueño (a la mayoría nos ha pasado), intentemos recordarlo inmediatamente de la forma más detallada posible. Entonces, mientras te vuelves a quedar dormido, repítete a ti mismo “voy a dormir, voy a soñar, voy a recordar” o “estoy en control de mis sueños”, la idea es que cuando te quedes dormido, entres en el sueño de manera lúcida.
Chequea la realidad: Puede sonar un poco estúpido, pero es una de las técnicas que puede funcionar; realiza periódicamente durante el día pruebas para determinar si estás o no soñando. En los sueños, tal como en la realidad, das por sentado que estás despierto, pero estás equivocado, así que no te confíes. Algunos ejemplos de técnicas de chequeo de la realidad: mira un reloj, luego míralo dos minutos después, lee algo, mira hacia otro lado y luego vuelve a leerlo, o bien, apaga y enciende interruptores de luces (estas acciones en los sueños pueden tener resultados locos e irracionales que detectarás). Quizás tu familia crea que te estás volviendo loco, ¡pero persevera! Con el tiempo se te hará costumbre y, de pronto, lo harás también en sueños.
Medita: Hay quienes postulan que la meditación es una técnica para entrar en los sueños lúcidos, no vas a estar dormido pero, si practicas con regularidad y eres persistente, podrías llegar a tener experiencias bastante semejantes.
-Ten mucha paciencia: No se trata de un proceso automático, la mayoría de las personas que siguen este entrenamiento tardan meses o años en tener su primer sueño lúcido. El mejor consejo es que seas persistente ya que te estás entrenando en una nueva forma de percibir la realidad.
Los sueños lúcidos son experiencias mucho más comunes de lo que crees y hay varios personajes famosos que han declarado tener este privilegio de soñar de manera consciente mientras duermen.
Salvador Dalí decía que muchos de sus extravagantes y oníricos cuadros eran inspirados por sus sueños lúcidos. Este maestro del surrealismo declaraba usar una técnica llamada “incubación de sueños”, la que le ayudaba a crear un itinerario antes de ponerse a soñar. Tenía las coordenadas de su viaje nocturno listas antes de meterse a la cama, luego sólo exploraba el mundo de sus sueños.
Guillermo del Toro, director de El Laberinto del Fauno ,ha contado que desde su niñez ha sido un soñador lúcido, lo que lo ha llevado a recorrer fantásticos escenarios como los que aparecen en su película. Así, se aprovecha del encuentro con fascinantes creaturas para diseñar sus personajes.
Elias Howe, un pionero en el desarrollo de la máquina de coser, se encontró con un gran bache mientras creaba una maquinaria que automatizara el proceso de confección de ropa: ¿cómo podía mantener el hilo pasado permanentemente por la aguja? Entonces recurrió a sus sueños lúcidos y explorando este mundo paralelo, encontró la solución mecánica.
Nikola Tesla, uno de los más grandes inventores de los Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX, ingeniero eléctrico y además físico, recurría también a esta técnica para visualizar soluciones, tanto mientras estaba despierto como cuando dormía.
Tal como estos hombres se vieron beneficiados gracias al desarrollo de una habilidad inherente a nuestra capacidad cognoscitiva, cualquier ser humano podría aprovecharlo. Sólo basta tener ganas, ser paciente y perseverante.