La tecnología y la modernidad, si bien han aportado enormemente a facilitar nuestras vidas, lograr históricos avances científicos y resolver problemas que se creían imposibles, también han influido en que cada día creemos nuevas necesidades (y malos hábitos) que antes no existían, por el simple hecho de querer que todo sea lo más fácil, cómodo y rápido posible.

Este sistema de vida actual, en el que estamos corriendo todo el día, con la cabeza a mil por hora, conectados a todo tipo de aparatos tecnológicos, pero casi imposibilitados a tomarnos una pausa; ha generado que el nivel de individualismo sea preocupante, y que la paciencia –esa que se dice que es la madre de la ciencia– sea hoy una cualidad casi inexistente.

No aguantamos un segundo sin tocar la bocina si el auto de adelante se tardó un poco en avanzar en la verde. Cambiamos rápidamente el notebook o celular que anda más lento. No soportamos hacer filas, tampoco que nuestro pedido tarde 5 minutos en llegar, o simplemente que las cosas no resulten a la primera y como nosotros queremos. ¿Por qué? Porque detestamos perder tiempo. Todo esto está provocando que seamos cada día más intolerantes, mal genio, sedentarios y que todo sea cada vez más desechable.

En esta problemática se basó el alemán Matthias Laschke de la Universidad de las Artes de Folkwang, quien decidió diseñar objetos que en lugar de darnos mayor comodidad, hicieran todo lo contrario. ¿Cómo? Creando “diseños con cargo de conciencia” que buscan hacer más difícil complacer aquello que hace daño, como el sedentarismo, el derroche de energía, la incapacidad para ahorrar, la mala alimentación, entre otros malos hábitos; para evitar el hedonismo.

Y si bien aún hay pocos diseños a la venta, la gente la gente se ha mostrado interesada, porque aunque sean realmente molestos, como una piedra en el zapato, como dice Laschke, estos diseños son “alborotadores placenteros”, y funcionan porque cambiar un hábito no es fácil. “Por eso lo que hago o investigo es incómodo, porque el cambio de comportamiento lo es". Y lo más importante es que todos sus diseños se basan en la decisión. Ninguno obliga a la persona a actuar de tal manera, si no que sólo la ayuda a tomar conciencia.

Incentivando el pedaleo

Uno de los diseños de Laschke se llama "Key Moment", que es un portador de llaves en el que se puede colgar la llave del auto a un lado y la del candado de la bicicleta al otro. Entonces, si tomas la llave del auto, la de la bicicleta se cae, por lo que te obliga a agacharte y a detenerte a pensar si de verdad quieres o si vale la pena ir en auto al trabajo.

Entonces nadie te obliga a tomar la bicicleta, incluso puedes burlar el sistema al intercambiar la ubicación de las llaves; pero como mencionamos antes, la idea no es obligarte a usar el auto, sino a que tomes conciencia de que es mejor y más sano andar en bicicleta, aunque sea algunos días.

Laschke cuenta a la BBC que "había salido un estudio en el cual se reiteraba que uno de los grandes problemas era la inactividad de la población, y recomendaba reconsiderar la manera en la que nos desplazamos al trabajo. Eso me hizo pensar que lo mejor sería confrontarse todos los días con esa decisión, porque cotidianamente se nos olvida hacerla (…) Sabemos que si yo limito tu autonomía, tu respuesta es no querer usar el aparato. Por eso, tanto elkey momentcomo todos los otros artilugios que creamos 'entienden' que no todos los días vas a querer tomar la decisión correcta".

El ascensor mentiroso

Otro invento de Laschke es el "Intervator", un ascensor que abre sus puertas en un piso más abajo del que quieres para que subas las escaleras. Nuevamente aquí puedes marcar el piso sexto si quieres el quinto y se acaba el problema, pero como dice el diseñador, lo que importa no es si haces trampa o no, sino que tomes una decisión.

"No queremos manejar tu vida. Para hacer todo más tolerable usamos este elemento para decir, por un lado, puedes hacerle trampa al sistema,pero no puedes hacértela a ti mismo. Por otro lado, hay demasiados objetos en este mundo para cambiar el comportamiento y son tan estrictos, que nuestra perspectiva al diseñar es siempre respetar el libre albedrío del usuario".

El molde de cocina que hace que lo light sea una opción

El aparato se llama "El pastel 50:50" y es un molde que permite hacer un pastel con un lado dietético y el otro no, pero de manera que todas las tajadas tengan de los dos lados, en mayor o menor proporción, para darte la decisión a ti de resolver por qué parte comenzar a comer.

"Así uno reflexiona sobre sus hábitos alimentarios, las alternativas y demás. Y al final, uno puede tomar sus decisiones inteligentes", explica Laschke, agregando que “esa es nuestra interpretación de lo que es tomar una decisión: debemos darte todas las opciones y toda la libertad de elección, de otra manera, te estaríamos forzando

Chocolates para ejercitar la fuerza de voluntad

Laschke creó una máquina dispensadora de bombones de chocolate o dulces en general. Debes introducir los dulces en el aparato y éste te entregará uno sólo cada 40 o 60 minutos (un tiempo conveniente para que la ansiedad o la sensación de hambre se elimine) y además te dará la opción de decidir si comértelo o devolverlo a la máquina. Y un marcador irá llevando la cuenta de tu desempeño.

El diseñador cuenta que "este es un trabajo que hice con un psicólogo, no un diseñador. Lo que quería era hacer un objeto basado en la teoría psicológica conocida como Agotamiento del Yo. La idea es que el autocontrol y la fuerza de voluntad se valen de recursos mentales que son finitos. Algunos expertos comparan la fuerza de voluntad con un músculo que se puede fatigar si se usa en exceso”, entonces explica que esta máquina vendría siendo como “una máquina para entrenar el músculo de la fuerza de voluntad”.

La lámpara dormilona

Está la lámpara de lectura que se llama “Forget me not” (No me olvides). Al encenderla, la lámpara se empieza a cerrar lentamente como una flor, oscureciendo y regulando la luz con el tiempo. Al tocar uno de los pétalos, la luz se vuelve a abrir y brilla nuevamente, generando así conciencia en el usuario de la cantidad de energía que está usando y si es verdaderamente necesario mantenerla encendida o no.

Otros ejemplos

Matthias tiene una página web que se llama: Pleasurable Troublemakers (alborotadores placenteros) y su slogan es “lee esta mierda”. Aquí se pueden ver todos sus diseños que tienen como fin, crear conciencia en el usuario sobre malas prácticas, incentivando de pasada la fuerza de voluntad y los buenos hábitos.

Además de los diseños anteriores, cuenta con una “cortina de ducha calendario” que te incentiva a ahorrar agua a través de una especie de pantalla que está conectada a la cortina y que funciona como calendario en el que puedes ir midiendo tu uso diario de agua. Al encender la ducha, debes tocar un botón y aparecerá un punto en la cortina, el que se irá disminuyendo hasta desaparecer cuando ya hayas gastado 60 litros de agua, cantidad más que suficiente para una ducha.

Otro es la “Oruga que nunca tiene hambre”, que consiste en un alargador conectado a una “bolsa que respira” y que al enchufarlo al aparato eléctrico como el televisor, alerta al dueño sobre el desperdicio de energía con dispositivos que están en espera (dado que nunca están realmente apagados si siguen enchufados). Tiene tres modos: respira lentamente si el consumo de energía es normal, como cuando el televisor está encendido, y comienza a girar con torpeza cuando está apagado, para alertarte de que sería bueno que desconectes el enchufe porque sigues gastando energía innecesariamente. Y cuando está desenchufado, se queda “dormido”.

Y así tiene varios otros. Pero no es el único diseñador que está haciendo este tipo de cosas. En Canadá, está Darryl Agawin ofrece una silla incómoda que se tambalea,obligando al usuario a hacer ejercicio mientras está sentado. También existe una aplicación que "roba" dinero de tu cuenta bancaria, para obligarte a ahorrar, creada por el startup estadounidense Digit.

¿Crees que estos diseños funcionen? ¿cuál de ellos te gustaría tener?