En el último gran derbi español, Real Madrid vs Barcelona, la ausencia de quien fuera uno de sus protagonistas durante décadas, se sintió en las galerías, las butacas e incluso en la cancha. El mismísimo Carles Puyol, uno de los jugadores más importantes de la historia del Barcelona FC y de la Selección Española (retirado en 2014), prefirió ausentarse del magno evento e ir al funeral de los jugadores de la Asociación Chapecoense de Fútbol, fallecidos luego del trágico accidente ocurrido en Colombia.

Puyol antepuso el ir al funeral de este pequeño equipo brasilero, en vez de estar en el partido que, junto con la final de la Copa del Mundo, cuenta con más espectadores en el planeta: 650 millones de televidentes en 186 países y más de 650 periodistas acreditados. Cualquier fanático del fútbol sabe la pasión que se vive en este encuentro donde las mismas cifras avalan su importancia. Mejor aún lo sabe Carles, quien protagonizó más de 30 clásicos con la “blaugrana”. Pero decidió ir en nombre de la familia del fútbol y del Barça a despedir a sus colegas futbolistas y dar una frase de aliento a los desolados familiares y amigos de las víctimas.

Tomamos su caso como un ejemplo. Competidores como Carles Puyol son aquellos que inspiran a sus mismos compañeros de equipo, futuros jugadores e incluso a la hinchada. Éstos últimos aprecian no solo la capacidad técnica de los jugadores, sino también sus valores humanos como el fair play, nobleza, compañerismo, etc., recordándolos aún más, tanto dentro de una cancha de fútbol como en distintas situaciones cotidianas de la vida, lo que los convierte en verdaderos ídolos.

Fue el mismo “Puyi” el que, cuando el Barcelona FC ganó la Champions League 2011, le cedió la jineta de capitán al francés Eric Abidal, quien ese año había sufrido un durísimo cáncer que puso en jaque su futuro como futbolista, para que fuera éste último el primero en alzar la anhelada ”Orejona”. Este acto altruista, junto a muchos otros gestos realizados por uno de los mejores defensas de la historia del fútbol, ponen de manifiesto la gran calidad humana y los altísimos valores arraigados en este ídolo del fútbol mundial.

El talento en lo relativo a la técnica y la gran capacidad física en un deportista, son sin duda atributos diferenciadores en la alta competencia. Pero existen elementos más allá de estas condiciones, que llevan al deportista a trascender, transformarse en una leyenda y ser un ícono para un club, una ciudad y un país entero: la calidad humana y el respeto a los valores. En todo orden de cosas, estos dos elementos, son los verdaderos diferenciadores en una persona, aquellos que te llevan más lejos y que hacen posible dejar una marca imborrable que perdura más allá de los 90 minutos de la euforia futbolera.

Nadie dice que Puyol sea perfecto o infalible, no exageremos. Sin embargo, tiene un ingrediente diferente que no solamente lo hace un ídolo más respetable, sino que nos inspira. Así como tantos otros destacados deportistas… ¿a cuál tienes ahora en mente?

Comúnmente, la carrera deportiva de un futbolista profesional se prolonga hasta los 35 años promedio. Luego de este intenso pero fugaz período, el otrora futbolista se ve enfrentado a múltiples oportunidades de trabajo relacionadas al mundo del deporte y la vida sana, pero el éxito de estas empresas depende no solo de sus capacidades, sino también de su calidad humana demostrada en su vida como futbolista.

Lo anterior no es letra muerta, sino más bien una realidad patente que se ha visto reflejada en la mayoría de los casos en donde los mismos clubes buscan asociarse y destacar la figura de futbolistas que dejaron una buena imagen durante su trayectoria, transformándolos en emblemas y cara visible de sus respectivas marcas.

Como en tantas cosas de la vida, muchas veces para trascender no solo importa el talento sino también la inteligencia emocional y la integridad valórica de la persona.

Ángela González - Fundación Valores

¿Crees que Carles Puyol es un deportista destacable? ¿Qué otros ídolos del fútbol o del deporte considerarías?