lenguaje, lengua, habla, acento, identidad, comunidad
Imagen: César Mejías

Zamorano no es el único: ¿por qué se nos pegan los acentos?

Irse de viaje y volver hablando como español, o como mexicano. ¡A quien no le ha pasado! Pero... ¿por qué ocurre? ¿Por qué se pegan los acentos? Hoy saldremos de esta duda milenaria.

Por Alvaro Lopez B. | 2017-03-09 | 17:25
Tags | lenguaje, lengua, habla, acento, identidad, comunidad
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Quién no ha tenido un amigo que se va unos días a Mendoza y vuelve “parlando así, che ¿viteh? ¡vos sabés!”... y uno pensaría que lo hacen de ridículos, para llamar la atención, y en casos más extremos, porque quizás algo les falla en la cabeza, ¿viteh? ¡Pero no! En realidad hay motivos muy válidos para que esto ocurra. Aunque claro, hay casos extremos y muy visibles que han concitado la atención mediática, en especial cuando son personas muy conocidas que al viajar, cambian su acento (ejem, ejem, hola Bam-Bam).

Hoy, en El Definido, desentrañaremos este llamativo fenómeno. Primero, partamos por los conceptos básicos.

Lengua y habla

Hace más de 100 años, el fundador de la lingüística moderna, Ferdinand de Saussure, dijo algo esencial: que en términos prácticos, debemos distinguir dos aspectos del lenguaje. En primer lugar, la lengua. ¿Qué es eso? Es la forma en que tenemos el lenguaje en nuestra cabeza: ahí están sus reglas de construcción, el vocabulario, la semántica, esas cosas. Que la palabra “casa” signifique “ese lugar con techo, muros y puerta, donde viven personas”, es algo que es parte de nuestra lengua. O sea, las “reglas básicas del juego”, son parte de la lengua. Y como son reglas, son algo abstracto, y por lo tanto, la lengua existe únicamente en nuestras cabezas.

En cambio, el habla es como se manifiesta la lengua. Cada comunidad tiene un habla distinta, que les permite comunicarse, y todas son variantes, expresiones de la misma lengua (ojo que los lingüistas aún no se ponen de acuerdo en donde está el límite entre lengua y dialecto).

Recapitulando: Lengua = sistema que asocia sonidos e ideas según determinadas reglas con el fin de comunicarnos. Habla = expresión de la lengua, o sea, el cómo hablamos.

Entonces, acá empieza lo bueno. Resulta que mientras tenga consistencia interna, toda variante de habla del español es válida, porque sirve para que quienes la tienen se comuniquen entre sí. Por ejemplo: “Joven, no sea bobo, ¿cómo se le ocurre dirigir ese lenguaje procaz a tan distinguida dama?”, o bien “Oe logoh no seai longi, ¿kipa? ¿que li tai diciendole a la logah? sarpica”.

Es más, la manera de hablar, es una señal de identidad para la comunidad. De esa forma, uno puede identificar quien pertenece, y quien no. Y esto es legítimo para comunidades que viven juntas, clases sociales y todo tipo de comunidades: desde quienes comparten aficiones (como los otakus o los gamers… porfis no les digan que traté a su razón de ser como simple “afición”), hasta las comunidades profesionales. O sea, si en el quirófano uno dice: “señorita, ¿me pasa el cuchillito chico bien filudo?”, es obvio que no soy cirujano… y si lo escuchan antes de quedarse dormidos, ya saben.

Pero la variante de habla no es solo una forma de usar las palabras. Es un “paquete”. Incluye una forma propia de ordenar las palabras, de valorarlas… y de pronunciarlas.

¿Qué es el acento de un idioma, entonces?

El acento es una forma especial de pronunciar las palabras, la entonación propia de una comunidad (o sea, de una variante de habla). Así, si escuchamos “pos órale” con cierta entonación, sabemos que se trata del habla mexicana. En cambio, si escuchamos “¡jueeeee… estos diaulos!”, se trata del habla del sur de Chile, en particular de Chiloé y sus cercanías. Por lo tanto, es mentira que los chilenos “no tenemos acento”. Más aún, el acento “neutro” que hacen para los doblajes latinoamericanos, es detestado en España… ¡porque no lo encuentran nada de neutro!

¿Por qué se nos pega el acento?

Cuando vamos de visita a un lugar, necesitamos comunicarnos. Para comunicarnos, las personas deben entender lo que decimos. Así, si un salvadoreño nos pide que activemos los “cricos” del auto, no sabremos de qué habla. En cambio, si nos habla del “limpiaparabrisas”, le entenderemos de inmediato. Pero si decimos “al tiro” en algún lugar que no sea Chile, nadie nos comprenderá. Por lo tanto, debemos decir “de inmediato”, para ser entendidos.

O sea, debemos adoptar palabras del habla de la comunidad donde nos encontremos. Y si estamos en otro país, pues adoptamos las palabras del habla de ese lugar. Pero como mencionábamos antes, se trata de un “paquete”... donde se incluye la entonación.

Entonces, aquí ocurre la “magia”: empezamos a adoptar en forma inconsciente el acento de quienes nos rodean, como parte de nuestro proceso de integración social. A este proceso, se le llama convergencia fonética. De hecho, según este estudio, dos o más personas pueden llegar incluso a mimetizar sus acentos, durante una conversación, debido a ello.

Este fenómeno, además, ocurriría de forma más acentuada mientras mayor es la empatía, y si se trata de personas de sexos opuestos, de acuerdo a esta otra investigación. Asimismo, la convergencia fonética contribuye a una mayor empatía y a un mayor entendimiento entre las partes, lo que genera un círculo virtuoso. De hecho, según un estudio, mientras mejor es nuestra relación con alguien, es más probable que empecemos a hablar como esa persona.

Y bueno, también hay otro motivo por el cual uno puede cambiar su acento: porque considera que es más prestigioso y que da cierto “status”. Entonces, se cultiva intencionalmente esta forma de hablar, como manera de mostrar, no sé, que uno ha viajado, que tiene raíces en otra parte, o cualquier otra justificación que se le pueda dar.

El síndrome del acento extranjero

Hay una última forma de cambio de acento, que es muy extrema e inusual: el "síndrome del acento extranjero”. ¿En qué consiste? Luego de pegarnos en la cabeza, salir de un coma, o tener un accidente cerebrovascular, empezamos a hablar con acento extranjero o de otro lugar, de forma totalmente involuntaria. ¡Impgesionante!

Esto le ha pasado a aproximadamente 60 personas, en los últimos 70 años y se produce, a consecuencia de un daño cerebral que puede tener múltiples causas, y que generalmente puede afectar dos zonas del cerebro: aquella que se encarga de la parte motora del habla (por ejemplo, haciendo que pronunciemos las eses como zetas), y aquella que tiene que ver con la expresión fonética de nuestras ideas, haciendo que nuestro cerebro “piense” que debe pronunciar de cierta manera, cuando en realidad, corresponde de otra forma. Aquí un caso

Así, aunque quieran hablar con el acento de su comunidad, este síndrome se los impide. Esto genera problemas, pues la persona siente que ha perdido su identidad y además le tratan como extranjero, o le hablan como si no entendiera su propio idioma. En algunos casos, esta condición tiene solución, y es a través de la cirugía cerebral. Eso sí, es bastante caro y arriesgado.

Esta afección, al parecer se relaciona con una más espectacular: el síndrome del idioma extranjero, donde quien tiene un accidente, o despierta de un coma, ¡solo puede hablar en otro idioma! Hay casos en que algunos han despertado hablando solo chino mandarín, o croata, o alemán. Aunquela ciencia aún no sabe mucho ni por qué se produce, ni cómo remediarlo, así que los pobres han tenido que arreglárselas así nomás. O volver a aprender o activar el idioma que hablaban originalmente, realmente un fastidio.

A modo de conclusión: ¿existe realmente una forma correcta de hablar?

Los acentos y las distintas palabras para denominar algo, nos llevan siempre al viejo reclamo de que tal o cual persona “no sabe hablar bien”, o que “tienen que hablar un castellano correcto”. Pues bien, lamento despertarlos de su sueño, chiquillos, pero eso no existe. No existe una forma “correcta” de hablar. “¡Pero cómo!” dirán ustedes, ¡si para eso está el diccionario, si yo sé cuando se pronuncia bien y se pronuncia mal!”. Sí, sí, claro… pero eso es para una variante determinada del habla. Toda habla es completa y correcta, si cumple con la función de comunicar un mensaje, entre hablantes de la misma variante.

El español se enseña de cierto modo, porque es necesario tener ciertos códigos comunes, está bien que así sea. Sin embargo, en la práctica, una cosa es la lengua, y otra cosa es el habla. Si a mí no me gusta que alguien diga “longi”, tiene que ver más bien con lo que pienso de la comunidad que habla de esa forma. Uno utiliza como “modelo”, la variante que encuentra más prestigiosa… no por razones lingüísticas, sino que por motivos sociales, económicos y culturales.

Mi grandiosa y querida profe de Sociolingüística, decía que escuchar hablar a alguien, era como si te diera su carnet de identidad, porque se puede averiguar muchísimo, sólo con escuchar atentamente.

El acento es una forma que tenemos para marcar nuestra identidad. Naturalmente, uno defiende el acento propio, pues nos gusta pertenecer a un grupo social dado. Pero eso no quiere decir que quienes hablan distinto se “equivoquen”. Sólo hablan distinto. Así como no hay una forma de hablar “correcta”, no hay grupos de personas “mejores” o “peores” que los otros… sólo hay seres humanos, con distintas vivencias y formas de ver el mundo. Y eso es lo importante, pues de esa forma, podemos aprender del resto. De otra manera… ¡qué aburrida sería la vida! 

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Comentarios
Jose Ignacio Zarate | 2017-03-10 | 12:29
1
Pues órale!
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Alvaro Lopez B. | Colaborador | 2017-03-13 | 09:13
0
ándale, wey!!
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Javier Æøå | 2017-03-11 | 19:11
1
Como aporte al respecto, los españoles usan bastante el presente perfecto [Haber sido, he hecho, he comido, etc.] comparado con nosotros, que somos más voz activa. Una amiga fue de intercambio a Barcelona y al volver mantuvo su acento chileno, pero lo decía todo con voz pasiva hasta un buen par de semanas.

Sí, los acentos son la parte más interesante sin duda...pero la gramática también "muta" de lugar en lugar. Gracias Alvaro, los .pdf que dejaste serán mi lectura esta tarde :)
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Alvaro Lopez B. | Colaborador | 2017-03-13 | 09:12
0
Bueno, claro... es que cada variante cambia todo, desde la fonética hasta la sintaxis y el vocabulario, la semántica, en fin... es todo distinto :)

Y espero que te hayan sido de utilidad los pdf, saludos!! ^_^
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Francisco J. Lastra | Colaborador | 2017-03-13 | 10:44
2
Es cuática la diferencia del uso del pretérito entre los idiomas. En italiano prácticamente no se usa el pretérito simple, salvo en textos literarios. De hecho, hice un curso intermedio de italiano, y aún en ese nivel ni se molestan en enseñarlo.
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Alvaro Lopez B. | Colaborador | 2017-03-13 | 13:08
0
y entonces como lo hacen para decir "fui al cine" y cosas por el estilo? cómo cuentan las anécdotas? :O
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Javier Æøå | 2017-03-13 | 15:37
1
Ayer he ido al cine.

Para mí suena fatal, pero a ellos les sangraban los oídos cuando decía "Recién fui a comprar pan" (para ellos es "Recién he ido")
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Alvaro Lopez B. | Colaborador | 2017-03-13 | 15:50
1
suena terrible!! jajaja bueno pero nosotros en el español nos comemos los pronombres... y el inglés tiene adjetivos sin género, es muy raro eso para mi :D
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