Estamos en un periodo de la historia en el que no es obligatorio pactar con el banco y arriesgar la casa para formar una empresa. Hay alternativas como el crowfunding, los fondos Corfo y redes de inversionistas. Tenemos a muchas personas comenzando a formar su empresa, de hecho somos uno de los países que tiene el porcentaje más alto de su población iniciando un negocio en el mundo, según estadísticas de Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Sin embargo, una alta cantidad de personas emprendiendo, no implica un éxito seguro. Aproximadamente 4 de cada 5 empresas no logran llegar a su quinto año, un número intimidante. ¿Estarías dispuesto a pausar tu vida por una aventura que tiene tan bajas probabilidades de éxito?

En Chile, al parecer, estamos bastante dispuestos a hacerlo y he podido conocer a personas muy talentosas, creando productos fascinantes, que permiten desde convertir el aire en agua, hasta hacer caminar a personas con discapacidad.

En nuestro ecosistema emprendedor tenemos variedad y garra, así que si estás pensando en formar tu empresa, te comento que yo lo hice, estoy en eso desde el 2011 y he experimentado un profundo crecimiento personal en el camino.

Lo recomiendo para fortalecer el carácter, para aprender mucho y en una de esas, darle el palo al gato. Para tener claro el panorama y no tropezarse con pequeñas piedras, acá una lista de diez cosas que he observado y que te podrían ayudar a dar el paso o perseverar en tu proyecto.

1. El tiempo que vas a necesitar se mide en años, no en meses

Vas a tener que trabajar más tiempo por menos ingresos por unos cuantos años y sin ninguna garantía de éxito. Ni se te ocurra hacer una empresa porque crees que vas a hacer mucho dinero en unos meses; es muy improbable. El escenario más típico es llegar apenas a fin de mes y recibir muchos “no” o indiferencia al salir a vender. Pero no te desanimes, eso no significa que vas a fracasar, pero debes ser sincero contigo mismo y tener en cuenta esto para no frustrarte anticipadamente y saber que el éxito requiere de tiempo y esfuerzo.

2. Junta dinero o busca apoyo económico de familiares y amigos

La empresa te hará gastar más dinero de lo normal, sobre todo para financiar viajes y reuniones y, como no tendrás ingresos seguros, necesitarás tener a donde recurrir para subsistir. Por eso, es importante que tengas algunos ahorros de emergencia para comenzar y postules a los innumerables fondos que hay para financiar emprendimientos, con los que incluso te puedes pagar un sueldo. Si tienes la suerte de tener cercanos que puedan prestarte dinero, también es una buena oportunidad (solo si eres ordenado y haces la promesa formal que lo devolverás, IPC incluido).

Hay personas que para lograr esto optan por mantener su trabajo, mientras van armando su empresa, así lo recomienda incluso el fundador de Virgin. Es una opción menos arriesgada, con el costo de que es mucho más lenta.

3. No seas un llanero solitario

El capital más importante de la empresa serán las horas de tiempo de sus cofundadores, iniciar una empresa en solitario es equivalente a comenzar con menos capital, y también menos cabezas pensando en el proyecto y las maneras de hacerlo mejor. ¡La empresa necesita horas de muchas personas para despegar! Así que debes tener claro que las probabilidades de éxito disminuyen al no contar con un equipo.

4. Arma un equipo heterogéneo

Si los socios de la empresa tienen el mismo perfil profesional, están entrando a competir con desventaja. Perfiles diferentes cubren de mejor manera las distintas necesidades de la empresa y, desde la mirada económica, las habilidades de cada socio sirven para ahorrar dinero, un recurso muy escaso en un emprendimiento (quienes ya han comenzado bien lo saben). Si hay que reparar un computador, diseñar una presentación, elaborar un contrato y los socios tienen las habilidades que se requieren para hacerlo, no tendrán que pagar de más.

5. Rayen la cancha y hagan un pacto de socios

Ojalá que, además de formalizar la sociedad y repartir las acciones, creen un “pacto de socios”, en donde se estipule qué ocurre si uno de los socios se va o fallece. Sin ese acuerdo, puede ocurrir que un socio se vaya de la empresa deslealmente sin entregar su participación a los socios restantes, quedando como dueño sin colocar sus horas a disposición de la empresa. No se trata de ser desconfiado, pero siempre hay que dejar las cosas claras y estar preparados ante cualquier eventualidad, sino, puedes terminar lamentándolo.

6. Es muy probable que tu idea no sobreviva a su primer encuentro con el mundo real

Por trillado que suene, al emprender no hay que enamorarse de las ideas, lo que va a determinar el éxito de la empresa no es lo que tú quieres hacer, sino lo que los clientes quieren comprar. Si no estás resolviéndole un problema a una cantidad importante de empresas o personas, tu negocio no es factible. Lo más probable es que luego de las primeras reuniones con potenciales clientes, tu idea vaya “mutando” y no debes tenerle miedo a eso, siempre terminará siendo algo mejor.

7. Más vale tener amigos que plata

Conversa con mucha gente acerca de lo que estás haciendo, crea redes y no seas egoísta. Si puedes ayudar a alguien, hazlo. Tener a quien llamar para resolver una duda o para conseguir un contacto, podría ser parte de lo que necesitarás para concretar una venta. Es más grato trabajar en cooperación con otras personas, sobre todo si están en la misma parada que tú. Usualmente los emprendedores nos ayudamos mutuamente y eso es uno de los factores fundamentales para llevar adelante un proyecto.

8. Ten algo interesante para conversar

Los negocios se dan mejor si hay tema de conversación y alguna historia interesante que contar, he conocido personas que tienen una habilidad sorprendente para crear momentos agradables, a través del humor y la conversación, esa es una habilidad clave para crear relaciones. En general no vas a ir directamente a hablar de tu producto, primero vas a tener un acercamiento humano, a conversar un poco de la vida, a quitar el frío y al final, a hablar de negocios. Por ello las ventas y la vida, funcionan mejor si eres una persona agradable. Como toda cosa, con dedicación se puede mejorar.

9. Apóyate en servicios gratuitos para optimizar tus operaciones

Hay servicios que te permiten generar automáticamente una base de datos de clientes y empresas a partir de los correos que envías, así como también programar el envío de correos para que lleguen en la mañana del día siguiente o en una fecha particular. Incluso te permiten saber si alguien abrió tu mensaje.

También hay servicios para automatizar Twitter y Facebook, escribiendo todos los post de una vez y publicando automáticamente. Son herramientas útiles sin costo alguno que pueden facilitar bastante el trabajo y libertarte a ti y a tus socios de tareas innecesarias.

10. Prefiere alternativas que te den dinero rápido

Suena desalmado en primera instancia, pero en realidad es necesario para sobrevivir. No contar con dinero inmediato es el eterno problema de las startups, por eso, en mi experiencia, es preferible recibir dinero rápido a esperar un año a cambio de recibir más. No sabes si aún estarás en el mercado en un año más, lo que es seguro es que necesitas un sueldo a fin de mes. Por ello cuando negocies, prefiere alternativas que impliquen recibir la mayor cantidad posible de dinero en un corto plazo, aunque a largo plazo parezca menos conveniente.

Espero que la lista te sea de ayuda y que te armes de coraje. En el ámbito profesional, armar una empresa es una de las tareas más difíciles que he tenido en mi vida, una montaña rusa de emociones, tristezas y alegrías, pero sobre todo ¡aprendizaje!

¿Has emprendido alguna vez? ¿Qué otros consejos agregarías?