Estamos ad portas de un feriado y sin duda este ha sido un gran fin de semana largo (para los que se lo dieron). Y siempre he pensado que para disfrutar la vida hay que tener plena conciencia de los momentos que se nos dan para gozar y hacer de ellos una decisión de querer ser feliz.

Los feriados, entonces, no se deberían vivir como un sábado más. Los sábados son un derecho, los feriados en cambio, son como un palito de helado con el vale otro que hay que celebrar y disfrutar a concho. Entonces, hago una propuesta de pequeñas actos para que, en esos días, libres busquemos las maneras que más nos acomoden para recordarnos que: “¡Uuuuh! ¡Qué bacán! ¡ES FERIADO!”

1. Sí a las alarmas del celular

En las redes sociales y los wasap la gente escribe “No olviden apagar las alarmas del teléfono” anunciándolo con entusiasmo y alegría. Yo pertenezco a ese extraño grupo de gente a la que SÍ le gusta que suene la alarma a las 6:45, despertarse y decir: “¡No me tengo que levantar! ¡¡¡ALELUYA!!!” y pensar con alegría en el alma “Me quedan al menos 2 horas de sueño”. 

Suena muy freak… lo sé, pero esa sensación de hacerle un oooosssooooo a la madrugada de todos los días, me hace mega feliz.

2. Planea un panorama que NUNCA harías.

Esto nunca lo he hecho y lo quiero instaurar. Aquí el objetivo es ponerse como meta salir de la zona de confort y explorar panoramas que nos dan lata o con los que tenemos prejuicios. Si eres ultra deportista y odias la ciudad, abrir la mente y salir a recorrer el lugar en el que vives como si fueras turista. Si el trekking te es más complicado que la tabla periódica en japonés, animarse a sacar las topper del '92 y subir a lo menos lo equivalente a una escalera, pero al aire libre. Yo soy más floja que la mandíbula de arriba y como he declarado antes en esta misma sección, odio el camping, pero un feriado tal vez es una gran oportunidad para desdecirme y vivir una nueva experiencia.

3. Siesta con pijama

¿Andas como un zombie por la vida? ¿Tienes menos energía que Felo? ¿La gente te mira con compasión por tus ojeras? El feriado te puede regalar una gran oportunidad. Acá la cosa es tomar una siesta DE VERDAD. Nada de echarse 15 minutos y taparse con el polerón que tienes a los pies de tu cama. Nada de dormitar mirando tele, mientras los niños juegan a los vikingos arriba tuyo y tu señora se seca su extensa cabellera a la máxima potencia que tiene el secador. 

Acá hablamos de una acción radical. Son las tres de la tarde, sacas el pijama de Tatita mata pasiones que tienes, cierras las cortinas logrando que el túnel Lo Prado sea iluminado al lado de tu pieza y a dormir sin hora tope. Si te despiertas descansado/a una hora después excelente, si son 5 horas… mejor aún. Esa cura de sueño puede ser un gran regalo de feriado. Y ojo que aplica para hombres y mujeres. 

¿Quién se hará cargo de los niños en caso de tenerlos? Hola hola mamá y suegra querida. Justo y necesario.

4. Desafío Extremo: 2 horas sin Wifi

Para los que somos conectados, gran parte de nuestra entretención se encuentra en el celular. Se pueden ver series, leer el diario, seguir una discusión filosófica, buscar alternativas de peinado en Pinterest, saber la intensidad de un temblor y aprender a hacer panqueques con mantequilla de maní en 1 minuto. Todo en un mismo lugar. Entonces, un feriado en el que no está la excusa de ver el celular por pega (a no ser que seas ginecólogo, ministro o miembro de la ANFP) es una súper alternativa para viajar a los '90 y volver a entretenerse sin tener que depender de la señal de nada. Mis ideas:

- Buscar parecidos en la calle. Onda la señora de las flores se parece a la Dra. Cordero.

- Hacer un facsímil de la PSU y ver si hubiésemos entrado a la Universidad (MIEDO)

- Pintar Mandalas.

- Leer revistas antiguas y reírse de las declaraciones que hacían los famosos hace 10 años (MUCHO MATERIAL).

- Jugar bachillerato con los hijos y dejarse perder.

- Imprimir esta columna y leerla en papel.

¿Y tú? ¿Qué actividad recomiendas para un feriado?