En las últimas semanas mucho se ha debatido sobre la credibilidad de las redes sociales y cómo estas han impactado en la sociedad chilena, o han sido útiles (o inútiles) en solucionar problemas e inquietudes de nuestra vida cotidiana. Episodios como los rumores sobre un supuesto desabastecimiento de combustible, hecho que fue desmentido por bencineras y autoridades cuando ya era demasiado tarde y las filas de automóviles colapsaban todas las estaciones de servicio; las descoordinaciones y noticias falsas que dificultaron las labores de ayuda en los aluviones ocurridos en el norte de Chile a principios de 2015; o las cada vez más frecuentes protestas espontáneas que organiza la ciudadanía a través de ellas, son una muy buena muestra de aquello. También lo son las cada vez más frecuentes relaciones sentimentales a distancia y desilusiones amorosas, como ocurre por ejemplo con los casos que semana a semana nos muestra la serie Catfish de la cadena MTV o para motivarnos con causas de diversa índole, independiente de su real validez o efectivdad.
Más allá de los casos particulares de buen o mal uso de estas plataformas digitales, es indudable que una de sus consecuencias más transversales tiene relación con la forma en cómo nos hemos ido aislando de nuestro entorno y hemos ido dejando de lado la vida social, al menos en lo que se refiere a la vida de barrio. Muchos extrañamos y añoramos esa época en que las cosas eran más simples y la vida cotidiana transcurría espontáneamente, con mayor interacción social en entornos vecinales donde todos se conocían y cuidaban mutuamente. Pero así como internet nos ha alejado del mundo "real", puede que sea también la herramienta que lo traiga de vuelta.
En Austria, un grupo de desarrolladores liderado por Stefan Theissbacher compartía estas mismas preocupaciones, por lo que se pusieron a pensar cómo solucionar muchas de estas limitaciones aprovechando las ventajas positivas de las redes sociales, para fortalecer la sociabilidad y cooperatividad. Así nació FragNebenan (“Pregúntale al vecino” en español), una red social similar a Facebook, pero que en palabras de su propio creador “ayuda a los vecinos a colaborar y ayudar al prójimo”. En pocos meses, esta red social libre ya tiene más de diez mil usuarios activos en toda Austria y parte de Alemania, mostrando un crecimiento sorpresivo que impresionó a sus propios creadores.
A Stefan Theissbacher se le ocurrió esta iniciativa cuando de vuelta a su ciudad natal se dio cuenta que los vecinos, si bien usaban frecuentemente las redes sociales, muy rara vez se relacionaban o se comunicaban entre sí en la vida real. "Me pareció extraño ver a tanta gente a vivir bajo el mismo techo sin que ellos mismos se relacionaran entre sí", afirma el desarrollador. Tras esa inquietud, en conjunto con un grupo de desarrolladores, ideó y diseñó esta plataforma, que a diferencia de otras, favorece la sociabilidad y el altruismo, conectando sólo a personas que tienen cercanía geográfica.
A primera vista, sus funcionalidades se asemejan mucho a las de Google+, LinkedIn y Facebook en cuanto a su usabilidad y estructura, pero con una importante diferencia: mientras en otras el "éxito" se mide con la cantidad de amigos, seguidores o vínculos que logras sumar, en esta la idea es mantener contacto sólo con un grupo pequeño y desarrollar con ellos relaciones profundas. ¿Cómo se logra esto? Al inscribirse los usuarios pueden optar entre conectarse con personas de su edificio o ampliar la búsqueda al barrio en que habitan (hasta 750 metros a la redonda), es decir, una distancia caminable. De este modo, los usuarios pueden conocerse e intercambiar con sus vecinos, se pueden ayudar entre sí y también pueden recomendar servicios. Los usuarios pueden controlar su privacidad y crear grupos o incorporarse a los existentes según sus intereses, pero a diferencia de otras redes sociales donde ser anónimo o tener un pseudónimo está permitido, sólo los usuarios que efectivamente están registrados oficialmente y tienen un nombre real se pueden conectar entre sí; todo con el objetivo de favorecer la cercanía y sociabilización inmediata. Y parece estar funcionando: los usuarios de FragNebenan no sólo han reportado una mejor relación con sus vecinos, sino que también han podido ahorrar dinero ayudándose unos a otros a pintar sus casas, trasladar muebles, reparar averías, entre muchas otras cosas.
Tipp für alle
#Nachbarn im 10. Bezirk in #Wien
#fragnebenan pic.twitter.com/z6niC2dtYO
— Jürgen bloggt (@juergenbloggt)
julio 30, 2015
Mensaje sobre un desayuno comunitario.
Los usuarios no sólo conversan sobre sus inquietudes cotidianas, sino que también intercambian bienes y servicios a través del trueque, comparten hobbies, se ayudan entre sí cuando hay un problema o dificultad, se organizan y celebran cumpleaños en familia o tienen conexión directa con las autoridades locales; las juntas de vecinos, radios locales, ferias libres, centros culturales, bibliotecas, escuelas o clubes deportivos pueden difundir sus actividades y programas y los negocios de barrio tales como almacenes, boutiques, bazares, peluquerías, restoranes, servicentros o kioskos pueden ofrecer sus servicios con importantes beneficios y descuentos en términos de costos y tiempo.
A hidden gem: The small organic Farmers Market in Vienna's Lange Gasse!
pic.twitter.com/YySv4Rtp3B
— Andreas Lindinger (@lindinger)
marzo 21, 2015
Mercado orgánico vecinal en Viena
A diferencia de otras redes sociales, FragNebenan es financiada íntegramente a través de publicidad generada localmente por los propios usuarios y los comercios e instituciones públicas y privadas adheridas a la plataforma. La protección de datos está garantizada ya que los usuarios pueden controlar su nivel de privacidad y la plataforma garantiza que los datos no serán vendidos e intercambiados a terceros conforme a las leyes locales y a las normativas de protección de datos de la Unión Europea.
Esta start-up cuenta además con el financiamiento y apoyo del Estado Austriaco y de otros inversionistas tanto de Austria como del extranjero. Se espera dentro de los próximos meses que FragNebenan se expanda a otras latitudes e idiomas. Por el momento sólo está disponible en alemán. Para más información y más interés sobre el tema pueden seguir a FragNebenan a través de su web, de su blog y de sus canales en las redes sociales tradicionales y ver también la exposición de Andreas Förster, desarrollador y miembro del proyecto FragNebenan en TEDx Talks acerca del tema.