La serie que puso al mundo de cabeza en torno al misterio y la ciencia ficción, acaba de cumplir catorce años desde su estreno. ¿Qué momentos nos marcaron? ¿Cuáles fueron los que más generaron expectativa en torno a la isla y los personajes?
Cinestro viajó en el tiempo, se contactó con la iniciativa Dharma y sobrevivió al Humo Negro para traer un listado con los mejores episodios de LOST, ¿están listos para regresar a la isla?
Unos párpados se abren. Son los de Jack ( Matthew Fox) que despierta en un bosque de bambúes, en un lugar desconocido y que nos invita de lleno a conocer una isla paradisíaca en medio del océano. Jack comienza a ver que hay pocos sobrevivientes no muy lejos de donde él aterrizó, mientras los restos del avión arden y explotan en la orilla de la playa.
Pasan las horas y los sobrevivientes comienzan a experimentar sucesos extraños. Algo anda mal en esta isla y Jack lo sabe. ¿La confirmación? Una criatura arrasa con los árboles y comienza a detonar el misterio y la paranoia dentro del grupo de sobrevivientes. ¿Qué diablos está pasando?
Pocos recuerdan que Rodrigo Santoro (300, Westworld) también fue parte del grupo de sobrevivientes. Y es de aquellos que no tuvieron un buen final al corto plazo...
La historia de su personaje junto al de Kiele Sanchez (Nikki), termina siendo un relato de amor, traición y desgracia, al intentar burlar al destino con una dosis de veneno paralizante de araña. Ambos quedan inertes y son dados por muertos al final del capítulo 14 de la tercera temporada, siendo posteriormente enterrados vivos sin poder mover ni un solo músculo. Claro que en el momento de la transmisión, este fue un capítulo bastante freak para los espectadores, que hasta ese minuto babeaban con los personajes de Lost. Aunque claro, con el tiempo descubrimos que en la isla nada pasa de forma aleatoria...
Lo que se pensó como un relleno a mitad de la tercera temporada, resultó ser uno de los capítulos auto conclusivos más entretenidos de la serie. Algo entre Black Mirror y Twilight Zone.
El tema de las "otras personas" que habitaban la isla y que conocían muchos de los secretos Dharma, quedan al descubierto por primera vez al comienzo de la tercera temporada al ritmo de la canción Downtown de Petula Clark.
Ahí y aún sin conocerla en absoluto, se presenta a Juliet (Elizabeth Mitchell) en una rutina completamente normal dentro de su casa: habla con vecinos, cocina unos muffins y en medio de una agradable conversación, todo se ve interrumpido por un temblor… ¿Qué ocurre entonces?
Los guionistas volvieron a jugar con nuestras teorías y todo, todo lo que estaba ocurriendo hace cinco minutos, era una línea paralela al comienzo de la serie. Los Oceanics nunca estuvieron solos en la isla.
La banda sonora de Michael Giacchino resuena mientras Charlie y Desmond buscan respuestas en una misteriosa estación de Dharma. Ahí Charlie mantiene el primer contacto hacia el exterior con Penny, la novia de Desmond, quien le asegura que no tiene nada que ver con un supuesto barco de rescate de una tal "Naomi". Al mismo tiempo, Charlie ve que una granada explota en el exterior y para salvar la vida de Desmond, decide encerrarse con la inundación, no sin antes escribir en su mano la mítica frase: "No es el barco de Penny". Charlie se separa del cristal con la sensación de haber hecho lo correcto y tras 93 días en la isla, muere.
Posiblemente este fue unos de los peaks en la serie y uno de los momentos en que más fanáticos lloraron la partida de un personaje en la historia de la televisión. Ya lo dije y qué.
La fe era un tema recurrente en Lost. Ahí, en ese concepto, el personaje más místico de todos era John Locke (Terry O`Quinn) quien vio en la isla la oportunidad de encontrar el sentido a su vida y convertirse en el Rambo de su propia historia.
Después de un momento frustrante en que todos le dieron la espalda y paralelo a una triste historia del pasado, llorando y arrodillado, Locke exclama a la isla : "¡He hecho todo lo que me has pedido! Entonces, ¡¿Por qué me haces esto?!”. Una luz se ilumina al interior de la escotilla sobre la que estaba arrodillado (una misteriosa estructura que durante toda una temporada no supimos por qué estaba enterrada en una isla desierta) y entendemos que sus plegarias fueron escuchadas. John Locke no estaba loco y la isla responde a su llamado.
El capítulo se titula Deusex machina ("Dios desde la máquina"). Después de eso tuvimos que esperar un año entero de agonía para saber como continuaba la historia y cómo ese gran hecho desencadenaría el resto de la trama en la serie; el código, las bolsas electromagnéticas de la isla (lo que provocó la caída del avión), los viajes en el tiempo, los experimentos de Dharma, etc.
Durante dos temporadas nos acostumbraron a que los sucesos de la isla se complementaban con los flashbacks, cosa que nos ayudaba a entender la psicología de los personajes, sus motivaciones, límites y posibles respuestas a la trama, que por cierto, cada vez se volvía más indescifrable.
Al término de la tercera temporada,nos encontramos con uno de los plot twist más brutales de las serie,cuando un atormentado Jack Sheppard se reúne con Kate fuera de la isla (recordemos que no se conocían antes del accidente) y le ruega que deben volver a la isla...Ahí es donde entendemos que los últimos recuerdos no eran del pasado, ¡sino que de un futuro en que los personajes efectivamente salían de la isla!Y por alguna extraña razón, Jack estaba seguro de que había sido un error haberse ido.
¿Por qué? ¿Para qué? Ufff...
Si existe un episodio en que nos pillaron por sorpresa, fue cuando Michael (el primero en escapar de la isla al hacer un trato con “los otros”) asesina a dos personajes femeninos, que en ese minuto se estaban volviendo de-ma-sia-do adorables. Ana lucía, la mujer más hábil con las armas en la serie (como no, si era interpretada por Michelle Rodríguez) y Libby, quien era el nuevo gran amor de Hurley (el chileno que nunca fue chileno).
Mucho dolor en esa escena.
Estuvieron años separados (él en la isla, ella afuera) y en la última temporada, tuvieron que decir adiós al quedar atrapados en un submarino que se hundía de manera incontrolable. Lo que más llama la atención en estas escenas, es que la pareja al fin lograba consolidar su amor luego de temporadas enteras aprendiendo a respetar su matrimonio. En otras palabras, la isla, nuevamente, hizo que las piezas en el tablero se alinearan "en torno a la vida".
Un final "explicado con manzanitas" hubiera sido todo lo opuesto a lo que la serie proponía desde el principio. Es por eso que Lost concluyó de la forma más espiritual posible, de acuerdo a los misterios de la isla y de lo que hubo más allá de la mística de la vida y la muerte. Todo muy hippie, es verdad.
Una vez que los personajes mueren (cada uno en su momento de la vida), se reencuentran nuevamente en una realidad completamente nueva, en que las barreras del tiempo y el espacio no existen. Personajes nuevos, antiguos, buenos y malos, celebran con abrazos que al fin lograron conectar sus corazones y entendieron que los lazos entre ellos eran imposibles de romper. Todo esto en el mismo mismo tiempo narrativo en que Jack se dejaba caer en el bosque de bambúes. Ese donde despertó por primera vez en la isla.
Muy lindo todo.
Considerado por muchos como el mejor capítulo de la serie, La Constante nos llevaba a presenciar los saltos temporales en la conciencia de Desmond (Desmond Hume) entre 1996 y 2004, el presente. Ahí es donde el guión comienza a conectar recuerdos entre Desmond y Penny, convirtiendo el capítulo en una joya maestra de la ciencia ficción.
Para coronar el momento, él le dice que pronto se van a volver a ver y al unísono sueltan un desgarrador "te amo".
No sé ustedes, pero yo aun tengo una lágrima atorada en la garganta desde el 2008.
Hay tantas escenas en esta serie que merecen un lugar en el listado, pero nos fallaría la memoria intentar recordarlas todas, toditas. Les dejo un regalito para el final:
En un ejercicio de feedback, queremos preguntarte,lector de El Definido: