Hace un poco más de dos años un aluvión afectó a gran parte del norte del país. La situación fue crítica: imágenes de olas formadas por barro y desechos, deslizamientos de tierra, desborde de ríos y personas trepando por los techos para ser rescatados. Según el último balance entregado por la ONEMI, fallecieron 26 personas y 2.071 viviendas resultaron destruidas en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo.

Una de las ciudades más afectadas fue Chañaral, ya que el desborde del Río El Salado destruyó un 80% de su poblado. Fue precisamente en ese lugar donde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), en conjunto con el Centro UC de Innovación en Madera (CIM-UC) y la Corporación Chilena de la Madera (CORMA),decidieron construir el primer barrio ecosustentable de Chile, bautizado como “Oasis de Chañaral”.

Son 260 las familias que ya habitan este lugar desde el 10 de marzo. Sus características son muy especiales: cumplen con requisitos nunca antes vistos para una vivienda social chilena, fueron construidas utilizando como principal material la madera y diseñadas con criterios de eficiencia energética. Hoy en El Definido te contamos esta experiencia en detalle.

Barrios ecosustentables

Estas son casas de dos o tres pisos que miden entre 55 y 59 m2 y que cuentan con un sistema solar térmico para el agua caliente, paneles fotovoltaicos para proveerlos de electricidad, y además una planta de tratamiento de agua servida que ayudará a regar huertos comunitarios. ¡Así es, los vecinos incluso podrán cosechar sus propios alimentos! 

Fuente: Centro UC Innovación en Madera.

También, los barrios están equipados con zonas de reciclaje, sistema de riego, juegos infantiles, máquinas para hacer ejercicio, ciclovías y rampas de accesibilidad inclusivas.

Las viviendas incluso podrán mantener temperaturas interiores adecuadas según la época del año, por lo que el 99% del tiempo concentrarán temperaturas entre los 19°C y los 25°C, evitando la necesidad de ventiladores o estufas y reduciendo el uso de energía eléctrica u otras fuentes contaminantes.

Y lo mejor de todo: éstas son las primeras casas construidas por el Ministerio de Vivienda que obtienen la calificación energética de tipo A, la más eficiente de todas. “En Chile solamente 500 viviendas de alto costo tienen esa evaluación. Son casas que necesitan de poca utilización de energía externa para entregar el confort necesario a quienes viven en el lugar”, explica a El Definido Felipe Victorero, uno de los subdirectores de CIM UC.

¡Y hay más! Ya se encuentran preparando otros proyectos en diferentes regiones. En el norte pronto se entregarán casas a los vecinos del proyecto “El Oasis de El Salado”. En la región de O’Higgins, se está desarrollando el proyecto Rurales, que contempla tres barrios ecosustentables: “Rapel”, “Vega de Pupuya” y “Las Brisas”. Y en Los Lagos, se crearán los barrios “El porvenir” de Osorno y “Mininco”.

“Cada uno de los proyectos tiene la particularidad de adaptarse a la zona en que se encuentra. Por ejemplo, en Osorno, las viviendas sociales son parte del Plan de Descontaminación Ambiental de Osorno (PDAO), que busca que las personas reduzcan el uso de leña, ya que no necesitan de ésta para mantener una buena temperatura en las casas”, nos explica Victorero.

Construir con madera

¿Sabías que utilizar la madera como principal material es una muy buena idea? A pesar de que existen prejuicios sobre la construcción de casas de madera, ya que algunas personas lo asocian a lo precario, en países como Estados Unidos, Canadá, Japón o El Reino Unido, ya apuestan por gigantes edificios construidos con este tipo de material.

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Estas son las ventajas que posee la construcción en madera:

- Es el material más sostenible, ecológico y reutilizable que existe.

- Su construcción es mucho más rápida que la de una casa tradicional de hormigón.

-Evita pérdidas de calor y equilibra la humedad del ambiente.

-Es muy buena ante eventos sísmicos, ya que al ser ligera se comporta mejor que el hormigón o el acero.

-Dependiendo del proyecto, puede resultar un material más económico que el resto de las alternativas.

-La producción de madera implica plantar árboles, lo que ayuda a que la generación de CO₂ sea menor y que este gas sea reabsorbido (aunque también implica cortar árboles, pero como veremos más adelante, esto puede hacerse de forma sustentable).

- Necesita mucho menos energía en su producción. Para generar una tonelada de madera, se necesita una cantidad de energía cinco veces menor que en el caso del cemento. Así también, otros materiales requieren un gasto energético muy superior: se requiere 14 veces más para el vidrio, 24 veces más para el acero y 126 veces más para el aluminio.

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¿Y qué sucede con la deforestación?

Y la pregunta que viene de cajón: ¿Cómo puede ser sustentable construir con madera si requiere cortar árboles? Aunque no lo creas, si se hace de la manera correcta, puede serlo.

Esto es lo que explica el arquitecto Michael Green en una Charla TED. Green sustenta su teoría en que principalmente se construye con acero y concreto, dos materiales que demandan muchísima energía y emiten altos niveles de gases invernadero. Hace cinco años el acero representaba un 3% de las emisiones, mientras que el concreto un 5% del total producido por el hombre. Es más, el arquitecto dice que casi la mitad de los gases de efecto invernadero están relacionados con el sector de la construcción.

Además, agrega que la madera utilizada en la construcción de una casa tiene la increíble capacidad de almacenar y retener carbono, ya que un metro cúbico de madera almacena una tonelada de dióxido de carbono, siendo la madera el único material que puede cumplir ambas funciones.

Hay países como Noruega que se han tomado en serio el tema de la deforestación y declararon totalmente ilegal la tala de árboles. ¿La razón? Son conscientes que los pulmones verdes del mundo podrían desaparecer en 100 años más. También, se preocuparon de que las importaciones no contribuyeran a seguir dañando los bosques, y tienen medidas especiales para la compra de productos como el aceite de coco, la soya o la carne.

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En Chile es posible hacer bien la tarea de cortar y plantar árboles de manera sustentable, sin que sea necesario abusar del medioambiente. ¿Cómo? A través de la compra y venta de productos que cuenten con la certificación de Manejo Forestal Sustentable.

Green indica que las emisiones de efecto invernadero relacionadas a la deforestación ascienden a un 18% en todo el mundo, por lo que cortar árboles sin reforestar sería una pésima idea. Pero lo que sí resulta, es dar cabida a modelos sustentables eficientes que permitan cortar y reforestar árboles.

La ONU también avala este tipo de modelo, denominado Gestión forestal sostenible (GFS), el cual promueve que los países lleven a cabo acciones transparentes para la reforestación y conservación de los bosques, talas selectivas y regular las quemas controladas. Además, consideran importante incluir investigaciones científicas sobre la reforestación y el desarrollo de cultivos sostenibles de productos no madereros.

Una solución al requerimiento de viviendas

La implementación de estos barrios ecosustentables pretende combatir a futuro el déficit habitacional que hay en nuestro país. Actualmente, se estima que 500 mil familias esperan por una vivienda, mientras que una casa ecosustentable es más barata y toma solo dos días y medio en ser edificada. Poseen el menor tiempo de construcción sin sacrificar calidad, uno de los factores que apuntan a convertir este proyecto en una solución real.

Y pretenden seguir mejorando. El Centro de Innovación Madera UC ya trabaja en una nueva línea estratégica denominada “Gestión de la construcción”, que permita acelerar el proceso constructivo, aumentar la productividad y minimizar los errores marginales que puedan retrasar la entrega de las obras.

La misión de estos barrios ecosustentables es integral, ya que busca que las personas sientan que son parte de un entorno. “Son lugares que buscan a través de los espacios comunes, fortalecer los lazos entre los vecinos, promoviendo la confianza y la solidaridad entre ellos. Se trata de que las familias se sientan partícipes del cuidado del entorno. Como proyecto buscamos que todos se sientan parte, que nadie quede excluido”, explica Felipe Victorero.