El mayor proyecto astronómico del mundo se llama Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, más conocido como ALMA. Para nuestra fortuna, está en Chile y tiene los ojos del mundo puestos encima, porque gracias a su avanzada tecnología y precisión, los astrónomos de distintas nacionalidades han podido observar el espacio y descubrir el Universo.
Todo esto ha sido posible gracias a las 66 antenas gigantes y de gran precisión que tiene ALMA. Todas juntas forman un radiotelescopio de una sensibilidad y resolución únicas en el mundo.
Estas antenas nos permiten ver lo que nuestros ojos no pueden, esto porque el Universo emite luz en muchos colores que son invisibles a nuestros ojos.
En este link puedes ver cuál es el espectro que ve alma y compararlo con el que vemos nosotros.
Es por esto que hoy, desde el desierto más árido del mundo, se pueden observar las ondas de radio, infrarrojas, rayos gamma, ultravioleta y rayos X, que les entregan a los astrónomos indicios de un mundo completamente desconocido hasta antes la existencia de ALMA.
Todo gracias a la asociación internacional entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS), junto con NRC (Canadá), NSC y ASIAA (Taiwán), y KASI (República de Corea), en cooperación con la República de Chile.
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En los casi siete años que lleva en operación, hemos podido ser testigos de descubrimientos e imágenes únicas e increíbles: como la del disco protoplanetario que rodea a la estrella HL Tauri, que transformó lo que conocíamos hasta ese momento sobre la formación de los planetas o también la del explosivo nacimiento de una estrella.
Y hace unos días supimos del descubrimiento de la galaxia más lejana que se haya observado jamás.
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Pero en ALMA, no todo son imágenes ni observaciones, ¡también hay sonidos! Y hoy gracias a una iniciativa que logró unir la ciencia con el arte, podemos escuchar verdaderas obras musicales creadas a partir de la radioastronomía captada por el observatorio.
Se trata de Sonidos de ALMA, un proyecto chileno ganador del Premio Nacional de Innovación Avonni en la categoría Cultura, que une a astrónomos y músicos en torno a la música del universo.
¿Cómo suenan las estrellas?
¡¿Qué?!, pero si en el espacio no se escuchan los sonidos, porque no pueden propagarse, ¿de dónde los sacan?
Sí, es verdad que el espacio es un lugar muy silencioso, sin embargo, esta iniciativa aprovecha las ondas de luz que capta ALMA para transformarlas en ondas de sonido que luego dividen en tres categorías: bajos, medios y altos.
Lo que están realizando no es una tarea sencilla, porque deben intentar mantener el carácter cósmico y la rigurosidad científica al realizar la transformación, “sin meter mucha mano” y al mismo tiempo, tratar de que los sonidos sean atractivos para los artistas y el público.
En El Definido conversamos con Antonio Hales, astrónomo de ALMA, que es uno de los miembros del equipo que está detrás de la iniciativa. Nos contó que, al hacer esta transformación, intentan que los sonidos sean lo más parecido posible a lo que les “dicta” el espacio, pero ellos llegan hasta ahí… el resto de la tarea es de los artistas. ¿Cómo?
Los sonidos son ofrecidos de forma gratuita como material para que los músicos los conviertan en una pieza musical (se pueden descargar en este link).
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De hecho, ya son varios los artistas que han aprovechado este recurso para crear originales obras, que puedes escuchar en este link. Por ejemplo: ALMA y Piano del pianista chileno Diego Errázuriz y La galaxia galopante de Pablo Marco.
Podrías dejar con la boca abierta a tus amigos si en la mitad de la fiesta les cuentas que la música que están escuchando son sonidos del universo (¡haz la prueba con esta del destacado DJ Luciano!) y esa es la idea, nos cuenta Hales, poder acercar el desconocido mundo de la astronomía a la gente.
Una de las motivaciones que mueve al astrónomo y al observatorio, es justamente llegar de una forma más entretenida a gente que no sabe ni que existe ALMA y menos que están buscando moléculas en el Universo para saber si es que hay vida o no.
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Él asegura que este proyecto les ha dado “una plataforma para ampliar el público que se entera de lo que hacemos acá en el observatorio, porque es muy importante que sepa” y agrega que una de las cosas que le preocupa es ver que la gente mira cada vez menos el cielo y tiene menos conciencia de nuestra posición en el Universo y de la fragilidad de la humanidad frente a todas las cosas que nos amenazan.
El equipo que hay detrás de Sonidos de ALMA, tiene planeado seguir nutriendo el banco de sonidos para que cada vez más músicos se entusiasmen con la iniciativa.
¿El sonido de qué parte del universo te gustaría escuchar?
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