Dentro de la ensalada de pequeños países balcánicos, resalta uno simplemente por la longitud de su nombre. Busquen un mapa, y encontrarán entre las Repúblicas de Serbia, Bulgaria, Albania y Helénica, la (tomar aire) Antigua República Yugoslava de Macedonia.

La trama detrás del largo nombre se complica cuando, dependiendo de la ocasión, el nombre oficial puede variar entre éste y simplemente (República de) Macedonia.

Aunque no parece gran cosa, este último nombre es la causante de una disputa con Grecia desde la independencia del país eslavo, y ha sido la razón de que no sea considerado como potencial miembro de la Unión Europea ni tampoco de la OTAN.

¿Por qué es el nombre “Macedonia” tan polémico? ¿Cuáles son los argumentos de ambos lados? ¿Hay una solución a la vista? En El Definido te lo contamos.

El origen y los argumentos de Grecia

Es 1991, y Macedonia es el nuevo regalo de esa cajita sorpresa que fue Yugoslavia. De pasar de ser la República Federal Socialista de Macedonia (parte de Yugoslavia), el país dice “Oh, simplemente llámenme República de Macedonia”.

Grecia, su vecino del sur, no está contento y protestan su ingreso a las Naciones Unidas: ¡cómo estos recién aparecidos se van a llamar simplemente República Macedonia!

Los griegos argumentan que la Macedonia Clásica, la tierra que vio nacer a Alejandro Magno y su gran imperio, es 100% griega y no tiene ninguna relación con estos “macedonios”, quienes, por cierto, son étnicamente eslavos, de lengua eslava y no tienen relación con la antigua cultura que habitó en el norte Grecia. Por su parte, las 3 regiones griegas ubicadas en el norte incluyen el término Macedonia (Macedonia Oriental y Tracia, Macedonia Central y Macedonia Occidental)

El tema territorial es lo que más molesta a los griegos. Creen que aceptar el uso de Macedonia podría servir de justificación para una posible anexión de territorios griegos circundantes. El miedo no es totalmente injustificado. Tito, padre de Yugoslavia, contempló durante los primeros años de la federación incorporar una Gran Macedonia tomando parte del norte del país helénico, con el apoyo de los comunistas locales. Esto, sin embargo, nunca ocurrió.

Pero Macedonia nunca fue vista como una verdadera amenaza por los griegos, sino más bien como un síntoma del expansionismo de la zona del que sí tenían miedo. “No es un problema con el presente Skopie (la capital de Macedonia); eso es ridículo”, decía en 1994 el Ministro de Exteriores griego Antonis Samaras. “Estamos preocupados con la potencial combinación de fuerzas en la región. Hay tres expectativas: una Gran Bulgaria, una Gran Albania y una Gran Serbia. Y siempre con Turquía asomándose a nuestras espaldas”.

Finalmente, se llegó a una medida temporal: Macedonia sería reconocida e integrada en las Naciones Unidas pero como Antigua República Yugoslava de Macedonia. El nombre sería una especie de borrador a la espera de una solución final. Grecia no quedó conforme, ya que su demanda original requería que el país se deshiciera completamente de la palabra “Macedonia”. Hasta el día de hoy el país heleno bloquea el acceso a la OTAN y una potencial candidatura a la UE de su pequeño vecino.

El resto del mundo, realmente, no “pescó” mucho la teleserie. Cerca de 100 países reconocen el nombre de “República de Macedonia”, entre ellos Chile.

Los argumentos de Macedonia

La posición del país eslavo parece algo más débil, ya que los argumentos históricos griegos son ciertos: la Macedonia Clásica ocupó el norte de Grecia, Alejandro Magno nunca puso ni la uña del pie en su país y, étnicamente, son eslavos de habla y de cultura. Sin embargo, las cosas no son tan simples.

No es por patear al perro muerto, pero el Imperio Romano tiene parte de la culpa por esta confusión de nombres.

Verán, la Macedonia Clásica nunca desapareció, sino que fue cambiando a manos de sus futuros dueños. Los romanos, por ejemplo, ampliaron la Provincia de Macedonia hasta abarcar casi totalmente lo que hoy es el país eslavo. Posteriormente, la invasión de los pueblos eslavos, el Imperio Bizantino y luego el Otomano tampoco facilitaron las cosas.

^{La Macedonia romana sí incorporó terreno que es hoy de la República de Macedonia.}

Cuando el Imperio Otomano fue derrotado en 1913 por los Reinos de Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro, debió ceder esta Gran Macedonia entre los ganadores. El sur, la Macedonia Clásica, fue dada a los griegos, mientras que el norte fue dado al Reino de Serbia, que años después conformaría Yugoslavia y daría a luz la pequeña República Socialista de Macedonia.

Los griegos, por su parte, se encontraron con una mezcolanza de etnias en sus terrenos ganados, muchos de ellos hablando lenguas eslavas y turcas. Durante los siguientes años se llevó un proceso de helenización que consistió en minimizar la visibilidad de estas minorías -prohibiendo su idioma y renombrando calles y localidades-, repoblar la zona con colonos del sur e incluso intercambiar población musulmana por ortodoxa con Turquía. Los eslavos que habitaban la Macedonia griega, específicamente, fueron enviados a Bulgaria.

Como ven, la cuestión es difícil de resolver. La República de Macedonia puede relacionarse al nombre de la provincia romana, pero no tendría derecho a apropiarse de los héroes y la historia de la Macedonia Clásica. Grecia, por su parte, tampoco puede vanagloriarse de que “Macedonia es griega”, como dicen muchos nacionalistas helenos, ya que fue durante más de mil años un popurrí de etnias, culturas e idiomas.

Dato freak: los franceses adoptaron este nombre para el típico postre por la misma razón, ¡es una gran mezcla!

Peleas y coqueteos

En los 25 años de la independencia del país eslavo se han vivido episodios realmente ridículos con su vecino. Por ejemplo, hubo toda una controversia por el lugar que ocuparía la Antigua República Yugoslava de Macedonia en la Asamblea General de la ONU. Como es por orden alfabético, Grecia rechazó que se sentara a Macedonia bajo la letra M. Macedonia rechazó sentarse bajo la F (de Former o Antigua en español), así que finalmente se ubicó al país en la T (de The Former…).

En 2011, la Corte Internacional de Justicia determinó que Grecia no tenía poder legal para bloquear el acceso de Macedonia a la OTAN y su postulación a la UE. Sin embargo, no hubo avances en los procesos y el gobierno macedonio del momento, en una acción desafiante, comenzó a utilizar el nombre y la figura de Alejandro Magno por todo el país. Carreteras, estadios y aeropuertos son algunas cosas que llevan nombre del héroe macedonio y su familia.

Por suerte, parece haber un amago de humo blanco. Tanto el gobierno de Macedonia como el de Grecia se han mostrado abiertos a entablar un diálogo y así dar con la solución que ha tomado un cuarto de siglo.

Macedonia revirtió el uso del nombre de Alejandro Magno en varias instalaciones del país (incluso renombró una carretera como “Amistad”, awww). “No es un show. Queremos liberar a nuestro país de esta enorme carga que nos ha pasado la cuenta”, señaló recientemente la Ministra de Defensa Radmila Sekerinska.

Pese a algunas protestas nacionalistas aisladas que llaman a una Gran Macedonia, la población eslava parece estar a favor de un cambio de nombre. “El público en Macedonia es muy realista”, dice el analista Sasho Ordanovski. “La gente está enferma y cansada de no tener progreso en sus vidas. Están pensando en la OTAN, seguridad, la UE - ser parte del mundo”.

Grecia, a quien también le interesa la estabilidad de la zona y cuyo gobierno anunció que quiere resolver la disputa este año, se ha mostrado abierto a permitir un nombre que incluya Macedonia más un calificador geográfico. Se han barajado nombres como Macedonia del Norte, Macedonia Superior y Nueva Macedonia.

El problema reside en el creciente número de griegos que se niegan a “dar” el nombre de Macedonia a su vecino. En una reciente protesta, más de 100.000 griegos salieron a las calles con el apoyo de la iglesia ortodoxa y los partidos de oposición.

^Fuente: CNN

“Ellos no son macedonios, nosotros somos macedonios. Macedonia es griega, nadie puede tomar el nombre, nadie puede usarlo”, señaló una manifestante.

Si Grecia logra un acuerdo interno, entonces habrá más que esperanzas de dejar atrás uno de los conflictos diplomáticos más largos del último siglo.

¿Cuál crees que sería la solución más lógica?