Perseguido en su país por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, es lo que define a un refugiado, un término que estamos escuchando cada vez más en todas partes.

Durante el 2015, en promedio 24 personas por minuto, se vieron obligadas a huir de sus hogares y buscar protección dentro de las fronteras de su país o en otros países, según el informe Tendencias Globales (2015) de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).

En total Chile alberga a cerca de 3.000 refugiados y solicitantes de asilo que vienen de diferentes países de América Latina, África, Asia y Europa. Más del 90% de ellos son colombianos.

Frente a este fenómeno mundial, un grupo de estudiantes de la Universidad Finis Terrae, Pastora Vollaire, Génesis Palma y Román Ilufi, crearon Hope, una plataforma que busca ser una solución innovadora para poder ayudar a los refugiados a encontrar un hogar y un trabajo en cualquier parte del mundo.

Con esta propuesta ganaron la final nacional del concurso universitario internacional Hult Prize, una fundación que incentiva a los emprendedores sociales en más de 650 universidades del mundo a resolver los mayores retos del planeta y en marzo lo presentarán en la siguiente etapa del concurso, en Shanghái, donde equipos de otros países también presentarán sus proyectos con la misma temática: mejorar la calidad de vida de 10 millones de refugiados al 2022.

El proyecto chileno

Génesis Palma, una de sus creadoras cuenta a El Definido que cuando un refugiado llega a otro país, lo más probable es que encuentre un trabajo que quizás “no es tan bueno y las viviendas a las que llegan no siempre son dignas”.

Para crear una solución a este problema mundial, el equipo de Hope se inspiró en Airbnb, la exitosa plataforma para buscar alojamientos.

Así, crearon una plataforma que permite que un refugiado logre encontrar un hogar digno y trabajo. Para esto se tiene que registrar en el sitio y una vez que se confirmen los datos podrá optar a que una familia lo reciba en su casa y además postular a las distintas opciones de trabajo disponibles.

El objetivo de Hope es que una persona, pareja o familia, tengan la opción de llegar “a un hogar donde los pueda acoger y recibir una familia”, dice Palma. A estas personas que están dispuestas a ofrecer alojamiento se les llama hopings.

¿Y qué reciben a cambio?

Los hopings deben elegir si prefieren recibirlo gratis, cobrarle la estadía de inmediato o empezar a cobrarle una vez que haya conseguido un trabajo. Esas son las tres alternativas para los refugiados.

La idea, además, es que los hopings puedan compartir con  los refugiados, que no solo vivan juntos, sino que intercambien conocimientos, experiencias, etc., ya que Hope espera ser una opción para que los refugiados tengan posibilidades de integrarse social y laboralmente dentro de un país.

Por eso, un requisito básico que se les pide a los refugiados (independientemente si el arriendo tiene un costo o no) es que se comprometan a “pagarle” a la persona que los va a recibir con algo que ellos sepan hacer, por ejemplo enseñarles a cocinar, pintar, o incluso su idioma. De esta forma ambos ganan y la experiencia es enriquecedora.

“Los refugiados se han transformado en una problemática mundial a la que hay que poner energía y foco. Por eso creamos Hope, ya que queremos conectar a los refugiados con distintas personas y empresas en el mundo que tengan la voluntad de ayudarlos”, comenta Pastora Vollaire, quien es parte del equipo.

Una oportunidad de trabajo

Hope les ofrecería a los refugiados un trabajo a en empresas asociadas a la plataforma que tendrán disponible una opción para ellos. Una de las preocupaciones de sus creadores es que muchas veces los refugiados no se pueden desempeñar en lo que saben hacer, por eso Palma asegura que “potenciarán su profesión”, ofreciéndoles un trabajo en el área donde ellos se manejan. También se encargarían de hacer un seguimiento y controles periódicos para asegurar el buen trato al migrante refugiado.

Los creadores de Hope aseguran ser el puente que conecta, de forma segura e inmediata a refugiados vulnerables con personas dispuestas a brindarles seguridad y calidad de vida en todos los países.

Hoy, la plataforma es un proyecto, la idea nació para participar en Hult Prize, pero sus creadores están muy entusiasmados y tienen todas las ganas de que funcione porque confían en su potencial, por esto, cuentan que si en el concurso no logran obtener los fondos para implementarla, van a postular a otras alternativas de ayuda y financiamiento para poder seguir adelante con Hope y así ayudar a miles de refugiados en Chile y el mundo.

Si ganan la etapa regional de Hult Prize, pasarían a la final del premio, donde podrían ganar 1 millón de dólares para implementar el proyecto a escala mundial.

¿Qué te parece el proyecto? ¿Recibirías a un refugiado en tu casa?