Hasta las mejores ideas necesitan un empujoncito y eso es lo que hace Alto Impacto: apoyar geniales proyectos sociales de los chilenos, que buscan cambios positivos y reales para la población, y que están en etapa temprana de desarrollo.

Hoy presentan los 10 emprendimientos que se lucieron, de los 170 postulados, los cuales recibirán 8 millones de pesos para concretar sus proyectos y generar un impacto en la sociedad.

Soluciones (productos o servicios) medioambientales, inclusivas, educacionales y sociales, son las que integran el programa de esta aceleradora de emprendimientos impulsado por CoLab UC, Incuba UC, el Centro de Innovación UC y Corfo; y que busca sacar a la luz y transformar en empresas concretas estos prometedores proyectos nacionales. ¿Cómo?

No solamentea través de financiamiento, sino también de redes de contacto, formación en talleres y charlas, y participación de un ecosistema comunitario comprometido con la innovación social.

En El Definido les presentamos estas geniales soluciones.

1. Noteikin: el lápiz digital que toma apuntes en Braille

Se trata de un dispositivo similar a un lápiz que permite a personas ciegas tomar apuntes en Braille digital, reproducir audio, traducir en escritura estándar los datos almacenados y transferirlos a otros dispositivos como celulares y computadores.

Noteikin nace en Concepción el primer semestre de 2016, en respuesta a lo complejas, exclusivas y costosas de las tecnologías actuales de escritura en Braille, y detrás del proyecto que se encuentra la arquitecto Paulina Molina, el Dr. en ingeniería eléctrica, Eduardo Arriagada, y el asesor financiero Jorge Galleguillos.

“Este proyecto partió enfocado a personas con discapacidad visual, pero finalmente le sirve tanto a ellos como al entorno del discapacitado, porque les permite involucrarse en el aprendizaje del Braille para así poder ayudar a las personas con discapacidad visual”, cuenta a El Definido Paulina Molina, agregando que “ayudará a profesores con discapacidad visual a hacer clases y tomar apuntes en una pizarra digital o a los apoderados de niños con discapacidad visual les permite poder estudiar con sus hijos de mejor forma”.

El dispositivo se encuentra en su fase de pre comercializar el prototipo, que ya está generado, y se espera que al salir al mercado tenga un costo accesible igual o inferior a 50 dólares.

2. Monsta: eliminar el bullying a través del juego

Este juego digital busca prevenir el bullying escolar en niños y niñas entre 5-8 años, a través del aprendizaje y el juego cooperativo. Promueve el desarrollo de habilidades sociales y el desarrollo integral de los menores.

Detrás de Monsta se encuentran los diseñadores Eduardo Castillo y Francisca Morales, y el psicólogo Ignacio Castillo, quienes además crearon una versión de juego de mesa para que se pueda jugar en la casa con las familias.

“El proyecto cuenta con tres instancias de recursos educativos: el juego digital, un desafío o intervención en el colegio mismo (como la creación de un huerto), y una página web para formar una comunidad en contra del bullying. La idea es que estas tres instancias se alimenten la una de la otra”, cuenta a El Definido, Eduardo Castillo.

Bueno, ¿y cómo es? En este video pueden ver el detalle del funcionamiento del juego que se basa en la siguiente consigna: “el universo monsta ha sido infectado por un virus y los súper monstas deben salvarlo desinfectando a sus amigos y trabajando en grupo para cumplir las diferentes misiones”.

3. AquaVita: que toda el agua sea potable

Se trata de un dispositivo portátil, liviano y ergonómico capaz de potabilizar todo tipo de agua proveniente de fuentes naturales. ¿Magia? Química en realidad, ya que en un promedio de 30 minutos todo tipo de agua –incluso la de mar–, mediante el uso de distintos filtros y procesos de destilación, se vuelve potable.

Muy útil para viajeros y aventureros de la naturaleza, y con un gran potencial de impacto para resolver el gran problema mundial de la escasez de agua potable.

AquaVita es un destilador portátil, creado por dos ingenieros civiles industriales de Concepción que busca comercializarse este año. “ Va a llegar un momento donde el agua dulce estará cien por ciento contaminada y continuará creciendo la población, por lo que tenemos que crear conciencia y hacer algo efectivo, por eso creamos esta solución”, señala Vania León, una de las creadoras de AquaVita.

4. Cuentos de la Calle: la editorial social

Esta linda iniciativa consiste en un proyecto literario que busca dar visibilidad a las personas en situación de vulnerabilidad social, a través de historias relatadas por autores en situación de calle o abandono, privados de libertad, etc.

Cuentos de la Calle busca transformarse en una editorial social, en la que las personas vulneradas tendrán la posibilidad de asistir a talleres literarios y posteriormente se transformarán en autores y estarán apoyados por escritores profesionales en un proceso de co-creación de relatos y diseño.

Detrás de Cuentos de la Calle se encuentra la fundación Trato Hecho Vecino, que busca integrar a personas que viven en hospederías del Hogar de Cristo con su barrio y comunidad, a través de empleos de bajo umbral.

Conversamos con Marcelo Massardo, una de las cabezas detrás de este proyecto y nos comentó que la idea es comenzar con los talleres en Santiago y luego seguir en otras regiones, y cuando haya suficiente material, publicar un libro. Luego, cambiar la temática y hablar de la tercera edad, de personas con discapacidades, y así empezar a generar sensibilidad en distintos ámbitos de la sociedad.

5. Raizato: el producto agrícola que mejora suelos

Es una formulación sólida fabricada a base de residuos orgánicos que funciona como bio-estimulante vegetal y mejorador de suelos. El producto tiene la capacidad de potenciar el crecimiento de las raíces y de las hojas.

“Lo comprobamos de manera extrema, haciendo crecer una cebolla en arena que esperábamos muriera, pero sobrevivió con el producto”, señala el bioquímico Alejandro Muñoz, uno de los tres creadores de Raizato.

6. Caja Curiosa: experimentos científicos para la primera infancia

Este proyecto está ideado por un grupo de cuatro mujeres científicas, profesionales y madres, que se unieron para generar un producto educativo que permitiese desarrollar la creatividad y el ingenio de los niños a través de la ciencia.

Así formaron la organización Creando Curiosos, de la que salió también la Caja Curiosa, un producto diseñado para niños y niñas en edad preescolar, que cuenta con 10 experiencias científicas (1 por cada mes académico) listas para ser implementadas en las salas de clase. ¿Para qué todo esto? Para fomentar la curiosidad por el mundo que los rodea y despertar en ellos la capacidad de observar fenómenos, hacerse preguntas y buscar posibles respuestas sin temor a equivocarse.

Conversamos con una de sus creadoras, Emilia Collado, bióloga y profesora de ciencias naturales, y nos dijo que “la idea es inculcar en los niños algunas habilidades que en la sociedad actual no se trabajan mucho, para que los niños aprendan ciencias siendo pequeños, porque mientras antes desarrollen la curiosidad y las habilidades científicas, mejor. Así, se les enseña a pensar mejor y cuando adultos podrán tomar mejores decisiones”.

Emilia nos cuenta que el proyecto está en etapa de prototipo, está probado en cinco establecimientos educacionales de la Región Metropolitana, y a la espera de lanzarlo a la comercialización este año. Nos cuenta que la idea también es que a la larga, Caja Curiosa cuente con una suscripción para que las familias puedan tener acceso a ellas en sus casas para jugar y trabajar con sus propios hijos.

7. RubiCo: políticas públicas para ciclistas desde la ciudadanía

Hablamos de una solución simple, pero muy útil. La información es la base para tomar decisiones acertadas, sobre todo si de políticas públicas se trata, en todo ámbito. RubiCo es un dispositivo que captura rutas para ciclistas y luego las envía a un servidor. Una vez que las rutas son almacenadas, se genera un mapa en tiempo real donde se visualiza el flujo de ciclistas.

La intención final es que este estudio llegue a las autoridades pertinentes para lograr que las políticas públicas sobre este tema se realicen basadas en hechos concretos según los propios usuarios, para así ayudar a diseñar las ciclovías realmente necesarias para la ciudadanía.

8. Chilota: artesanías hechas de oficios tradicionales rescatados

Este proyecto consta de una tienda online en la que se venden productos artesanales de calidad, fabricados por mujeres que realizan oficios tradicionales y que son apoyadas por diseñadoras expertas.

Chilota nace a partir de la problemática de la perdida de oficios tradicionales y crisis de identidad en Chiloé, y su fin es destacar el valor de las prácticas artesanales, preservar la identidad local de comunidades con tradición histórica, y generar un impacto social en la localidad.

Gabriela Sandoval, una de sus creadoras, nos cuenta que los productos utilizados son lana natural de ovejas de la isla, hilada y tejida a mano; tejuelas recicladas de alerce, recolectado de construcciones viejas o deterioradas de la isla, y tejidos tradicionales fabricados por artesanas de Dalcahue.

9. EnTerreno: siglos de historia de Chile en imágenes

Quizás este sea un proyecto conocido por varios de ustedes. Estamos hablando de la plataforma colaborativa que busca innovar en la forma de mostrar el paso del tiempo en nuestro país. ¿Cómo? A través de la elaboración del archivo fotográfico histórico más grande del mundo, reconstruyen el pasado de Chile y lo registran para el futuro de manera interactiva.

Bolsa de Comercio, por EnTerreno.

Felipe Bengoa y Nicolás Fernández son los dos jóvenes a cargo de este proyecto. En 2016, EnTerreno recibió el premio al Emprendimiento del año de la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECH).

10. Lup: reutilización de plástico a partir del trabajo con comunidades

Este proyecto consiste en la venta de muebles de mimbre fabricados en base al reciclaje y reutilización de residuos plásticos, específicamente polietileno de alta densidad (PEAD/HDPE) que viene en las tapas de las botellas de plástico. Al reutilizar este material, éste se convierte en una nueva materia prima, de bajo costo, resistente y flexible que sirve para fabricar objetos artesanales.

Detrás de Lup, están tres jóvenes ingenieros comerciales de la Universidad Adolfo Ibáñez, quienes en su tesis de innovación y diseño, decidieron enfocarse en el reciclaje de plástico, ya que su tiempo de degradación va desde 150 a mil años, por lo que es necesario encontrar alternativas para reutilizar el plástico, aprovechando su vida útil.

“Tratamos de minimizar la mayor cantidad de residuos plásticos en los vertederos, manteniéndolo en circulación a través de su reutilización. Además de trabajar con los artesanos de Chimbarongo, la recolección de las tapas la hacemos con la ayuda de recicladores de base. Por esto Lup tiene un doble impacto: ambiental y social”, cuenta a El Definido, Javiera Badilla.

¿Cuál de estos proyectos crees que tendría mayor impacto? ¿Por qué?