Emprender está de moda. Nuestros numerosos artículos sobre el tema son sólo una evidencia más de que hoy en Chile y el mundo, los jóvenes quieren lanzarse a hacer realidad sus ideas. Muchas escuelas de distintas carreras ya están incorporando esto en sus mallas curriculares, incluso cuando se trata de áreas que no están estrictamente ligadas a los negocios. Y es que la necesidad de resolver los problemas o atender las necesidades de la sociedad a través de ideas innovadoras, ha ido agarrando mucho vuelo durante el último tiempo.

Pero en torno a la idea de emprender, ronda todo un halo de prejuicios, miedos e ideas que empañan la visión de cualquier persona que quiere dar el gran paso. ¿Cómo distinguir bien lo que es real de lo que es ficción?

Hablamos con Maximiliano Díaz, director de AprendoEmprendo.cl, un equipo dedicado a incentivar el emprendimiento desde la etapa más temprana, la escolar. Como experto en el proceso, nos cuenta cuáles son los ocho principales mitos sobre esta materia y cuál es la "E! True Hollywood Story" del emprendimiento. Todo esto según las estadísticas que han revisado sobre el tema y la misma experiencia que ha tenido en torno a este. De hecho, los datos que utilizan para argumentar sobre estos mitos, se basan en un estudio realizado por la Ewing Marion Kauffman Foundation".

1. “Emprender es de veinteañeros. Ya me quedé afuera de esto”

¡No lo creas! El promedio de edad de fundadores de emprendimientos es de 40 años. Maximiliano relata que “el mismísimo Henry Ford, a quien se le atribuye el desarrollo de una de las compañías americanas más importantes del siglo XXI y la invención de la producción en línea, fundó su compañía a los 40 años”. Así también lo hizo Asa Candler, quien fundó Coca Cola a los 41 años. O la cadena de retail más importante del mundo, Wallmart, que fue fundada por Sam Walton cuando tenía 44 años.

Eso sí, también agrega que desde Aprendo Emprendo creen que “mientras antes se trasmita a los jóvenes los valores y frutos del emprendimiento, mayor probabilidad tendrán de tener algún grado de éxito en sus vidas”.

2. “Tienes que seguir tu pasión. Los estudios los podrás retomar después”

Cuidadito con este, emocionarse mucho con un proyecto puede llegar a ser peligroso. La verdad es que el 95% de los emprendedores se tituló de la universidad y el 45% obtuvo un postgrado.

“Muchas veces nos quedamos con el caso de Mark Zuckerberg, quien creó Facebook desde su dormitorio de Harvard, o con ejemplos de emprendedores que nunca terminaron la Universidad, como Bill Gates (Microsoft), Larry Page (Google), Michael Dell (Dell) o Steve Jobs (Apple)”, asegura Maximiliano. Aunque también sostiene que la discusión de si la educación del emprendedor influye en el desarrollo de sus empresas es algo que no está zanjado. Esto, ya que existen factores sicológicos, sociales y familiares para explicar el éxito/fracaso de compañías.

3. “Sólo podré emprender si me consigo un préstamo gigante”

Puede ser que te quedes esperando para siempre si piensas así. Sólo el 11% de los emprendedores ha obtenido financiamiento a través de capitales de riesgo (una operación en donde empresas externas se hacen parte de los activos del emprendimiento a cambio de entregar dinero).

En cuanto a los emprendedores primerizos, sólo el 9% recibe “financiamiento ángel” (cuando alguien decide “apadrinar” tu iniciativa). En realidad, lo más común es llevar adelante tu proyecto a través de tus propios ahorros, algo que hace el 70% de quienes emprenden.

4. “¡Adiós familia! No tendré tiempo para ustedes”

Esto en realidad, no es tan extremo. Es cierto que emprender exige dedicación y tiempo extra, puede que tus domingos no sean de siesta por un momento, pero el 70% de los emprendedores estaba casado cuando emprendieron por primera vez y pudieron equilibrar ambas cosas. De hecho, el 59,7% ya tenía por lo menos un hijo y el 43,5 % tenía dos o más.

5. “Sólo necesito una buena idea y quedo 'Liz-Taylor' ”

Tampoco es tan fácil como piensas. De hecho, la mayoría de los emprendedores se han aventurado con, en promedio, 2,1 proyectos antes de alcanzar el éxito. ¿Sabías que los creadores de Angry Birds lanzaron 51 juegos que fracasaron antes de su hit?, un dato que nos recuerda Maximiliano y agrega que, por ejemplo, Facebook nació a partir de un gran número de experimentos de Mark Zuckerberg.

Uno de ellos fue “Facemash”. Ahí, los estudiantes de Harvard podían ver dos fotografías en paralelo de las mujeres de la universidad, para así votar quién era la más atractiva (una especie de Tinder del 2000). Además, “mientras ellos estaban en California desarrollando Facebook, estaban con otras dos empresas en creación de forma paralela. Y por cierto, los chicos de Facebook tocaron muchas puertas e interactuaron con decenas de personas (usuarios, trabajadores, inversionistas, resistencia) antes de poder tener éxito”, relata Maximiliano.

6. “Es que el emprendimiento es un don que se hereda y claramente no está en mis genes”

¡Usted no lo diga! Sería una muy falsa excusa y es que en el 51,9% de los casos de emprendedores, ellos fueron los primeros en su familia en llevar adelante una iniciativa de este tipo. Así que no te deprimas si tu papá es un físico nuclear y tu mamá una abogada tributaria. Siempre puedes ser el primero de tu familia.

7. “Hay que emprender desde chico… ya se me pasó el tren”

Falso, falso, falso. Maximiliano asegura que el 75,4% de los emprendedores ya había trabajado para otra empresa por más de 6 años antes de emprender. Diversos autores expertos en emprendimiento consideran que los fundadores que han desarrollado trayectorias en empresas como empleados, ya que "logran un mayor entendimiento de los problemas de los clientes y son capaces de interpretarlos de tal forma, que el lanzamiento de sus productos o servicios atiende las necesidades de éstos de forma más certera”, explica.

8. “Seré mi propio jefe y tendré mi propio horario”

Nop. Ni por si acaso. Si fuera así, fracasarías. No habrá juegos de azar, ni "mujerzuelas", como dice el popular meme de Bender. Tampoco tendrás tu propio horario, a no ser que con eso te refieras a trabajar las 24 horas y los siete días de la semana. En ese caso, sí. Pero, tranquilo, el esfuerzo valdrá la pena.

¿Estás de acuerdo con la “falsedad” de estos mitos? ¿Se te ocurre otro?