El año pasado Nibaldo Inestrosa hacía noticia por sus investigaciones que traían esperanza a quienes sufrían Alzheimer y quienes temían el día que les diera dicha enfermedad.

Premio Nacional de Ciencias Naturales en 2008 y director del Centro de Envejecimiento y Regeneración (CARE Chile UC), y del Centro De Excelencia en Biomedicina de Magallanes (Cebima), Inestrosa no perdía el tiempo. El año pasado decía orgulloso “descubrimos que un producto natural extraído de una planta que se usa en la India, específicamente en la medicina Ayurvédica, es muy efectiva controlando la enfermedad del Alzheimer”.

El nombre de dicho producto natural es Andrografolído, se encuentra en la India y Sri Lanka, y es famoso por las propiedades antibióticas y astringentes, por lo que se ha ocupado para la medicina durante cientos de años.

El Alzheimer constituye la cuarta causa de muerte a nivel mundial, y en Chile el 4% de los mayores de 60 años presentan la enfermedad, mientras que el 45% de los mayores de 85 tienen signos de ella. Se dice que con el aumento de esperanza de vida en el país, esta cifra iría en aumento durante las próximas décadas, por lo que debemos prepararnos con más urgencia para enfrentar esta triste enfermedad cognitiva.

¿Entonces cómo esta planta y sus propiedades pueden curar el Alzheimer? El extracto de esta planta, más otro extracto vegetal, sumado a un ácido omega, daría la fórmula para combatirlo. Hasta ahora sólo ha sido testeado en animales pero los resultados prometen bastante.

Resultados previos de la cura

El Alzheimer es una enfermedad mental progresiva, en la que las células del cerebro se van degenerando y disminuyendo la masa cerebral. Esto hace que se pierda la memoria, exista una desorientación del tiempo y el espacio, y finalmente un deterioro intelectual general.

Estos son los efectos que el medicamento busca evitar y revertir, para que los daños cognitivos no sigan avanzando y deteriorando a la persona. Pero ¿es efectiva esta cura?

El doctor Inestrosa ya realizó las pruebas correspondientes en animales. Para este estudio, utilizó un roedores pequeños de Chile, que se llama Octodon Degus, ¿por qué? La razón es simple y, la verdad, bien interesante.

Este animalito presenta, por naturaleza, problemas cognitivos como falla de memoria, aprendizaje y acumulación de proteínas en el cerebro (responsables del mal de Alzheimer), cuando deja de ser joven, es decir, cuando ya tiene cinco años. Al igual que las personas que presentan esta enfermedad, con los años se va agravando su problema.

Existe unas vías en las personas, y animales, que se llaman Wnt, formadas por proteínas que ayudan a la transducción de señales. Su importancia, básicamente, es que cuando existe algún tipo de problema con dichas proteínas, se produce una mutación en la vía, lo que puede conducir una serie de enfermedades, entre las que se encuentran; cáncer de próstata, diabetes de tipo II y Alzheimer.

Por eso, el doctor Inestrosa decidió centrarse en la reparación de esta vía en personas, o animales, que padecían la enfermedad.

“La pérdida de la vía WNT genera la aparición de Alzheimer, así que pensamos que si lográbamos tirar para arriba la vía, probablemente la enfermedad iba a disminuir. En los animales jóvenes (sanos) está alta, y no hay presencia de esta patología, pero en los viejos la vía Wnt comienza a decaer y el Alzheimer se empieza a manifestar”, explicó.

Una vez que los roedores se encuentran en esas condiciones, el doctor junto a su equipo investigativo, toman la droga y se la aplican, para que la vía vuelva a estar alta. Ahí es cuando se dieron cuenta de la mejora que estaban logrando. ¿Cómo lo notaron?

Los científicos hicieron ensayos para ver la efectividad del medicamento, y uno de ellos correspondía a la movilidad general.

“Para medir estos parámetros en el Octodon, usamos un test en que el animal debe ubicar una entrada localizada, en un cuadrante definido”, explicó Inestrosa. Los resultados fueron que todos los animales tratados con la droga, tenían buena movilidad y capacidades locomotrices.

Otra de las pruebas, y que los investigadores destacaron con resultados “exitosos”, fue la capacidad de reconocer objetos nuevos.

“Un Octodon Degus envejecido o con Alzheimer no es capaz de detectar la presencia de un nuevo elemento en su entorno habitual”, explicó el doctor. La enfermedad hace que las personas no puedan retener nueva información de elementos que van conociendo, esto causado por sus problemas cognitivos.

Pero el sondeo demostró que los roedores tratados con el medicamento, fueron capaces de reconocer los nuevos elementos que se le presentaba, y además, recordarlos en el tiempo.

La única piedra en el camino

El siguiente paso es el testeo en humanos, pero lamentablemente hay algo que está atrasando el estudio: la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes.

Esta ley, en parte, protege a los pacientes con daños cognitivos, a que sean sometidos a pruebas o exámenes experimentales. Esto, porque se da a entender que una persona con problemas cognitivos, no está en su sano juicio para tomar ese tipo de decisión.

“Este es un fármaco que tiene todas las probabilidades de llegar a un buen término en seres humanos. No obstante es necesario que el comité de Salud del Senado modifique esta ley, la cual es muy buena en muchos aspectos, pero que al contar con esta moción, limita las posibilidades de continuar investigando en modelos naturales”, sentenció Inestrosa.

Con la ley como está, la única forma de testear en humanos en Chile es conseguir personas sanas que firmen un consentimiento, de que si el día de mañana llegaran a presentar síntomas de Alzheimer, entonces ahí se pueden hacer estudios con ella. Por lo que podrían pasar años antes de que se puedan realizar las pruebas, pero aun así los resultados apuntan que en un futuro próximo nuestro país podrá ayudar a quienes padecen de Alzheimer.

¿Crees que se debería modificar la ley para hacer las pruebas en humanos?