En medio de la discusión sobre la gratuidad y la calidad en la educación superior, puede que la educación técnica no haya metido tanto ruido como la profesional. Pero finalmente llegaron buenas noticias al área técnica. Y es que ayer fue promulgada la ley que crea los primeros Centros de Formación Técnica estatales del país.
La iniciativa había sido impulsada a fines del 2014 por la Presidenta y es parte de la reforma educacional. En ese sentido, los nuevos CFT se encuentran en marcha a través de la Ley de Inclusión, el Sistema de Desarrollo Profesional Docente y la Gratuidad en la Educación Superior.
Se estima que la inversión inicial de la ley contempla un gasto de $ 114 mil millones y tras su promulgación, la ministra de Educación aseguró que con la medida “el país da una señal potente de que tiene educación pública en todos los niveles. Estamos dando un paso en la equidad, en la calidad de la educación, en el fortalecimiento de la educación pública y eso nos tiene muy contentos”.
Y estar contentos no es para menos. Los centros aumentarán considerablemente la oferta pública de formación para técnicos de alta calificación. Además, estarán sometidos obligatoriamente a las exigencias de acreditación que rigen para las instituciones de educación superior.
Por cierto, contarán con una malla académica diseñada especialmente para las necesidades de sus respectivas zonas. Eso sí, aún no se definen con precisión, pero según el Ministerio de Educación (Mineduc), serán estipuladas a través de distintas mesas de trabajo.
Estas serán de carácter “intersectorial”, “tripartitas” y se realizarán en cada región, siendo presididas por los respectivos Intendentes Regionales. En ellas participarán representantes de la CORFO, distintos ministerios y miembros del sector productivo. Así también, en la instancia se velará por fortalecer y garantizar la participación de actores de carácter regional en este proceso y generar alianzas estratégicas entre los distintos actores de las zonas.
Habrá un CFT estatal en cada región del país, aunque puede ser que exista más de una sede por región (como lo que podría pasar en la Araucanía). Y cada centro estará vinculado a la universidad estatal de la región, además de las empresas y los liceos técnico-profesionales de la zona.
Pero uno de los aspectos más novedosos del emplazamiento es que no se realizará en las capitales regionales. De hecho, las instituciones se ubicarán en la segunda o tercera ciudad más grande que les siga.
Los CFT se irán implementando gradualmente en el país, en tres grupos de cinco.
-El primero contempla a las regiones de La Araucanía (Lautaro), Maule (Linares), Tarapacá (Alto Hospicio), Los Lagos (Llanquihue) y Coquimbo (Ovalle). Se espera que las clases en estos planteles comiencen entre el 2017 y el 2018.
-El segundo grupo incluye a la región de Los Ríos (La Unión), Valparaíso (San Antonio), Metropolitana (Peñalolén), Magallanes (Punta Arenas) y Antofagasta (Calama).
-En cuanto al tercer grupo, las ciudades no han sido definidas aún, pero aquí se agrupan a las regiones de Arica y Parinacota, Atacama, O`Higgins, Biobío y Aysén. El gobierno prevé que para el 2021, todos los CFT ya se encuentren en funcionamiento.
Respecto a los rectores del primer grupo de CFT, tres de ellos serán elegidos a través de un concurso de Alta Dirección Pública, mientras que los otros dos serán nombrados por la Presidenta durante el segundo semestre del 2016.