Me encuentro sentado en los estudios de Todos Juntos Radio. Mi amigo PJ Rojahelis me invitó a conversar en su programa “Delta”, dedicado al rockabilly, el blues y el jazz. Hay un tercer participante que no habla: se trata de Felo, él se encarga de pinchar la música y cuidar todos los aspectos técnicos del programa. Él nos avisa cuando estamos al aire y nos hace un gesto cuando estamos muy lejos o muy cerca del micrófono.

Mientras conversamos voy recibiendo comentarios por el chat de Facebook, una amiga retuitea una foto que subí y por interno me piden que mande saludos. Todo es rápido, interactivo y cercano… Pero se hace en serio: a Felo no se le escapa nada, a PJ no se le va ningún punto de la pauta, todo funciona sobre ruedas.

Del "al aire" al "online"

Fuera de micrófono los chiquillos me cuentan que mucha gente los toma para la chacota por ser radio online, y que frecuentemente les llegan artistas con canciones grabadas en calidades irrisorias, creyendo que por ser un medio digital les van a aceptar trabajos así de malos.

“Las radios online todavía son vistas como un mero juguete, porque la gente ve que iniciar una radio online es fácil… pero mantenerla no lo es tanto”, nos dice Lucho Muñoz, de Radio Región 16, con su inconfundible voz.

Y efectivamente: en estos momentos estamos viviendo el apogeo de las radios online en Chile.

Un estudio reciente de Audio Ad y Oh! Panel arrojó que Chile es el país latinoamericano con mayor consumo de radios online: casi nueve de cada diez chilenos han sintonizado una radio online este año, y seis de ellos lo hacen semanalmente. Más y mejor cobertura, parrillas musicales diversas y programas novedosos son algunas de las razones por las que muchos radioescuchas están guardando su radio de antena y están comenzando a preferir las radios digitales. Y más aun ahora, que la llegada de nuevas plataformas no ha hecho más que ayudar a masificar estos nuevos medios. Muchas radios han creado sus propias aplicaciones, para que quien lo desee pueda escucharlas desde su smartphone.

“Decir que estamos en el futuro es un cliché súper malo, y súper manoseado, pero es verdad: lo estamos viviendo hoy”, dice Felipe Anabalón, director de Radio Niu. Y es que claro: hoy en día se puede echar a andar una radio sin la necesidad de una inversión millonaria, y sin las limitaciones de la señal radial. Además, la radio online permite grabar y almacenar los contenidos transmitidos para que, quien se pierda la transmisión en vivo, pueda escucharlos como podcast.

Mientras que las radios tradicionales deben arrendar un espacio radial, que es caro y difícil de conseguir, las radios online solo requieren de una buena conexión a Internet, un buen sitio web y un computador con requerimientos mínimos. Y ni hablar de las diferencias en cuando a requerimientos de personal.

“En radios aéreas tienes que congeniar con equipos de quince o veinte personas para echar a andar un programa, arrendando un espacio en la señal y con un montón de atados tanto logísticos como administrativos. Acá nosotros tenemos las labores repartidas entre menos gente, y la buena organización nos permite tener una mecánica de trabajo bien eficiente”, continúa Anabalón, mientras por la terraza de Niu Radio pasa la cantante Consuelo Schuster, que está invitada al programa de la tarde.

Los pros y contras de la red

Sin embargo, aunque los gastos son menores, también son bajos los ingresos. “Financiarse siempre es difícil, porque somos medios nuevos que no existen como ítem en las agencias de publicidad. Uno tiene que venderse como una página, y no como una radio”, nos cuenta el actor Jorge Zabaleta, socio fundador de Radio Z.

^{Jorge Zabaleta al aire en Radio Z. Fuente: Radio Z}

“Pero al mismo tiempo –complementa Anabalón- el hecho de que tus gastos sean más bajos te permite cobrar menos por publicidad, de modo que entran a auspiciarte empresas que no podrían pagar una campaña publicitaria en radios aéreas, porque los espacios publicitarios ahí son ridículamente caros. Finalmente, si tienes un buen plan de negocios y te sacas la cresta un tiempo, la cosa empieza a andar y se logra parar lo suficientemente bien como para que puedas costear las cuentas, pagarle el sueldo a tu personal y cubrir las boletas de derechos de autor de la música que tocas.”

Y ese es todo un tema: si bien las emisoras más importantes pagan al día los derechos de la música que tocan, muchas radios más underground pasan por alto este deber.

“No me parece que no se paguen derechos. La SCD tiene una normativa que indica que las radios online deben pagar derechos de autor, como cualquier radio. Si tú compras un disco tienes derecho a escucharlo en tu casa, pero si vas a reproducirlo de forma pública tienes que pagar. Con las películas pasa lo mismo, si reproduces o vendes el material de una producción cinematográfica te cae el FBI encima. Hacer una radio no debe hacerse solo porque sea buena onda tener una radio, hay que ser responsable y pagar los derechos de autor tal como pagas la luz o el Internet”, sentencia Lucho Muñoz.

Otra de las ventajas de hacer una radio online es que existe una mayor libertad en los contenidos que se cubren: al no existir una pauta tan estructurada, se pueden hacer programas menos convencionales que en la radio tradicional, como "Ciudad Cola" de Radio Súbela, que es un programa orientado a la comunidad gay. Un programa así, nos dice su director Juan Manuel Margotta, en la radio tradicional no tendría cabida.

“Sin embargo –dice Margotta – que no haya un consejo que nos esté censurando o fiscalizando también implica una mayor responsabilidad para quien se para frente al micrófono. Hay que saber cuándo hablar y cuándo callar.”

Anabalón comparte este juicio: “hay que saber aprovechar estos espacios. Para la farándula y la chabacanería ya tenemos suficiente con lo que dan en la tele. En Niu Radio nuestro slogan es ‘tenemos algo que decir’. Si no tienes nada que decir, y tu espacio no tendrá un mínimo de contenido, busca otra radio. Acá nos reímos, echamos la talla y decimos garabatos si la situación lo amerita, pero no por eso vamos a convertirnos en una radio de pura banalidad".

^{Felipe Anabalón en su programa “No Somos Nada”. Fuente: Niu Radio}

Esta mayor flexibilidad en las pautas, sumada a la posibilidad de apuntar a nichos más específicos, ha hecho a las radios online un medio mucho más cercano para el público:

“Cuando haces radio online –dice Zabaleta- la gente te escucha porque quiere, no es la radio que pones manoteando en el auto. Entonces la respuesta es siempre positiva. Hace poco estuvimos de aniversario y llegó gente hasta con flores y torta a saludarnos a la radio.”

“Si la radio es cercana –agrega desde el sillón de al lado su socio Carlos Pierattini- la radio online es aun más cercana.”

“Cuando transmitimos un programa podemos saber con exactitud cuánta gente lo escucha, cuáles son sus edades y desde dónde nos escuchan. ¡En el momento! Las radios tradicionales solo conocen a su audiencia mediante encuestas trimestrales”, finaliza Margotta.

Por último, todos concuerdan en que la radio online es un medio que seguirá creciendo en los próximos años. Cada vez son más las emisoras que trabajan por un producto de calidad profesional, y cada vez son más los que, por razones de gustos o por motivos prácticos, están cambiando la frecuencia FM por la dirección URL. 

¿Escuchas radios online? ¿Cuáles?