En 2012 se corría la competencia de autos solares Carrera Solar de Atacama, promovida por la ONG Ruta Solar; autos tamaño real corriendo a toda velocidad por el gran desierto, para demostrar qué modelo solar es el más apto y eficiente. Ese año era la segunda versión en una carrera pionera en Latinoamérica. Todo esto sonaba espectacular, especialmente para Leandro Valencia, Director General de la ONG, pero entonces se le acercó una señora al final de la carrera y eso le hizo cambiar su visión.
"Nos preocupamos de hacer la carrera técnicamente bien, cero medios, cero todo. En la premiación una abuelita de 75 años nos preguntó si es que eran naves espaciales los autos solares, me reí y le enseñé qué eran, hasta la subimos a uno", recuerda Leandro.
Entonces se quedó pensando en la señora y se dio cuenta que no estaban llegando a la comunidad. "Teníamos que hacer algo", dijo Leandro y el año siguiente ya tenían Taller Solar funcionando, un programa de la ONG que ofrece clases de una hora y media a colegios vulnerables, de forma gratuita, para que los niños aprendan a crear productos a partir de la luz solar; en este caso, autitos miniatura con botellas recicladas.
Leandro recuerda haber escuchado una entrevista que le hicieron al padre Hurtado, la que le quedo muy grabada. "Un periodista le pregunta que cómo el Hogar de Cristo trabaja la pobreza y él lo para, le dice que él no trabaja con la pobreza, si no con la miseria, que es cuando la persona que no tiene nada, no cree que puede surgir. Bueno, nosotros enseñamos a combatir la miseria tecnológica".
Valencia explica la miseria tecnológica como el no creer que se pueden hacer creaciones tecnológicas desde tu casa, pensar que es algo que está lejano, cuando en verdad es todo lo contrario.
Taller Solar busca que desde pequeños estos niños comiencen a creer en que pueden, y que por medio de las clases y de la perseverancia, se combata la miseria tecnológica. Así, tener cambios conductuales y "que hagan su vida con la tecnología, si quieres hacer algo solar, tienes que creer en el sol y después crear con el sol", dice Valencia.
Rinaldo Verdi, Asesor de Proyectos de Taller Solar, explica que con sus clases acercan la energía solar a los niños de Chile, incitándolos a experimentar y luego evaluarse con sus compañeros en desafíos con sus autitos solares creados. El colegio no tiene que pagar ningún costo, es un servicio completamente gratuito, por lo que se les entrega a los alumnos un kit con los materiales que necesitan, así como un pequeño panel solar, y lo único que deben llevar los alumnos son botellas plásticas.
Para motivarlos aun más, su creación de autitos solares no queda sólo en la clase, se lleva a Desafío Solar, una competencia donde participan los distintos colegios que fueron parte de Taller Solar. Este año, la competencia se realizó hoy día, entre instituciones de Puente Alto, Providencia, San Ramón, Las Condes, Recoleta y Santiago, en el Colegio Técnico Las Nieves, con un total de 10 equipos.
Sin embargo, la competencia tiene planes más grandes en un futuro. Leandro Valencia cuenta que existe un proyecto que pretende ser la continuación de Desafío Solar con el que se quiere tener alcance a todo Chile; Olimpiadas Solares, que se realizarían durante todo el año en distintos lugares del país para escoger al mejor de los mejores autitos solares creados por los niños.
El Taller Solar apunta a niños entre 8 y 16 años, donde se les entregan los conocimientos teórico-prácticos en una sola sesión de una hora y media. Fue acá cuando Leandro se dio cuenta de otra cosa; una clase de una hora y treinta minutos no bastaba porque existían distintas capacidades en los alumnos que merecían ser explotadas.
"Descubrimos que podíamos entregar contenido relevante durante un año, porque hay distintas capacidades, dependiendo de las edades, y al final este programa puede tener resultados concretos en los colegios por los que pase; que al final del proceso, la institución ahorre energía y agua", explica Leandro.
El tema de ahorro de agua hace referencia a otro programa que se está desarrollando: Taller de eficiencia energética e hídrica (TEEH). Éste consiste en un taller teórico práctico que busca para generar hábitos de reciclaje y métodos de eficiencia energética e hídrica.
Partieron este año con una prueba piloto en el Colegio Padre Gustavo Le Paige de Antofagasta y en el Colegio Herrera Varas de Mejillones, donde ya ofrecieron un semestre completo de taller solar a alumnos de 5° básico a 8°. Así, el año que sigue seguirán dictando el ramo en estas instituciones y esperan poder incluir más establecimientos con el tiempo.
En total, el alumno tendría clases de energía solar y ahorro sustentable durante un periodo de cuatro años, versus la única clase de una hora y media que reciben hoy los colegios. Además, esto sería esencial, según Taller Solar, para que los niños integren la eficiencia energética y después sean capaces de proyectarla en su vida cotidiana.
A pesar de que esta iniciativa va principalmente a colegios vulnerables, el Director General de la ONG no cierra las puertas para colegios particulares. Es más, los invita a ponerse en contacto si les interesa la iniciativa.
Para esto, el colegio o institución debe comunicarse vía mail a contacto@larutasolar.com para coordinar. El proyecto Taller Solar ha desarrollado estrategias de crecimiento como cualquier empresa, según explica Rinaldo Verdi, lo que les "ha permitido proyectar las necesidades y financiar exitosamente por medio de aporte de privados y fondos públicos".