Pianos para Chile, música, Polonia, Alexandros Jusakos, piano, instrumentos, músicos, conciertos, educación musical
Imagen: Pianos para Chile

El plan nacional para que la música no sea solo un hobby

Con el objetivo de hacer llegar la música a todos los rincones de Chile, dos destacados músicos crearon Pianos para Chile, una fundación que visita localidades con escasos recursos para donar un piano, ofrecer conciertos y organizar actividades permanentes que dejen un legado musical.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-02-19 | 15:00
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Sus dedos corren de un lado a otro, pulsando teclas blancas y negras, haciendo música, alimentando al público que lo escucha. Una realidad cotidiana en la vida del destacado pianista chileno Alexandros Jusakos y algo común de ver en los rincones de Polonia, donde reside hace años junto a su esposa violinista, Yvanka Milosevic, también chilena.

Allá es donde se perfeccionan ambos y donde han encontrado un espacio para desarrollarse como músicos. En las tierras polacas, la música clásica es accesible, niños y jóvenes tocan instrumentos, hay un sinfín de posibilidades de asistir a conciertos. Hay más de 400 escuelas públicas, 80 liceos secundarios y 10 universidades especializadas en música.

En Chile la realidad es otra. Aunque la oferta de música clásica ha aumentado,  todavía escuchar un concierto y acceder a un instrumento es algo reservado para algunas ciudades y es poco frecuente en localidades más aisladas o con menos recursos. Seguramente, una razón por la que el gusto por la música clásica ocupa el 7° lugar de preferencias en género en el país.

Ver el fuerte contraste es lo que llevó a estos dos músicos compatriotas a crear Pianos para Chile, una fundación que dona pianos, realiza conciertos y busca generar centros de cultura musical en diversos lugares del país.

Importando música a todo Chile

Un piano polaco vertical (sin cola) hace las maletas y viaja en barco hasta alguna localidad de Chile, algún lugar que comúnmente no tenga acceso a instrumentos de música clásica ni a actividades culturales. Con su llegada se anuncian dos conciertos, una gala y uno educacional para que toda la comunidad disfrute, protagonizados por Alexandros y Yvanka.

Ese es el punto de partida. Luego de estos dos eventos, aunque los músicos se vuelven a Polonia, el piano se queda y con él se abre un mundo de posibilidades para una comunidad, donde el objetivo final es ofrecer talleres, clases y actividades musicales permanentes. Pianos para Chile, desde el 2012 ha entregado más de 100 de estos instrumentos desde Mejillones hasta Quellón.

“Esta idea nació de la necesidad muy latente en Chile de realizar actividades culturales en nuestro ámbito. Nosotros somos músicos clásicos y nos veíamos dificultados y encarecidos por la falta de pianos. Prácticamente era imposible y las instituciones tenían que gastar grandes sumas de dinero para poder realizar una actividad puntual”, señala Jusakos, Presidente de la Fundación.

El piano en sí mismo es, además, un instrumento clave para la composición y la enseñanza musical. Por ser uno de los más completos, al contener un registro de tonos muy amplio, se identifica con la voz humana y facilita la labor docente para preparar un coro, acompañar a cantantes y a instrumentos e improvisar. Es considerado no solo como instrumento para el pianista, sino para todo tipo de músico, compositor o director de orquesta.

Entregando esta herramienta, Pianos para Chile está abriendo nuevas oportunidades tangibles para el desarrollo de la cultura en nuestro país.

"En Chile nos gustan mucho las figuras exitosas, pero  lo que necesitamos es una comunidad, un país más culto. No necesitamos solamente estrellas, sino gente que se dedique a la música y que ésta sea una actividad normal", asegura Jusakos.

La música no es un hobby

Que hayan más conciertos en todas partes, más tribuna para los músicos, más lugares donde estudiar son los ingredientes de la receta para lograr una mayor valoración de la música en Chile. Es un cambio de mentalidad.

"Nuestra idea es lograr que sea una profesión como cualquier otra y no un hobby, como es mirada", nos explica Alexandros. Para lograr esos cambios y un verdadero impacto, Pianos para Chile tiene como objetivo desarrollar 3 etapas y así calar profundo en cada localidad.

Etapa 1: Donar el piano a una institución de la comunidad y ofrecer los dos conciertos de la mano de Alexandros e Yvanka.

Etapa 2: Realizar actividades musicales en coordinación con diversas personas de la comunidad, monitoreadas por la fundación, donde músicos de gran nivel presenten obras. El objetivo es poder ofrecer 10 funciones al año en cada lugar al que ha llegado un piano, hecho que depende de los recursos de la fundación, de la colaboración de los gobiernos locales y otros actores involucrados.

Etapa 3: Impartir educación musical, ofrecer clases y talleres permanentes para enseñar a los niños y jóvenes a tocar instrumentos.

"Estamos tratando de abrir espacios nuevos", dice Alexandros. "Con el objetivo de que los pianos sean un punto de partida para nuevas actividades o clases para ir logrando que sea una cosa más cotidiana y normal, que es lo que vemos allá (en Polonia)".

Para el pianista, el problema no es principalmente que la música esté en los espacios de la elite, sino también que independiente del nivel socio económico, dedicarse a la música y a las artes no es considerado algo importante.

Nos cuenta que con Yvanka se han sorprendido con los talentos que han ido encontrando en distintas localidades, niños con muchas ganas de aprender, pero que nunca en sus vidas habían visto un instrumento.

"No queremos becas para que estudien afuera, al revés, se trata de invertir en un profesor bueno que vaya a ese lugar y así mucho más niños se vean influidos y crear escuelas en localidades donde no haya", subraya Jusakos.

Actualmente Yvanka y Alexandros se encuentran en Chile hasta fines de abril recorriendo las localidades que han recibido sus pianos, para lograr fortalecer la segunda etapa de intervención y lograr que se realicen actividades musicales de manera permanente.

Gracias a que son una fundación legalmente reconocida, se acogen a la Ley de Donaciones Culturales, lo que les permite dar certificados de donaciones. Empresas y personas naturales pueden aportar en esta cruzada de convertir a Chile en un país donde haya mayor espacios para la música y los músicos. Si quieres aportar a Pianos para Chile , entra aquí.

Chile se llena de pianos - Las otras iniciativas

Otras iniciativas para entregar pianos, hicieron noticia el último tiempo en nuestro país. El año 2011, el Consejo Nacional de la Cultura encabezó la entrega de 15 pianos y con la ayuda de músicos alemanes se logró conseguir estos instrumentos que viajaron desde la ciudad de Bonn con un objetivo similar: beneficiar a zonas socialmente vulnerables de nuestro país que estuvieran aisladas geográficamente y que contaran con un plan educativo y programático asociado a la música del piano.

Dos años después, a fines de 2013 las ciudades de Concepción, La Serena y Santiago se pudieron deleitar con el sonido de las teclas en medio de sus calles, cuando la intervención "Más pianos a mi ciudad" instaló decenas estos instrumentos en espacios públicos para que músicos y amateurs se aventuraran a tocarlos. El proyecto fue creado originalmente en Inglaterra y ya había recorrido en 6 años 37 ciudades del mundo, permitiendo el acceso a la música democráticamente. Durante dos meses estuvieron presentes estos pianos decorados por artistas en las calles, itinerando por distintas calles de cada ciudad, permaneciendo más tiempo en los lugares más exitosos. Finalizada esta intervención, algunos pianos fueron donados a instituciones de cultura, escuelas y fundaciones relacionadas con la música de nuestro país.

Alexandros Jusakos nació en Antofagasta y estudió en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, es Master en Artes mención Piano en la Academia de Música de Bydgoszcz, en Polonia y actualmente aspira al Grado de Doctor en Artes con Mención Piano en la Universidad Musical Federico Chopin de Varsovia. El Premio Claudio Arrau llegó a sus manos en 2001 y en su carrera ha participado como jurado en importantes concursos de piano en Chile, Argentina, Perú y Polonia. Escucha una de sus interpretaciones aquí
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