lectura, físico, digital, audiolibro
Imagen: César Mejías

¿Digital, físico o audiolibro?: ventajas y desventajas de los formatos de lectura

La lectura ha evolucionado junto a la tecnología, y esta evolución ha traído nuevos formatos para encantar (o molestar) a los amantes de los libros. Vale Lopresti nos cuenta los pros y los contras de la distintas formas que existen hoy para leer un libro.

Por Vale Lopresti Fuenzalida | 2018-11-27 | 11:00
Tags | lectura, físico, digital, audiolibro
Los lectores que prefieren el papel tienen acceso inmediato al texto en su totalidad, tanto en el aspecto visual como táctil: el lector puede ver y sentir la extensión espacial y las dimensiones físicas del texto.
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Desde que tengo uso de razón, he sido una lectora casi compulsiva. Siempre tengo un libro en la mano y varios en el velador esperando a ser leídos. Claramente durante la época universitaria disminuyó un poco mi lectura, pero nunca he parado. Y fue precisamente durante la época en que estaba haciendo la tesis, que empecé a sufrir físicamente con los libros, con el peso de los libros. Andaba en la mochila con un computador y con el libro de turno (a veces de 800 páginas), y al poco tiempo mi espalda me empezó a pasar la cuenta. Tuve que dejar los libros en la casa y eso hizo que el viaje a la universidad se me hiciera eterno.

Ahí fue cuando mi prima, que en la época viajaba mucho, me introdujo al maravilloso y terrible mundo conocido como Amazon (admitan los adictos que compran por acá). Y ahí descubrí el Kindle (voy a asumir que en esta época tan millennial, ya todos saben qué es, pero para los que no lo tienen claro, es un dispositivo para leer libros electrónicos), que fue mi salvación.

Una vez que pasé por la odisea de comprarlo (estoy hablando de hace unos seis años atrás), lo primero que hice fue buscar en internet el libro que estaba leyendo y librarme del peso extra que andaba cargando todos los días. Pensé que nunca más compraría un libro en papel. Pero estaba equivocada.

¿Digital supera al papel?

Inicialmente se pensó que el formato digital iba a destronar al libro físico como el preferido por los lectores (y por las editoriales) dado que son más baratos, más livianos y en un dispositivo electrónico puedes almacenar muchísimos libros de una sola vez. Pero cada formato tiene características propias que entregan a los lectores distintos beneficios.

Los lectores que prefieren el papel tienen acceso inmediato al texto en su totalidad, tanto en el aspecto visual como táctil: el lector puede ver y sentir la extensión espacial y las dimensiones físicas del texto. Adicionalmente, el sustrato material del papel proporciona una experiencia táctil que varía según cada libro y en cada lector. 

Teniendo en cuenta todo esto y con el tiempo que ha pasado desde la aparición del libro digital, quedó claro que el libro físico no desapareció. Ni siquiera ha disminuido sus ventas como respuesta a este formato competidor.

Entonces, ¿qué formato es mejor?

Sin lugar a dudas, esta pregunta tiene una respuesta: depende. Claro, depende de las necesidades de cada uno. Libro físico, libro digital y audiolibros (el formato que está metiéndose con fuerza entre las opciones de los lectores), tienen sus pros y contras, y acá les contamos un poco acerca de cada uno.

Libro físico:

Como lo mencioné antes, el libro en papel tiene el encanto de poder incluir la experiencia táctil como parte del proceso de lectura. Puedes disfrutar de la historia de esas hojas (si es usado, por ejemplo) y también de cómo se siente el libro, su peso, la textura del papel, el olor que tiene, etc. Esta experiencia es uno de los principales motivos por los cuales la gente prefiere el libro físico por sobre el digital, porque no quieren abandonar esta parte del proceso de lectura.

Tal vez está de más decir los contras, pero van igual: tienen valor más elevado, pueden ser de gran volumen (lo que dificulta y entorpece la lectura) y luego de cierto tiempo, la acumulación de libros involucra tener espacio de almacenaje, que muchas veces escasea.

Mejor lugar donde encontrarlos: cualquier librería, pero debo recomendar que vayan a las de barrio (si es cerca de la casa, ¡mejor!) y empiecen a conocer a su librero. De esta manera la experiencia del libro se expande un poco y reciben buenas recomendaciones.

Libro digital:

El primer contra, es que se necesita un dispositivo electrónico (ya sea una Tablet o un e-reader) para leerlo, pero a la larga es una inversión y cada día es más fácil encontrar una amplia oferta en Chile. Algunos pros ya los mencioné, como poder andar con muchos libros en el dispositivo (yo tengo 250 en la biblioteca de mi Kindle y vayan a saber cuándo los leeré todos). Además, puedes ajustarlo a tus necesidades en cuanto a tamaño de letra e iluminación de la pantalla (los que cuentan con esta opción en su configuración), y también está la posibilidad de acceder a un diccionario para consultar las palabras que no conocemos.

Ahora, un contra (y me refiero principalmente a las tablets) es que está el riesgo de distraerse al tener la posibilidad de hacer más cosas además de leer (el temido multitasking). Por eso recomiendo e-readers por sobre tablets, para no tener esta distracción (en los e-readers, como el Kindle, solo se puede leer). Adicionalmente, las tablets también tienen el problema de la luz azul (nos mantiene activos durante más tiempo y dificulta la conciliación del sueño), cosa que los e-readers han sabido manejar bastante bien.

Audiolibro:

Lo que inicialmente se planteó como una solución para las personas con discapacidad visual, ahora se ha convertido en una alternativa para que cualquier lector pueda disfrutar de un libro en distintos momentos de su día: en los trayectos en auto o incluso mientras hace deporte. Este formato, a mi parecer, debe ser uno de los más versátiles en cuanto al lugar en donde se puede usar, pero sigue estando en “vías de desarrollo”, y con esto me refiero a que la oferta de libros que se encuentran ya como audio, no es tan grande como la de físicos o digitales, y es mayor para el idioma inglés. Personalmente no soy fan del audiolibro, principalmente porque me distraigo muy fácil cuando estoy escuchando algo, por lo que me cuesta seguir el hilo del relato.

Y así voy variando entre papel y digital (estoy al debe en el uso de audiolibros), muchas veces según la disponibilidad del libro en español. Si sé que el libro es demasiado grande o si no estoy segura de quererlo en papel, opto por comprar el digital, otras veces voy a la librería porque tengo ganas de leer algo y de tocar el libro. Bueno, ahí los que son amantes de los libros como yo, entenderán esa sensación.

Siempre habrá puristas que digan que leer es exclusivo de los libros en papel, pero yo digo que no hay reglas, hay que simplemente disfrutar del proceso y aprovechar cada uno de los formatos que están disponibles para satisfacer nuestras necesidades. Como dijo la escritora Ann Patchett: I care that you read, not how” (“Me importa que lean, no cómo”).

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Felipe Lazo | 2018-11-27 | 15:01
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Estuve bastante reticente a dejar el papel, pero una buena oferta y las ganas de salir de la duda me hicieron probar. A favor del Kindle no tengo mucho que agregar, salvo decir que me hace concentrarme más por dos razones: 1. Toda la página está a la vista casi sin esfuerzo visual y 2. el cambio de página toma menos.

Uso el Kindle mayormente para leer en transporte público.

La ventaja del papel es que como tiene mayor enlace con sensaciones físicas, es más fácil recordar posiciones específicas del libro. Esto es particularmente importante al estudiar y querer compartir un párrafo en particular en algún momento.

Leo libros físicos en casa o cuando son grandes.
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Exacto, me pasó lo mismo y me pasa lo mismo con los libros físicos. Saludos!
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Gillda Gutiérrez G. | 2018-11-30 | 12:52
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Disfruto de los 3 formatos. Adoro los libros en formato físico, creo que la experiencia de ir a la librería es única y además me gusta tener mi librero en casa. Cuando hay invitados y quiero recomendar una historia, es genial simplemente levantarse, tomar el libro y prestarlo (registrando a quién, porque para mi los libros son tesoros).
También prefiero el formato digital para el transporte público, cuando la historia me interesa pero no me convence para comprarlo o simplemente el libro no llega a Chile en formato físico.
Y disfruto de los audiolibros, realmente me apena que la oferta en español sea tan escasa. Los uso cuando quiero descansar, con los ojos cerrados y ojalá recostada en la cama, así me concentro en la historia.
Como dices cada uno tiene sus ventajas, lo importante es que no dejemos de leer.
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Es que si amas los libros de verdad, no te va a importar el formato. Saludos y a seguir leyendo!
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