Interestellar y sus tres horas de ciencia ficción ha dado mucho que hablar con sus exploraciones de teorías sobre el espacio y el conocimiento humano de la realidad que nos rodea. La película amada por unos y criticada por otros, es un ejemplo más de la enorme cantidad de relatos que nos han llenado la imaginación desde niños con los misterios que esconde el universo.
Lugares desconocidos, enormes planetas donde podrían vivir otros seres inteligentes, los temidos agujeros negros cuya gravedad engulle todo a su paso, son realidades que suenan inverosímiles, pero son hechos científicos y proyecciones de lo que podríamos seguir descubriendo mientras más se desarrolla la astronomía.
Los avances que han logrado estos genios de la astronomía, la física y las matemáticas nos han ayudado a develar cada día más este mar de estrellas en el que nada nuestro pequeño planeta Tierra. Desde Galileo y su telescopio han pasado siglos de exploración y desarrollo tecnológico que cada vez nos acercan más a la verdad de quienes somos, hasta llegar a Chile y un nuevo récord mundial.
El telescopio más grande del mundo jamás conocido se construirá en las arenas del Desierto de Atacama: el E-ELT, llamado por sus literales siglas de "Telescopio Europeo Extremadamente Grande" (European Extremely Large Telescope).
Explorar planetas lejanos, analizar de qué están hechas las diferentes galaxias que quedan a miles de kilómetros de la Tierra y las reglas del misterioso universo (que nos hace sentir insignificantes) son algunas de las tantas cosas que se podrán hacer con este telescopio y su lente 39 metros de diámetro.
Ya sabemos que los cielos de nuestro norte son la envidia en el mundo y tierra prometida para los astrónomos por la baja nubosidad del desierto, condiciones que ya nos han hecho ser sede de los observatorios más importantes del universo como el famoso telescopio ALMA, el más grande existente hasta la fecha y otros de clase mundial como el Very Large Telescope (VLT), el observatorio astronómico de luz visible más avanzado del mundo.
Por eso el contrato más grande en la historia de ESO, de un costo de 1,3 millones de dólares, se instalará en dos fases a partir de 2015 en Cerro Armazones, una cima en el desierto de Atacama de alrededor de 3.000 metros de altura, ubicada a unos 20 kilómetros del VLT en el Cerro Paranal.
Casi la mitad del largo de una cancha de fútbol, unas cuatro veces más que los más grandes existentes al momento, medirá el E-ELT y será el telescopio más grande para observar en lo visible y lo infrarrojo cercano (hay radiotelescopios más grandes).
Su enorme tamaño se justifica por la cantidad de luz que podrá recoger y el nivel de detalle con el que permitirá ver: 15 veces más luz que los telescopios ópticos más grandes que operan en la actualidad y 15 veces más nitidez de imágenes como las del telescopio espacial Hubble. Además, podrá cambiar la forma de sus espejos mil veces por segundo.
Es "el más poderoso de todos los extremadamente grandes proyectos de telescopios actualmente planeado", asegura Tim de Zeeuw, Director General de ESO.
Este gran ojo podrá rastrear planetas habitables, al captar imágenes de los exoplanetas rocosos (fuera del sistema solar) y caracterizar sus atmósferas.
Podrá medir directamente la aceleración de la expansión del Universo, hacer observaciones ultra-sensibles de sus profundidades y su lente permitirá compensar la falta de claridad de imágenes estelares que se producen por turbulencias atmosféricas.
También permitirá realizar "arqueología estelar" en galaxias cercanas a la nuestra, medir las propiedades de las primeras estrellas y galaxias y explorar la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura.
Según los expertos el E-ELT va a impactar en muchas áreas de la astrofísica y la tecnología, pues abordará los mayores desafíos científicos de la actualidad. "Un telescopio de este tipo puede finalmente revolucionar nuestra percepción del Universo, tanto como el telescopio de Galileo lo hizo hace 400 años", aseguran en ESO.