Aterrizaron en Chile las primeras reverse vending de Latinoamérica hechas especialmente para el reciclaje de envases. La idea de esta tecnología es promover la práctica de aprovechar los residuos y hacer más simple su reciclaje, en un mundo consciente del impacto medioambiental de los desechos, pero aún no tan consecuente en sus actos.
Solamente en Chile se descartan cerca de 13 mil toneladas diarias de plástico, vidrio y latas de aluminio. Todo eso puede ser reciclado, pero lo más complicado para masificar el proceso, es el costo que tiene el transporte de los envases a las plantas de tratamiento. Ocupan demasiado volumen y necesitan muchos viajes para ser transportadas, algo que también aumenta la contaminación del aire por las emisiones de CO2 de los camiones.
Estas máquinas que trae BLUTEK son de tecnología italiana y compactan o trituran vidrio, plástico PET y latas de aluminio. Gracias a eso, logran almacenar en el espacio de un refrigerador hasta 2.500 botellas PET de medio litro, en vez de unas 120 sin compactar, 600 botellas de vino y 650 latas de aluminio.
Estas "vendomáticas" están diseñadas para usarse en espacios públicos como plazas, malls, clínicas, municipalidades, colegios y son muy fáciles de utilizar ya que el usuario solamente debe introducir la botella o lata. Además, buscan no afectar el entorno con un diseño simple y compacto, de alrededor de 1/2 m2.
BLUTEK ofrece el servicio de las máquinas y también la posibilidad de retiro de los residuos junto a un certificado de trazabilidad, que asegura que esos materiales fueron enviados a plantas de reciclaje aprobadas por el Cesma y que no llegaron a parar a un vertedero, como se ha descubierto en algunos casos de falso reciclaje.
¿Cómo funciona el negocio? Quienes contratan el servicio, se ahorran gastos en transporte y manipulación de los desechos, además del beneficio de ofrecer reciclaje en sus espacios. Por su parte, BLUTEK se beneficia al arrendar estas máquinas y compartir las ganancias de recolección con las empresas que se dedican a ello.
Un ejemplo del uso de estas máquinas es el caso de PepsiCo en Italia, que hizo una campaña de reciclaje e instaló máquinas con la gráfica de tres de sus bebestibles, que usan botellas plásticas y latas de aluminio. Por un lado se incentivó el consumo de esos productos y por otro, ayudó directamente a que el usuario reciclara los residuos después de consumirlos. Además, con el reciclaje de las latas se logró un 95% de ahorro en energía que se usa para producir el aluminio.
Diego Labra, Gerente General de BLUTEK, espera que unas 50 reverse vending estén funcionando en 2015 en Chile y luego expandir su acción por Sudamérica.
"Creo firmemente que la implementación de una tecnología como esta va permitir disminuir en parte, y con eso me quedo tranquilo, la cantidad de residuos que llegan todos los días a los vertederos, y que tienen un uso y una energía que ahorrar, además de disminuir el impacto ambiental", aseguró.
Además, nos cuenta que pronto planean traer también máquinas que compactan desechos no reciclables: vasos de café y restos generados en los patios de comida, algo que también genera beneficios ecológicos y sanitarios.
Reducen el volumen de la basura en un 80%, exigiendo menos viajes de traslado, disminuye la necesidad de grandes espacios para las bolsas de basuras y controla los líquidos que produce la basura, disminuyendo altamente la posibilidad de presencia de ratones y cucarachas en los lugares de residuos.