Negocios rentables que a la vez ayuden a solucionar problemas sociales y ambientales. Eso es lo que buscan las Empresas B y en Chile hay algunas que avanzan hacia este objetivo (¡El Definido es una de ellas!), enfocadas en impactar positivamente a las comunidades rurales, ayudando al desarrollo de las regiones, generando nuevas oportunidades y vinculando a los habitantes con su entorno a través de un trabajo colaborativo.
Hoy queremos mostrarte dos Empresas B chilenas que han logrado conciliar un alto compromiso con las comunidades locales, con la rentabilidad. Con voluntad y trabajo, ¡se puede!
Ballon Latam: dando alas a los “innovadores invisibles”
Uno de estos casos es Balloon Latam, Empresa B chilena que apoya a emprendedores locales y forma agentes de cambio para impulsar el desarrollo de las comunidades de América Latina. Desde el año 2011, trabajan con la convicción de que el capital social es la base para generar el desarrollo.
“Creemos que si logramos cambiar la forma en que nos relacionamos, vamos a poder encontrar mejores respuestas colectivas a los desafíos que tienen las comunidades, el planeta y la sociedad”, dice Florencia Mesa, directora de Balloon Latam y además miembro del directorio de Sistema B.
Para lograr este objetivo, se basan en cinco pilares que determinan el éxito de su trabajo:
- Generar mayor cohesión social; más y mejores vínculos entre las personas.
- Más confianza con uno mismo, con los otros y con el entorno.
- Más identidad, aumentando el sentido de pertenencia y de orgullo.
- Más inclusión económica, generando y mejorando ingresos y empleo.
- Más responsabilidad comunitaria, con el medioambiente y con las personas.
Una de las formas concretas en las que trabajan, es apoyando y fomentando a emprendedores locales. “Fortalecer los vínculos, relaciones y conexiones, hace que tengamos mejores negocios y que la calidad de vida de esa comunidad sea la que ellos elijan y no la que decidan los expertos que llevan las soluciones. Así, nosotros los que hacemos es llevar los medios y las herramientas para que ellos puedan elegir un desarrollo con pertinencia territorial”, explica Florencia.
En este trabajo, que ya han realizado con más de 60 comunidades locales, han descubierto la importancia de los innovadores invisibiles, personas de las comunidades que son innovadoras y emprendedoras, pero que lo hacen sin un entorno desarrollado que los apoye, sin tecnología, pero dándole un valor al territorio y a los recursos que tienen.
Para Florencia Mesa, “la mayoría de estos emprendedores son Empresas B de corazón porque tienen impacto positivo en el medioambiente, con su comunidad y quieren emprender; tienen una mirada de triple impacto [social, medioambiental y desarrollo económico], la única diferencia es que no están certificadas”.
Travolution: turismo con sentido y en apoyo de las comunidades
Otro camino es el que ha tomado Travolution, Empresa B que se define como “una comunidad que nace para hacer del turismo una herramienta que fomente el desarrollo local sostenible a través de turismo comunitario”.
Desde ahí que su trabajo se enfoca en generar experiencias de viaje que sean beneficiosas tanto para los turistas como para las comunidades anfitrionas, vinculando a comunidades indígenas, organizaciones barriales, campesinas y de pescadores, entre otras, y apoyando la comercialización de sus servicios, contactando agencias y turistas responsables que quieran visitar sus territorios.
Ofrecen viajes a la medida y con guías locales en lugares como Isla de Pascua, Atacama, Chiloé, La Araucanía y la Patagonia, donde los turistas se pueden relacionar directamente con las culturas locales a través de sus protagonistas (si te interesa vivir una de estas experiencias, encuentra aquí más información).
“Si bien el turismo es uno de los sectores económicos más importantes del planeta, muchas veces su aporte a los territorios es nulo y todos los ingresos quedan en grandes compañías transnacionales o de las grandes ciudades. En Travolution, cerca del 40% de nuestros ingresos brutos llegan a proveedores de comunidades rurales y nuestro objetivo es lograr que crezca ese porcentaje y el monto total”, dice Juan Ignacio Marambio, director ejecutivo de Travolution.
Las comunidades rurales e indígenas enfrentan día a día problemáticas medioambientales, económicas y socio-culturales, y desde Travolution tienen la convicción de que el turismo comunitario puede colaborar en la solución de estos problemas, siendo una herramienta clave para el desarrollo local sostenible: ayudando a la protección de los territorios, generando ingresos y oportunidades de trabajo local, y poniendo en valor la diversidad y riqueza cultural.
Ser empresa y tener impacto social
El equilibrio entre el negocio y el impacto positivo, es algo que está presente en todas las Empresas B, pero cada una lo vive de una manera distinta.
Desde Balloon Latam, Florencia admite que “al principio aceptábamos muchos negocios solo por el impacto social, pero a veces eso nos hacía perder el foco, porque estábamos aceptando todo en vez de discriminar por aquellos que fueran más rentables. Hoy estamos poniendo al mismo nivel la sostenibilidad financiera que el impacto social. Y eso te ayuda no solo a que tu negocio se mantenga en el tiempo, sino que a tomar las alianzas y los negocios que generan ese triple impacto, que en este caso es lo mejor para la empresa”.
Ya han trabajado en más de 2.300 proyectos locales (donde el 75% son liderados por mujeres), en cinco regiones del país y tienen presencia en tres países de Latinoamérica. Colaboran con más de 25 universidades y ya cuentan con más de 330 agentes de cambio que provienen de 25 países del mundo.
Uno de los grandes hitos de este año fue la Fiesta de Emprendimiento Local en Licantén, en la que participaron más de 600 personas, hubo más de 200 stands, talleres de oficios locales y la presentación de diferentes emprendimientos con impacto positivo para el territorio.
Juan Ignacio, de Travolution, dice que “el equilibrio es complejo, especialmente en nuestro ámbito. Siendo una empresa intermediaria, intentamos que la principal proporción de ingresos llegue a las comunidades, manteniendo nuestras comisiones relativamente bajas. Eso plantea desafíos en cuanto al crecimiento de la empresa. Es un buen desafío de todas formas, porque nos impulsa a generar mayor impacto positivo”.
Y agrega que eso también les obliga a ser creativos en cuanto a la medición de los impactos. “No queremos ser una empresa que cree que lo está haciendo bien. Queremos ser capaces de medirlo y demostrarlo, y para eso estamos llevando a cabo una investigación (me atrevo a decir única en Chile en turismo) respecto de los impactos económicos y sociales de nuestro trabajo”.
Actualmente, Travolution es una Empresa B que crece alrededor de un 30% anual, y en 2018 tuvieron alrededor de 100 personas que viajaron con ellos, llegando a más de 20 iniciativas comunitarias. “Somos pequeños, pero queremos crecer bastante”, dicen.
El desarrollo de nuestro país y de las comunidades rurales, también depende de nosotros. Hoy tenemos la oportunidad de involucrarnos y apoyar proyectos como éstos, de decidir comprar productos de emprendedores locales o de tener unas vacaciones más conscientes. Te invitamos a que en tu próxima decisión, consideres qué impactos estás generando en la comunidad.
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