La demencia y específicamente el alzheimer, son enfermedades que afectan no solamente a quienes las padecen, sino a un núcleo familiar completo. Se trata de enfermedades progresivas, ante las cuales no hay un tratamiento probado, lo que puede provocar una gran angustia. ¿Cómo puedo ayudar a mi padre (madre, abuela o abuelo) si sé que esto no tiene remedio? ¿Cómo lograr que disfrute esos últimos años de vida?
La buena noticia es que hoy existen terapias originales que tienen excelentes resultados, sujetos a estudios serios. Más que sanar, ayudan a frenar el avace de la enfermedad, posibilitando una mucho mejor calidad de vida. Y lo mejor de todo, es que quienes las llevan a cabo, lo pasan bien en el proceso. ¡Veamos cuáles son!
¡A jugar Wii con el abuelo!
Si tu mamá o papá tiene alzheimer, le podría tocar aprender muchas cosas, entre ellas, jugar Wii. ¿Jugar qué?
Si no la conoces, Wii es una consola de videojuegos que está en el mercado desde 2006. A diferencia de la mayoría de esas consolas en que los controles sirven para dirigir a un personaje, los de Wii permiten apuntar a la pantalla para seleccionar ciertas opciones y reconocer los movimientos de los jugadores. Por eso, no es obligatorio que estén sentados frente al televisor.
De la mano de esta consola es que nace la Wii-terapia, un tratamiento lúdico para pacientes con alzheimer que ofrece el Centro de Referencia Estatal, conocido como el CRE Alzheimer, en Salamanca (España). ¿En qué consiste?
Ocupan juegos que estimulan las funciones cognitivas, como el aprendizaje, la atención y la memoria, especialmente la visual. Por ejemplo, los pacientes tienen que responder una pregunta que realiza el juego a través de la selección de los objetos que están en la pantalla. Para eso, deben tomar el control, apuntarlo hacia el televisor y seleccionar el objeto correcto.
A partir de su experiencia, los investigadores del centro hicieron una guía sobre esta terapia para que la copien otros lugares que atienden a pacientes con alzheimer.
Ahora vas a tener una muy buena razón para compartir tu amor por las consolas con tuabuelo o tu abuela, especialmente si tiene alzheimer.
Otra razón más para amar a los perros
Los doglovers van a estar felices con esta noticia: los perros de asistencia no solo ayudan a los ciegos, sino que también son el mejor aliado de quienes tienen alzheimer.
Los motivos son varios, pero entre ellos sobresale que los perros son capaces de incentivar a los pacientes a participar en la terapia y los ayuda a mejorar sus relaciones sociales, según la experiencia del CRE Alzheimer.
Ahí la realizan desde 2012 y tiene como objetivo aumentar la atención y concentración, ejercitar la psicomotricidad y mejorar los movimientos corporales, entre otros.
¡Luz, ven a mí!
La luz es uno de los grandes responsables del funcionamiento de nuestro reloj biológico. Sin embargo, como consecuencia del envejecimiento, este reloj empieza a sufrir alteraciones, y si le agregamos que los ancianos tienden a salir menos de sus casas, comienza a sufrir desajustes. Cuando se trata de pacientes con alzheimer, estos desajustes son mayores.
Para contrarrestarlos, es posible realizar luminoterapia, que como dice su nombre, es una terapia en la que se les pide que desarrollen ciertas tareas, como dibujar o escribir, siempre bajo una lámpara con luz brillante que es lo más parecida a la intensidad de la luz solar.
En la residencia de ancianos La Bonanova, en Palma de Mallorca (España), usaron esta terapia y notaron que los pacientes pudieron conciliar el sueño mucho mejor y que casi no despertaban en las noches. Además, estaban mucho más relajados y con mejor humor.
El método Montessori no solo es para los niños
Montessori es un método educativo que busca estimular la autonomía, la responsabilidad y la autodisciplina en los niños.
A diferencia de los sistemas considerados como tradicionales, el profesor acá se denomina “guía”, y es el encargado de observar y orientar a sus estudiantes en las actividades experimentales de prueba y error. Así, cuando no las resuelven, pueden sacar sus propias conclusiones hasta lograrlo. Sin apuro. Pero ¿cómo se relaciona con el alzheimer?
Durante nueve meses, un equipo de terapeutas ocupacionales de Coruña (España), aplicó este método en actividades que pueden sonar simples para cualquiera, pero complejas para alguien con alzheimer, como acostarse en la cama, bañarse, comer, ir al baño, sentarse en un sillón, subir y bajar escaleras, vestirse, entre otras.
En este estudio, la intervención con el método Montessori se realizó por cuatro meses, período en que los guías fueron los terapeutas y en algunos casos las familias de los pacientes. Y los resultados fueron notables. ¿Por qué?
Primero, los pacientes tuvieron mejoras notables en sus relaciones con otros, siendo mucho más afectuosos con sus familiares y pares. Y segundo, porque los pacientes lograron estar más calmados y reducir sus conductas problemáticas. ¡Y todo esto en pacientes que tienen alzheimer en estado moderado-grave y grave! Es decir, son pacientes que necesitan ayuda la mayor parte del tiempo, no recuerdan mucho de su historia personal y olvidan los nombres de sus cercanos, con quienes muchas veces comparten la mayor parte del tiempo.
¡Mirar el techo nunca fue tan entretenido!
En un centro de Eindhoven, en los Países Bajos, están usando una terapia que resulta novedosa para este lado del planeta. Se trata de proyectar imágenes de paisajes y lugares conocidos en el techo para los enfermos con alzheimer, especialmente los que están en cama. Así, ¿quién dijo que mirar el techo es fome?
Esta terapia visual se enmarca en un tipo de intervenciónmayor llamada Snoezelen. Esta es una combinación de dos palabras en holandés, "doezelen" y "snuffelen", que se pueden traducir como "relajar" y "oler", respectivamente, debido a que se trata de una terapia sensorial.
Este tratamiento surgió en los años 70 en los Países Bajos y en un principio estaba dirigido a los pacientes con discapacidades de aprendizaje. Sin embargo, con los años, se amplió a quienes tienen alzheimer debido a que comparten ciertas dificultades en el desarrollo de funciones cognitivas y comunicativas.
Entonces, con la terapia sensorial se sienten mucho más animados, tienen mejor humor, son más afectuosos, están más relajados y se comunican mucho mejor. Es decir, esta terapia los ayuda a salir del cascarón.
El van Gogh que lleva dentro
Que no vendió ni un cuadro en vida, que se cortó la oreja y que tuvo episodios de demencia; son los capítulos más conocidos de la vida de Vincent van Gogh. Pero este pintor da para mucho más, por lo que incluso podría ser una fuente de inspiración para quienes sufren de alzheimer. ¿Y cómo?
¡Pintando! La pintura es una de las principales actividades de la arteterapia. De hecho, uno de sus principales exponentes, Lester Potts (1928 - 2007), es un gringo con alzheimer que empezó a pintar con acuarelas mientras vivía en un centro para ancianos en Tuscaloosa (EEUU).
Esta nueva faceta en su vida le gustó tanto, que en solo cuatro años pintó más de 100 cuadros. Ahora incluso se venden por internet a través de la fundación Lester's Legacy, creada por su hijo Daniel, quien busca difundir este tipo de terapia entre otros centros.
Uno de los centros que adoptó esta terapia fue Visiting Angels, también en Estados Unidos. Su director, Larry Meigs, destaca sus beneficios: reducir el estrés y traer al presente ciertos recuerdos. Además, recomienda el arte abstracto: “es la forma perfecta para que las personas con demencia comuniquen sus sentimientos de forma no verbal”, cuenta Larry.
¿Qué otra terapia no farmacológica conoces para pacientes con alzheimer?
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