Quienes viven en la ciudad saben perfectamente que las temperaturas se sienten distinto a como las anuncian en la televisión. Esto se debe, principalmente, a que en las junglas de cemento abundan las llamadas "islas de calor".
Hablamos de focos de intenso calor en zonas desprovistas de cobertura vegetal y abundantes en asfalto y concreto, materiales que reciben y almacenan radiación solar en grandes cantidades e incrementan la temperatura de sus alrededores. En Chile, esto se observa especialmente en algunas zonas Santiago, por su densidad de construcciones y escasez de áreas verdes.
Además de ser una incomodidad del día a día, esto tiene consecuencias importantes. Los costos del aire acondicionado aumentan, como también la frecuencia de los "golpes de calor". Este padecimiento consta de un aumento de temperatura corporal que no puede ser apropiadamente regulado por el cuerpo, y que puede tener consecuencias fatales, sobre todo en bebés, niños pequeños y adultos mayores.
En ciudades calurosas, como Los Ángeles (Estados Unidos), cada grado importa, y es por eso que una de las metas del actual alcalde de la ciudad es reducir las temperaturas en 3°F (alrededor de 1,5 °C) en las próximas 2 décadas. Se trata de un objetivo no menor, dado el efecto térmico adicional que está teniendo el calentamiento global.
Dentro de las medidas que están evaluando, destaca una que está siendo ya probada en la ciudad: pintura.
"Sellado de asfalto de alto rendimiento que logra temperaturas de superficie más bajas con su superficie de color más claro y mayor reflectividad", así describe su "pintura" la compañía GuardTop.
Se trata de un producto que desarrolló la compañía con fines, inicialmente distintos: evitar el espionaje militar. Según el vicepresidente de venta de GuardTop, hubo interés en aplicar capas de este producto en pistas de despegue y aterrizaje, para ocultar a posibles satélites espías utilizando cámaras infrarrojas. Hoy, el material bautizado como CoolSeal, se utiliza en proyectos inmobiliarios. Su fórmula es patentada, pero medios han reportado que está hecha a partir de materiales reciclables.
CoolSeal, que se aplica como una capa de tono gris-claro, ha sido el producto elegido por la ciudad para probar sus efectos en calles de 14 de sus 15 distritos municipales. Mediciones previas, hechas en un estacionamiento que sirvió como muestra experimental, indican una diferencia de 10 °F (alrededor de 5°C) entre pavimento tratado y no tratado.
Y si la falta de cobertura vegetal es una de las causantes de las islas de calor, ¿por qué no plantar más árboles? Eso sería lo ideal, sobre todo porque las áreas verdes tienen muchos efectos positivos que van más allá de una variación de grados. Pero en el caso de una ciudad donde el 61% de su superficie está cubierta de pavimento, asfalto o construcciones, utilizar este mismo medio para reducir las temperaturas es una muy buena oportunidad.
Más allá de los números en el termómetro, CoolSeal beneficiaría a muchos de los ciudadanos de Los Ángeles, ciudad que registra casos de golpes de calor ¡incluso en invierno! Desde personas que trabajan en el exterior hasta familias que no pueden costear el aire acondicionado, señala Alan Barreca, profesor de ciencias ambientales de la Universidad de California.
Dado que no es un producto barato (cuesta 40 mil USD o 25 millones CLP cubrir 1,6 kilómetros y dura 7 años), los efectos serán estudiados durante este otoño del hemisferio norte. Posteriormente se evaluará su aplicación a gran escala.
"Hay estimados que sugieren que cubrir un tercio del pavimento de la ciudad con materiales más frescos, podría ser suficiente para mover la ayuda de la temperatura de la ciudad", agregó Greg Spotts, miembro del Departamento de Obras Públicas de la ciudad.
Si es exitosa, valdría la pena evaluar esta medida para su aplicación a nivel local. Según la Dirección Metereológica de Chile, 2016 fue el año más cálido registrado en la historia nacional, siendo el segundo año consecutivo en batir récords. ¡Ufff!