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Imagen: Rodrigo Avilés

Descubren por qué dormir ayuda a consolidar la memoria

Muchas veces hemos escuchado que dormir, entre otros beneficios, es clave para el aprendizaje y la memoria. ¿Qué hay detrás de eso? Científicos observaron lo que estaría haciendo nuestro cerebro mientras descansamos en los brazos de Morfeo.

Por Paula Walker | 2017-02-23 | 16:40
Tags | sueño, vigilia, descanso, cerebro, neuronas, sinapsis, memoria, aprendizaje

Hay pocas cosas más agradables que apoyar la cabeza en la almohada después de un intenso día, y largarse a dormir. Nuestro cuerpo lo pide, nuestra mente más.

Es algo necesario para nuestro organismo por muchas razones (desde el sistema inmunológico, hasta la digestión) y muchas veces hemos escuchado que es muy importante para el aprendizaje y la consolidación de la memoria. Pero, ¿qué pasa ahí realmente? ¿Qué es lo que hacen esos Minions de nuestra cabeza mientras dormimos sin saber qué está pasando en el mundo?

Una primera aproximación

Primero, para entender. La sinapsis es la comunicación funcional entre dos o más neuronas, que les permite transmitir un impulso nervioso para coordinar una función del organismo. En palabras más simples aún, es la conexión entre neuronas que permite que nuestro cerebro funcione.

"Los comportamientos y las memorias que desarrollamos están codificados en estas redes interconectadas de neuronas, que se basan en el tamaño y la fuerza de la sinapsis para comunicar mensajes de manera efectiva", explican en Science Alert.

Bien.

El 2014, se dio a conocer un estudiodel Instituto de Medicina Biomolecular de Skirball (NYU, EE.UU.), donde se entrenaron a 15 ratones para correr hacia atrás o adelante sobre una barra giratoria. A algunos le permitieron dormir después durante 7 horas, mientras que el resto se mantuvo despierto.

Supervisaron su cerebro, viendo en tiempo real cómo respondían al aprendizaje de las diferentes tareas y descubrieron que el aprendizaje de las nuevas tareas formó nuevas espinas dendríticas (pequeñas estructuras al final de las células nerviosas que ayudan a enviar mensajes de una neurona a otra), pero esto sucedió solamente en los ratones que durmieron.

Es así como aventuraron que quizás exista una correlación entre el sueño y la formación de nuevas espinas; en sencillas palabras, dormir fortalecía y les facilitaba el aprendizaje posterior. Pero aunque se sugiere esto, el estudio no demuestra de manera concluyente que estas nuevas espinas realmente ayudaran a la transmisión de señales entre las neuronas. Cuando se trata de ciencia, hay que ser cuidadosos.

Nuevos descubrimientos: "podando" conexiones

Un estudio reciente de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.), dio a conocer nuevos avances. Hace más de una década que tenían una hipótesis sobre la relación sueño-memoria, la de la homeostasis sináptica, y recientemente encontraron más evidencia de la que existía para fortalecerla. ¿Cuál es la teoría?

Que el sueño le permite a nuestro cerebro recortar las conexiones que realizan las neuronas mientras estamos despiertos, para así afinar las lecciones que hemos aprendido. Sí, cual poda.

Cuando estamos en vigilia, el cerebro refuerza las conexiones neuronales al máximo (aumentando también la necesidad de energía). Quizás con demasiado entusiasmo. Por eso el sueño tiene la función de hacerlo descansar, ayudándolo a integrar el material recién aprendido, con recuerdos consolidados, para volver a comenzar al día siguiente.

Esto lo hace "podando" las sinapsis, para dejar solamente la información necesaria, despejando lo que sobra. Es decir, dormimos para olvidar ciertas cosas y fortalecer otras. ¿Cómo lo notaron?

Los ratones, en esta ocasión, fueron separados en tres grupos: los que habían dormido, los que habían sido mantenidos despiertos y entretenidos, y los que se mantuvieron despiertos, pero no estimulados. Luego, en todos los grupos, se midió el tamaño y la forma de cerca de 7.000 sinapsis a través de cientos de secciones cerebrales. Los ratones dormidos contenían sinapsis un 18% más pequeñas que las de aquellos que estaban despiertos.

Eso quiere decir que nuestro organismo se encarga de consolidar aquellas conexiones necesarias, y de paso, de despejar nuestro cerebro para que descanse y vuelva a empezar un nuevo día a plena capacidad.

Además, científicos de la Universidad de Johns Hopkins (EE.UU.) también encontraron evidencia similar realizando otro tipo de experimento, lo que sumado a resultados de laboratorio como los de 2011 y los de 2013, estarían dándole cada vez más razón a la hipótesis de la homeostasis sináptica, y de paso esclareciendo los misteriosos mecanismos de nuestro cerebro durante el sueño.  

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