El test de ADN no sirve solo para determinar la paternidad o maternidad de una persona, obviamente, sino una amplia gama de información específica sobre un individuo, único en su especie. Hoy estamos interesados en saber quiénes somos y cómo es nuestro particular organismo. ¿Cómo soy? ¿De dónde provengo? ¿Tengo parientes que no conozco? ¿Tengo alguna alergia y no tenía idea?

Estas preguntas pueden ser respondidas con un examen de ADN y hoy se hace más simple que nunca. Ya no necesitas pisar una clínica ni un laboratorio, desde la comodidad de tu casa puedes contratar 23andMe, un servicio que permite resolver muchos de estos interesantes cuestionamientos de manera fácil y más alcanzable para el bolsillo.

Basta con registrarse en la web y pedir a domicilio (como si pidieras una pizza) una caja para hacer el test, que trae un kit con un tubo y las instrucciones para realizar la sencilla prueba.

¿Cómo funciona?

Antes de empezar el test, debes estar 30 minutos sin comer. Una vez que pasa el tiempo hay que llenar el tubo con saliva, sellarlo y depositarlo en un buzón, para que los laboratorios de 23andMe lo analicen. Eso es todo.

Luego, hay que ser paciente, porque la espera para recibir los ansiados resultados en el correo electrónico, es de entre cuatro a seis semanas.

Dentro de los resultados te pueden dar información que ya conoces, pero esto te va a ayudar a confiar en el examen: el color de los ojos, si tienes pecas o incluso el tipo de lóbulo de tu oreja. Algunos pueden ser bastante graciosos. Pero además de eso, puedes conocer un montón de cosas sobre ti que jamás sospecharías, relacionadas a tu ascendencia y a las características fisiológicas de tu cuerpo.

Hay dos servicios distintos que se pueden contratar. Por un lado está el de ascendencia (desde $99 dólares, cerca de $63.500 pesos), que entrega datos sobre la composición de tu ascendencia, por ejemplo, descubrir de qué partes del mundo viene tu ADN, así podrás descubrir de qué regiones vienen tus antepasados con porcentajes, como cuán asiático, europeo o africano eres y de qué parte específicamente. También puedes descubrir parientes que quizás no conoces, pero para esto hay que dar un consentimiento previo porque es opcional. Incluso el examen es capaz de calcular qué porcentaje de tu ADN viene de los neandertales, porque aunque desaparecieron hace unos 40.000 años, su ADN sigue vivo en nosotros ¡podrías descubrir que eres menos evolucionado de lo que crees!

Uno de los testimonios del sitio 23andMe es el de Megan, ella es adoptada y no tenía información sobre su ascendencia. “Conté los días hasta que llegaron los resultados y cuando lo hicieron casi lloré. Después de 19 años de no saber nada y luego de escupir en un tubo, tengo un montón de información sobre mí”, cuenta.

El otro servicio, además de incluir la ascendencia, entrega información sobre la salud(desde $199 dólares, cerca de $128.000 pesos). Con este examen puedes obtener información sobre cómo los genes juegan un papel en el bienestar y estilo de vida de cada uno: cómo el ADN influye en los rasgos faciales, sabor, olor y otros; y averiguar si eres portador de ciertas enfermedades hereditarias, alergias, etc. Te dice, por ejemplo que si tus músculos son flexibles, si tienes más probabilidades de ser intolerante a la lactosa, o cómo es tu tolerancia al alcohol, por ejemplo (¡atentos ahí!). Esta opción, sin embargo, no está disponible para todos los países donde se ofrece el servicio porque depende de las regulaciones de cada país.

23andMe ya está disponible para pedirlo en varias partes del mundo, pero aún no llega a Chile, así que tendremos que esperar.

La empresa busca convertirse en una base de datos gigantesca, y ya cuentan con los datos de más de 1 millón de personas. ¡Tranquilos, no es para usar la información para espionaje ni nada por el estilo! Con esta información buscan estudiar los patrones genéticos de la humanidad y así impulsar descubrimientos científicos y médicos. Ellos aseguran que su misión es “ayudar a las personas a acceder, comprender y beneficiarse del genoma humano”.

¿Te harías el examen?