El famoso sueño americano, que por siglos ha mantenido a Estados Unidos como el destino ideal para muchas personas (cerca de 400.000 indocumentados al año) que quieren emprender y mejorar su calidad de vida, se ha visto truncado con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Hoy, debido a las políticas migratorias restrictivas que busca imponer el nuevo presidente norteamericano (y que ya se está dejando sentir), los migrantes ilegales seguirán están siendo deportados, comenzarían las persecuciones por una redada de agentes y se sentirán amenazados con la construcción del muro en la frontera de México que busca apartarlos. Es por esto que la posibilidad de hacer de Estados Unidos su nuevo hogar es una realidad que ya muchos latinos y extranjeros descartan. ¿Por qué? Ya no son ni se sienten bienvenidos.

Estas presiones de Trump cambian drásticamente la realidad migratoria de todo el continente americano, ya que durante muchos años Estados Unidos ha sido el destino de quienes huyen de la pobreza, de la violencia, de los desastres naturales, de la agitación política y de las crisis sociales. Ahora, las personas que antes utilizaban México como nación transitoria o como país de paso, lo están comenzando a ver como un país de refugio y como un país para echar raíces. Así tanto México como Canadá se están convirtiendo en las nuevas alternativas al “sueño americano”.

“¿Por qué querrías ir a un país donde no te quieren?”, pregunta Josué, un inmigrante de Honduras que hoy vive en México en el New York Times, refiriéndose a la idea de migrar a Estados Unidos. Tiene su lógica, y es por esto que, como él, cientos de migrantes latinos (principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala) han preferido probar suerte en México. Para ser más exactos: sólo el 2016, 8.100 extranjeros pidieron asilo en México (casi tres veces más que el 2015 y un aumento de 1.250% respecto al 2011). ¿Las razones? Se las contamos a continuación.

El gobierno se quiere hacer cargo

Llamó mundialmente la atención que la semana pasada el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, fuese a recibir en privado al aeropuerto a 135 mexicanos deportados de Estados Unidos. ¿Por qué sorprende?

Es primera vez en la historia migratoria de México que un mandatario realiza este gesto de apoyo y de encuentro, dejando en claro que “no los dejaremos solos”. Así, Peña Nieto busca demostrar el respaldo del Gobierno a los mexicanos repatriados, indicando además que México está estable, que existe empleo y que se está invirtiendo fuertemente en producción.

En otras palabras, su presencia en el aeropuerto y el mensaje que envió fue que los mexicanos volvieran a su casa porque se les recibe con los brazos abiertos y con oportunidades de desarrollo concretas. Esto se refleja también con la iniciativa impulsada desde el 2014: Somos Mexicanos, que busca facilitar la reinserción social y económica de las personas repatriadas mexicanas con el fin de que su retorno sea digno y productivo.

Esto, sin duda otorga seguridad a los mexicanos repatriados y a aquellos que pensaban migrar a Estados Unidos. Pero, ¿por qué miles de extranjeros están optando por México como país de refugio? Una de las principales razones es la seguridad que ha demostrado México en temas económicos tanto como sociales y políticos, a la posibilidad de encontrar trabajo y también al programa de asilo que tiene el país.

Puede que esto parezca difícil de creer, ¿no hay bastante delincuencia en México?, ¿no es que su crecimiento es moderado? Sí, puede que el país no sea todavía ideal en ese sentido, pero de los casi 9 mil migrantes que solicitaron asilo el 2016, a más del 63% se les otorgó este mismo o algún sistema de protección. El 2015 el porcentaje fue del 45%, por lo que un aumento de 18% en sólo un año, ha provocado una percepción de estabilidad y seguridad, por lo que más personas han optado por hacer de México su nuevo país de refugio. De hecho, los propios mexicanos se están quedando en su país. Desde el 2008, la migración de mexicanos a Estados Unidos ha disminuido de forma considerable.

Los refugiados tienen una verdadera oportunidad

Las autoridades mexicanas se han puesto las pilas y han reconocido la urgencia del tema migratorio. Así, en los últimos años han facilitado los trámites, liberando a los solicitantes de asilo que se encuentran detenidos mientras esperan la resolución de sus casos, han mejorado el acceso de los solicitantes a ayuda humanitaria, psicológica y legal, y han aumentado el personal encargado de los trámites migratorios.

El año pasado, la Constitución de México celebró la incorporación en el artículo 25 de la protección de los derechos humanos de las personas refugiadas y la implementación de políticas que promuevan su inclusión.

Además, México cuenta con la red de Casas del Migrante, organización que orienta y ayuda a los extranjeros que huyen de sus países a conseguir los papeles y documentos necesarios para solicitar asilo y el estatus de refugiados. También se les proporciona alojamiento, comida, apoyo espiritual, atención médica y legal.

Por otro lado, el gobierno está desarrollando programas de integración local de refugiados en conjunto con Naciones Unidas, para que los migrantes puedan asentarse bien en México, brindándoles ayuda para encontrar trabajo, vivienda y educación privada gratuita para sus hijos.

Un ejemplo es el programa piloto de Saltillo, capital de Coahuila, sector declarado con “condiciones idóneas” por ACNUR y que promete poder recibir a cientos de personas, incluidas familias completas de refugiados.

“Saltillo abre sus puertas y corazones a nuestros hermanos centroamericanos y sus familias a quienes la violencia los ha hecho huir”, comentó el alcalde de Saltillo, Isidro López Villarreal, agregando que “pueden llegar a Saltillo donde serán respetados y podrán conseguir un empleo”. Tan distinto al discurso de Trump…

Si bien las condiciones actuales de los migrantes en México no son las ideales, ellos mismos consideran que al menos se les recibe bien, que la gente es amable, que se sienten seguros, y que el gobierno está invirtiendo tiempo y recursos en mejorar las condiciones y oportunidades. Y con las nuevas restricciones de Trump, muchos creen que ya no vale la pena arriesgar sus vidas en “La Bestia” o en la frontera para cruzar a Estados Unidos, por lo que han optado por rehacer sus vidas en México.

La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados estima que, si las tendencias actuales perduran, México podría recibir más de 22.000 solicitudes de asilo durante este 2017.