El nombre de Madonna Buder ha tomado relevancia en el mundo del atletismo en los últimos años: mantiene el récord actual de ser la persona con mayor edad en haber terminado un Ironman, una de las más duras competencias que consta de 226 kilómetros en total, que deben ser realizados en menos de 17 horas.

Marie Dorothy Buder, más conocida como “La monja de Hierro”, nació en Missouri, Estados Unidos, en el año 1930, donde creció junto a su familia en la tranquilidad de Sant Louis. A la corta edad de 14 años, Marie Dorothy decidió que seguiría su primera vocación en la vida de la fe, logrando entrar a los 23 años al convento “Hermanas del Buen Pastor” en su ciudad natal, pasando a ser así, monja de claustro.

Cuando tenía 43 años, tras retirarse del convento y fundar la “Congregación de las Hermanas de la Comunidad Cristiana”; dio un vuelco en su vida y comenzó a desarrollar la pasión por el deporte y las triatlones, logrando convertirse, más tarde, en la triatleta más anciana del mundo, haciendo que las organizaciones tengan que abrir nuevas categorías etarias para permitir que Madonna pudiese correr.

El camino hacia las pistas

La hermana Madonna comenzó a prepararse para correr alrededor de los 50 años, luego de un retiro realizado con la hermandad en Oregon, donde el sacerdote a cargo de la actividad, la impulsó a seguir corriendo y entrenando, ya que, según él, “es una actividad para alinear el cuerpo, mente y alma”. Así, la religiosa logró terminar su primer triatlón en el año 1977 a la edad de 52 años, según cuenta en su libro autobiográfico “The Grace to Race”.

Tras participar en su primera carrera, Madonna comenzó a entrenar para ser parte del Triatlón de Irlanda a, donde compitió con una bicicleta de segunda mano y realizó la fase de natación en traje de baño, ya que en ese entonces, los trajes de neopreno no existían. Pese a lo anterior, logró finalizar la carrera antes que el plazo máximo de tiempo venciera.

Y fue en el año 2005, en el paradisiaco Hawaii, que Madonna obtuvo el récord de la mujer de mayor edad en completar un Ironman, el que consiste en 3,86 km de natación, 180,25 km de ciclismo y 42,2 km de carrera. Tenía 75 años.

Hasta la fecha, la hermana ha completado más de 325 triatlones, en los que se incluyen 45 Ironman completos.

Madonna admite que el entrenamiento busca adaptarlo a su vida de oración, por lo cual corre para llegar a la iglesia, pedalea más de 60 kilómetros a diario para poder llegar a un lago cercano en donde entrena natación y además, trota hacia sus visitas regulares a la cárcel.

En cuanto a su dieta, la hermana admite que busca lograr el consumo diario de frutas crudas y verduras, a lo cual le suma carbohidratos y proteínas en polvo. Para Madonna “escuchar lo que el cuerpo necesita” es fundamental para saber qué tipo de dieta debe seguir, logrando así mantenerse firme y nutrida en cada jornada de entrenamiento.

Pese a sus 85 años, Marie no había presentado ningún tipo de traumatismo físico, hasta que el año pasado sufrió una caída que le fracturó la pelvis, accidente del que se logró recuperar corriendo dentro del agua y haciendo ejercicios de elongación.

Uno de los últimos reconocimientos de la deportista, fue la incorporación de su imagen en el “USA Triathlon Hall of Fame” en el año 2014.

Actualmente, la hermana Madonna sigue entrenando para las competencias y ha protagonizado comerciales para marcas tan importantes como Nike, donde es destacada como una inspiración. Para Madonna, la edad no es un límite para seguir realizando la actividad que le apasiona, afirmando que “mi tiempo para el retiro aún no llega”.

¿Conocías la historia de Madonna Buder? ¿Tienes algún cercano de tercera edad que realice deportes exigentes?