Con la muerte de Shimon Peres (93), se va uno de los últimos grandes personajes de la Historia del siglo XX (solo nos queda Fidel) y uno de los últimos miembros de la generación fundadora del Estado de Israel, que crearon ese país de la nada, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y los horrores del Holocausto.

Aunque nació en Wiszniewo en 1923 (en lo que era Polonia y hoy Bielorrusia) su amor y lealtad como judío siempre fue hacia Israel, país al que se dedicó durante más de 70 años, recorriendo todas las escalas de la administración pública; comenzando como comprador de armas en el exterior para la organización armada Haganá (para muchos una organización terrorista), la antecesora de las poderosas Fuerzas de Defensa de Israel, y terminado como Presidente del país (2007-2014).

De colono a presidente

Hace 82 años, él y su padres se vieron forzados a huir de Polonia debido a la amenaza del nazismo, y emigraron a lo que entonces era la zona del Mandato Británico de Palestina, viviendo en sus primeros años en las granjas colectivas sionistas, conocidas como kibutz, que se expandían por ese territorio. Sus parientes de Polonia fueron todos exterminados por el nazismo.

El Estado de Israel fue establecido el 14 de mayo de 1948 y, después de luchar en la denominada "Guerra de Independencia" (conocida por árabes los como Nakba o "catástrofe") de 1948 a 1949, Peres fue enviado a EE.UU. para desempeñarse como director de la delegación del ministerio de Defensa en ese país, y para terminar su formación en las Universidades de Nueva York y Harvard.

Discípulo directo de Ben Gurion (considerado el Padre del Estado Judío y fundador del laborismo israelí), Peres comenzó su carrera política tras dejar su cargo en Defensa, y durante las siguientes cinco décadas (1959-2007) logró ocupar las más altas posiciones de la Knesset, el parlamento israelí: Primer Ministro en dos períodos, dos veces Viceprimer ministro, líder del Partido Laborista, ministro de Defensa, cuatro veces Ministro de Exteriores, entre otros cargos.

La culminación de su carrera política fue su nominación, por consenso, como Presidente de Israel (cargo que es más que nada ceremonial), en donde ejerció una suerte de contrapeso al gobierno conservador del actual Primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu, quien ha mantenido una dura posición en su relación con los palestinos.

Si quieres la paz, prepárate para la guerra

Pese a que a lo largo de su carrera mantuvo una visión de Medio Oriente en donde Israel podía coexistir en armonía con sus vecinos árabes, compartiendo recursos e incluso comercializando libremente a través de fronteras abiertas, a lo largo de su carrera mantuvo una postura inalterable en pos de defensa de Israel, incluso aunque aquello significara la agresión y la guerra.

Durante la década de los '50 y '60, llevó adelante de manera secreta (con apoyo británico, francés y noruego) el programa nuclear israelí, el cual convirtió al Estado judío en la única potencia atómica, oficialmente nunca declarada, de la región.

Por otro lado, durante los años '70 fue miembro del gobierno que aprobó la construcción de asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados. Pero luego cambió de postura, oponiéndose a su expansión, puesto que eran (y siguen siendo) un gran obstáculo para la paz.

Los Acuerdos de Oslo y los esfuerzos de paz

Una de las características centrales de la larga carrera de Peres, fue su habilidad política para adaptarse a los diferentes tiempos históricos. A fines de los '80 y comienzos de los '90, se dio cuenta que lo mejor para su país era negociar con sus "enemigos", por lo que empezó a empujar diferentes iniciativas de paz con los árabes y palestinos.

"La paz con los palestinos abrirá las puertas a la paz en todo el Mediterráneo. La tarea de los lideres es buscar la libertad incesantemente, incluso frente a la hostilidad, frente a la duda y a la decepción. Solo imagina lo que podría ser", dijo en una ocasión.

Como encargado de las RR.EE. de Israel, Peres fue uno de los artífices (junto al entonces Presidente Isaac Rabin y Yasser Arafat) de los Acuerdos de Paz de Oslo de 1993, entre su país y la Organización para la Liberación Palestina(OLP), esfuerzos que le valieron el Premio Nobel de la Paz de 1994.

Paradójicamente, Peres fue una figura más respetada a nivel internacional que en su propio país. Nunca ganó una elección en Israel y la primera vez que encabezó el gobierno fue por un acuerdo entre partidos y la segunda tras el asesinato a Isaac Rabin (a la derecha en la foto), por un extremista israelí del ala ultraderechista.

Pese al fracaso de las negociaciones de paz de fines de siglo (que hubieran puesto un fin definitivo al conflicto entre palestinos e israelíes), Peres, no se separó de su ideal de reconciliación y creó un Centro para la Paz que lleva su nombre, con el objetivo de mejorar las relaciones entre palestinos e israelíes, sin perder jamás la esperanza en que algún día sus vecinos de palestina "podrían convertirse en los amigos más cercanos del Estado Judío".

Tras su muerte, anteayer en Tel Aviv producto de un accidente cerebrovascular, diferentes líderes mundiales, principalmente afines al Estado de Israel, le han rendido tributo.

El Presidente de EE.UU Barack Obama, por ejemplo, definió su legadocomo uno en donde su "compromiso por la seguridad y la búsqueda de la paz estaba fundado en su fuerza moral inquebrantable y en su optimismo sin fallas". Por su parte, el presidente alemán, Joachim Gauck señaló: "Su vida al servicio de la paz y de la reconciliación puede ser un ejemplo para los jóvenes".

Agente de la paz o no, su partida marca un ciclo en la historia de la creación de Israel y del conflicto en Medio Oriente, llenados una de las más importante voces de quienes apuestan por el dialogo y la negociación. 

¿Qué te parece su legado?¿Contribuyó a la paz en Medio Oriente?