Para Fabián Henao todo partió en Colombia, en la ciudad de Armenia. Tatuador de 37 años, con 20 años de experiencia y quien se especializa en realismo; un día se sentó a pensar en cómo podía aportar constructivamente con su talento a una enfermedad que él sentía que la sociedad tenía en el olvido, entonces tomó la decisión; creó Campaña Tinta Esperanza, una iniciativa que va en ayuda de las víctimas del cáncer de mamas.
No fue igual para la brasilera Flavia Carvalho. En entrevista con HuffPost Brasil, contó que hace dos años recibió a una clienta que iba a cubrir una cicatriz en el abdomen; entonces "ella me dijo que estaba en un club nocturno y cuando rechazó a un hombre que se le acercó, éste la apuñaló con una navaja". Una vez que terminó el tatuaje, la clienta estaba tan conmovida, que le surgió la idea: tatuaría gratis a mujeres con cicatrices de violencia o mastectomías. Al proyecto lo llamó, en portugués, "A Pele da Flor" (a flor de piel).
A pesar de estar a cientos de kilómetros de distancia, en distintos países, ambos tuvieron la iniciativa social de salir a la ayuda de éstas víctimas, contribuyendo con su arte de forma desinteresada. Dos campañas que buscan cambiar la vida de las mujeres que llevan marcas con malos recuerdos en su cuerpo, y que te contamos en detalle a continuación.
El proyecto de Flavia ya lleva dos años en pie y ella lo explica como "un servicio voluntario de tatuajes sobre las cicatrices que son resultado de la violencia doméstica o de masectomías". El nombre, A Pele da Flor, para ella hace referencia a que todas las mujeres son flores y merecen proteger su piel. Además, hace referencia a los sentimientos que llevan intensamente estas mujeres, con los que deben lidiar día a día.
Su invitación es que estas mujeres se preocupen solo de gastar tiempo en elegir un diseño para sus tatuajes, porque cualquiera que sea, Flavia lo hará con la mejor voluntad y dedicación. Este año buscó unirse con ONGs de su país y la Secretaría Municipal de Políticas para las mujeres en Brasil, las cuales se mostraron felices con su iniciativa.
Flavia tiene una dinámica con sus clientas bastante especial; se toma el tiempo con cada una de conversar y conocer las historias detrás de las cicatrices, creando un vínculo de confianza mientras realiza su trabajo, lo que ha provocado que mujeres de todo el país y hasta del extranjero busquen contactarse con ella en su Facebook oficial.
"Comparten sus historias de dolor y resistencia, y ellas muestran sus cicatrices. Avergonzadas lloran y me abrazan. Luego diseñamos el tatuaje y programamos la sesión (...) Es maravilloso ver cómo su relación con su cuerpo cambia después de los tatuajes (...) después de estar avergonzadas de sus cuerpos llenos de cicatrices, ahora publican fotos con vestidos y se ven felices", relató Flavia al diario brasileño.
Para ella esto es solo un granito de arena porque, en sus palabras, aún "tenemos un largo camino por recorrer en cuanto a la protección de las mujeres contra la violencia".
A diferencia del caso anterior, en que se buscaba cubrir las cicatrices con diseños elaborados, la invitación aquí es a todas las mujeres que han sido víctimas de cáncer de mamas, y por lo tanto de mastectomías que les han hecho perder sus pezones, a recuperarlos. Fabián, usando su técnica de realismo, los volverá a dibujar y pintar de forma permanente y completamente gratis en su estudio Lienzos de Piel.
Al principio la campaña tendría fecha límite, pero en entrevista con El Definido contó que cambió de opinión, porque "la campaña es exclusiva para ellas (...) y tomé la decisión de dejar la campaña de por vida totalmente gratuita".
Fabián cuenta que siempre trató de vincular su conocimiento con la ayuda hacia los demás, por lo que le resultó muy fácil tomar la decisión. El trabajo que realiza se demora 20 minutos aproximadamente en cada pezón y su campaña también ha beneficiado a mujeres que perdieron sus pezones en cirugías estéticas mal hechas u otras a causa del vitíligo, aunque en esos casos no siempre puede realizarlo de forma gratuita; pero dice que las mujeres salen felices, porque tienen al alcance una forma de recuperar algo que pensaron habían perdido para siempre.
"Las palabras de agradecimiento son muchas, pero más que palabras son gestos, su expresión de felicidad al recuperar algo que habían perdido, al subir su autoestima nuevamente y sentirse seguras", dice Fabián.
Para él la idea es que la campaña siga expandiéndose traspasando todas las barreras posibles, por lo que invita a los tatuadores de otros países a unirse en ayuda de éstas mujeres pero siempre con responsabilidad.
La razón de su petición de responsabilidad a los tatuadores que quieran unirse a la iniciativa es porque, según cuenta, ya ha recibido mujeres con trabajos mal hechos de estudios que, a pesar de las buenas intenciones, no tenían tal experiencia y realizaron el trabajo de forma desprolija.
"No todos están capacitados de hacerlo (...) el artista tiene que tener experiencia en realismo", explica Fabián quien además llama a que los estudios que quieran unirse a la campaña, estén con certificados al día y que cumplan los requisitos de salubridad, y "por sobre todo, que se comprometan a hacerlo gratis y de por vida".