caridad, eficiencia, efectividad, racionalidad, altruismo efectivo
Imagen: Gojko Franulic

Guía de altruismo efectivo: cómo aportar a las causas que te importan sin botar la plata

Tienes el poder que muy pocas personas en el mundo tienen: los recursos para ayudar a alguien. Y ya que estamos en eso ¿por qué no esforzarse un poco más y hacerlo de la mejor forma posible?

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2015-09-03 | 16:45
Tags | caridad, eficiencia, efectividad, racionalidad, altruismo efectivo
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Tenemos algo muy importante que decirte, estimado lector. Acércate más a la pantalla y lee la siguiente frase en voz alta: Soy un superhéroe.

Antes de que vayas corriendo en busca de tu capa y tus calzoncillos XXXL para lanzarte del edificio más cercano, déjanos ser más específicos. Tú poder no es volar, ni tener super-fuerza, ni tampoco tener una tarjeta de crédito inagotable. En cierto sentido eres mejor que un superhéroe, porque no necesitas fortunas, agentes mutagénicos o prensa para ayudar a los que más lo necesitan. Con solo tu aporte monetario o tu presencia voluntaria estás cambiando vidas para mejor.

¿Exageramos? Para nada. Si bien en alguna que otra ocasión se nos recuerda que "somos afortunados", es fácil olvidar el lujo que significa tener acceso a recursos, ya sea monetarios, materiales o tiempo, para ayudar a otras personas ¡No es un poder para mirar en menos!

Toma en consideración que 1.220 millones de personas en el mundo viven con menos de $1,5 dólares al día. Algún día, ojalá, todos compartamos este papel de superhéroes, pero hoy por hoy recae en unos pocos, y tú eres uno de ellos.

Así como con cualquier poder, viene una gran responsabilidad. Para nosotros, significa tener un papel más activo en nuestro renovado rol de superhéroes y hacer lo mínimo que nos podemos exigir: usar el corazón y la cabeza.

No te preocupes, no se trata de sermonearte o criticar tus acciones pasadas. Todos podemos hacerlo mejor, y todos aprenderemos juntos con esta guía, basada en el trabajo de las organizaciones de altruismo efectivo Giving What We Can yGiveWell, y en el trabajo de William MacAskill, joven profesor y filósofo con un amplio historial de trabajo caritativo en terreno, y que hoy se dedica a promocionar la racionalización en el proceso de donación de dinero.

A continuación, una guía para ser un altruista efectivo:

Sé proactivo

¿Así que preguntas de qué trata cada colecta antes de echar tu aporte en la alcancía? Felicitaciones, ese es el primer paso en la carrera por ser un altruista efectivo. Ahora que nos aseguramos de que nuestro aporte irá efectivamente a una caridad y no a los bolsillos de algún estafador, toca llevar las cosas un poco más lejos ¿son realmente las causas más visibles las que mejor hacen uso de las donaciones?

Seguramente más de alguna vez hemos escuchado el nombre de la Cruz Roja, pero resulta que, al menos en su labor en Haití, quedaron muchas dudas sobre su capacidad de trabajo. En cambio existen muchas otras caridades, como Fundación contra la Malaria, GiveDirectly y la Iniciativa para Desparasitar el Mundo que no te llamarán al teléfono ni te tocarán la puerta, pero que sí ocupan los primeros lugares en cuanto a eficiencia por dinero donado.

¿Cuál es la lección, entonces? Si te interesa ser un altruista efectivo, toca llevar las cosas un poco más allá y no esperar a que las causas lleguen a ti, porque así solo estarás recompensando a las caridades más agresivas, no a las que hacen un mayor bien.

Lamentablemente recursos en español aún no existen, pero las organizaciones GiveWell y Giving What We Can, como también la revista Forbes tienen listas con caridades efectivas que pueden servir de guía.

Investiga

Ya que nos comprometimos a ser proactivos y ser nosotros los que tomemos la decisión racional de donar a tal organización o fundación por sus resultados, un paso imprescindible para hacerlo es investigar.

¿Se trata de una caridad directa o una meta-caridad (una caridad que financia a otras caridades de acción directa)? ¿Cuál es el trabajo concreto que realizan? ¿Se ha comprobado que sea efectiva y eficiente?

Son preguntas importantes porque una lectura superficial nos puede dar una idea distorsionada del impacto de una caridad. En su libro Doing Good Better, William MacAskill relata el caso de una caridad llamada Books for Africa, que distribuye materiales educativos en escuelas del continente. Si el objetivo es que nuestro dinero, por ejemplo, mejore el nivel educacional en África, esta organización parece ser una muy buena opción ¿No? Más libros, más educación ¿Verdad?

Resulta que estudios indican que, en ausencia de profesores mejor entrenados, los libros escolares tienen un efecto mínimo en el desempeño escolar, y solo en los alumnos más capacitados. La solución real, en cambio, suena totalmente fuera de lugar: desparasitación.

Un estudio realizado en Kenia, demostró que el acceso a una medicina efectiva y barata contra las infecciones parasitarias redujo el ausentismo escolar en un 25%, y que luego de 10 años, aquellos que habían sido desparasitados recibían sueldos un 20% mayor que los que no.

Esta es una de muchas percepciones erróneas que solo pueden ser rectificadas si nos damos el tiempo de investigar cada causa en términos concretos. Puede ser tedioso y aburrido, ¡pero nadie dijo que ser un superhéroe sería fácil!

Abre mente y fronteras

La caridad empieza por casa, pero si queremos realmente hacer valer nuestra donación, es válido preguntarnos si las opciones locales son realmente las mejores. Recordemos que el altruismo efectivo requiere no solo de corazón, sino también de cabeza.

Esto lo mencionamos porque las organizaciones mejor evaluadas por sitios como GiveWell son internacionales, y se enfocan en problemas epidémicos en África y Asia.

Ojo, no sugerimos tachar inmediatamente todo lo local y nacional, sino explorar otras opciones fuera de nuestra comunidad, en otras partes de nuestro país o continente, como también explorar otros temas que resuelven las caridades y que tienen menos prensa que otros más conocidos. Así tendremos un panorama más amplio para tomar la decisión que queramos, orgullosos sea cual sea.

Mira más allá del espectáculo

Depilarse las cejas, prenderse fuego y tirarse en paracaídas son algunas de las locuras realizadas en nombre de una caridad ¿Por qué no simplemente muestran datos duros y concretos sobre su trabajo? Porque somos seres emocionales, y los números (y me disculpo con los matemáticos) nunca serán tan sexis como una buena historia. Esto es algo que ha sido comprobado científicamente.

En un estudio se les preguntó a los participantes cuánto estarían dispuestos a donar para evitar que aves migratorias murieran debido a un derrame de petróleo. A un grupo se les dijo que se salvarían 2 mil aves, a otro 20 mil y a un tercer grupo 200 mil. Los montos promedio se mantuvieron alrededor de los $80 dólares en los tres grupos (curiosamente la gente estuvo dispuesta a pagar un poco más para salvar a 2 mil aves que 20 mil). Ahora, reemplaza estos números por la imagen de un ave empapada en líquido negro, y las cosas cambian.

"Inevitablemente, esta base emocional para el altruismo distorsiona nuestra habilidad de pensar con claridad sobre cómo ayudar a los demás", escribe en la revista Time William MacAskill.

No es fácil ver más allá de la imaginería y centrarse en los datos duros de impacto real, pero es necesario si queremos que las caridades, aunque no abandonen sus campañas con rostros famosos y actividades llamativas, al menos las acompañen con resultados y alimento para nuestro ser racional.

Realiza seguimiento

Así que conociste una fundación que te convenció mediante datos duros y realizaste tu aporte ¡Felicitaciones, ya eres parte del movimiento del altruismo efectivo! Eso sí, tu misión aún no termina.

Una de las peores cosas que podemos hacer es ayudar y luego olvidarlo. Recordemos que no estamos aportando dinero, tiempo o recursos para que nos dejen de llamar o para coleccionar stickers. Esta fue una decisión propia, consciente y racional, una inversión que nos hace ser parte responsable de una causa.

Como tampoco la idea es acosar a la caridades pidiéndole resultados cada 24 horas, GiveWell recomienda hacer una simple acción que no toma mucho tiempo: al año siguiente, revisa si la organización cumplió sus promesas.

Comprométete

Un gran enemigo del altruismo efectivo es la licencia moral, un fenómeno subconsciente muy estudiado que se traduce en que por cada acción buena que hagamos hay un menor compromiso de realizarla en el futuro próximo. O sea, "hago mi acción buena, ¡pero luego no me molesten!".

Más curioso es el hecho de que la licencia moral se gatilla solo pensando en llevar a cabo la acción. O sea, ¡ni siquiera es necesario efectivamente donar a una causa para sentir que hemos hecho la buena acción!

"La explicación detrás de la licencia moral es que las personas frecuentemente se preocupan más de verse bien y sentirse bien que de hacer bien", explica MacAskill en un artículo donde crítica el Ice Bucket Challenge, en base a que la actividad sirve como justificación para "la buena acción" de miles de personas que pudo haber sido aprovechada mejor en otra causa ("canibalismo entre caridades" lo llama el filósofo).

La solución, entonces, viene por un cambio de actitud que es, finalmente, el objetivo de este artículo. No ver el acto de aportar a una causa como una especie de impuesto moral que hay que pagar cada tanto, sino como un compromiso a corto, mediano y largo plazo con el grupo final que está siendo beneficiado, ya sean niños en áfrica, adultos mayores en tu comunidad o animales en Siberia. "Hacer el altruismo parte de tu identidad", en palabras de MacAskill.

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Comentarios
carmen concha | 2015-09-06 | 14:11
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Muy buen artículo,definitivamente es fácil dar pero comprometerse es difícil.
Obras como el Hogar da Cristo tienen datos duros que funciona y este es un ejemplo de que existe altruismo efectivo basados en acciones evaluadas, números de voluntarios y trabajadores donaciones y lo mas importante los beneficiarios
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