Uno de los mayores temores de llegar a viejos, es que se te empiecen a olvidar las cosas y te vuelvas dependiente. Pero lamentablemente esta es una realidad que va en aumento. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo entero hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia, y cada año se registran 7,7 millones de nuevos casos, y la causa de demencia más común es el Alzheimer que comprende el 70% de los casos.

Y si bien no existe cura para esta demencia, hay tratamientos que ayudan a llevar la enfermedad de una mejor manera, a través de antidepresivos, tranquilizantes, hipnóticos, antiepilépticos, etc; pero según especialistas, uno de los mejores tratamientos es el apoyo familiar, ya que está comprobado que los pacientes mejoran considerablemente cuando los familiares reciben tratamiento para su estado emocional y aprenden a tratarlo.

Kenneth Shinozuka, un joven adolescente norteamericano de quince años se sorprendió cuando una madrugada, una patrulla de policía trajo a su abuelo de vuelta, explicando que lo habían encontrado desorientado, deambulando por la calle. Es aquí cuando el joven decide investigar para encontrar alguna técnica para facilitar la vida de los enfermos de Alzheimer y sus cuidadores.

El calcetín conectado

Por seis meses el adolescente acompañó a su abuelo para estudiar su comportamiento, y se dio cuenta de que necesitaba encontrar algún objeto que ayudara a prevenir que el anciano saliera de la casa sin avisar a sus cuidadores, con el fin de evitar accidentes y la preocupación constante de estos últimos, que les impide dormir tranquilos.

Se dio cuenta de que se necesitaban dos componentes: un sensor que detectara el incremento de la presión del cuerpo sobre la planta de los pies y algún tipo de mecanismo de comunicación para que el cuidador recibiera una alerta en caso de movimiento.

Así es como nació la idea del calcetín. Kenneth aprovechó el auge de los smartphones y decidió que Bluetooth LE (Low Energy) sería el sistema ideal y creó apps específicas para iOS y Android, las que emitirían un aviso en caso de recibir alerta del calcetín. Según el joven, los resultados fueron favorables: detectó el 100% de las veces que su abuelo se levantó de la cama en la noche y no se activó ninguna falsa alarma.

Con estos resultados, el joven estadounidense creó su proyecto, que denominó Wearable Sensors: A novel healthcare solution for the aging society (Sensores portátiles: una solución para la sociedad que envejece); y lo presentó al Google Science Fair 2014, un concurso de ciencia y tecnología online en el que pueden participar jóvenes de 13 a 18 años. Si bien no ganó el concurso, sí recibió el premio de acción del Scientific American Science: US$50.000 y una tutoría para que pueda seguir desarrollando el sensor de presión.

Características del sensor

Una vez que el paciente pisa el suelo, el sensor que está en su pie inmediatamente detectará la presión causada por el peso del cuerpo y enviará una alerta al celular del cuidador.

El sensor es delgado y flexible (0,25 mm), lo suficiente para que el paciente ni lo note, y consiste en una película impresa con tinta sensible a la presión. Una vez que se aplica la presión, la tinta se vuelve un conductor de electricidad.

Luego, cuando la presión supera un determinado umbral, el sensor libera una señal que pasa de forma inalámbrica hasta un smartphone, activando una alarma para informar al cuidador sobre los movimientos del enfermo. El sistema inalámbrico utilizado es el Bluetooth Low Energy, que consume poca energía y cuya batería es del tamaño de una moneda pequeña.

El producto tiene una durabilidad realmente alta y en los seis meses de prueba no ha habido ninguna baja por desgaste o malfuncionamiento. Además, el sensor ayuda a estudiar los hábitos de sueño de los enfermos, determinando los períodos de sueño más profundos y los momentos más habituales en los que despiertan.

"Este proyecto me ha entregado una experiencia de vida increíble. La emoción de crear algo nuevo, la alegría de superar los obstáculos, el orgullo de logro (incluyendo mi patente de Estados Unidos y la publicación de mi proyecto en los diarios), y la tranquilidad de saber que mi abuelo está seguro y que mi tía (su cuidadora) puede dormir mejor por las noches", señaló el joven creador, quien además de seguir trabajando en el sensor; una vez egresado del colegio quiere estudiar neurociencias y a futuro trabajar en una cura para el Alzheimer.