En la Unión Europea, alrededor de 800.000 personas sufren un ataque cardíaco cada año. De ese número, solo el 8% logra sobrevivir. Una de las grandes razones de la baja tasa de supervivencia, se debe al tiempo de respuesta de las ambulancias. La espera por ayuda médica normalmente es de más de diez minutos, obviamente dependiendo de la distancia a la que se encuentra la persona que necesita asistencia. La muerte de una persona que sufre un ataque al corazón ocurre normalmente después de seis minutos.
Tomando en cuenta estas cifras es que a Alex Momont, un holandés de 23 años, se le ocurrió una genial idea que bien podría salvar muchas vidas. El joven ingeniero desarrolló un drone ambulancia capaz de asistir a las personas que sufren de ataques cardíacos en un tiempo menor al que lo hacen los servicios médicos.
¿Cómo funciona? El drone tiene integrado un desfibrilador el cual es llevado hasta el lugar en donde se encuentra el paciente en pocos minutos. Gracias a un sistema de geolocalización, se rastrea el lugar desde donde provino la llamada de emergencia y se dirige hasta ahí rápidamente. Como el drone puede alcanzar una velocidad de hasta 100 kilómetros por hora y evitar el tráfico de las calles, se gana un tiempo importante que podría significar salvar una vida.
Ahora se estará preguntando, como puede un drone realizar un procedimiento de desfibrilado. Parece imposible, a menos que sea una especie de Transformer. Lo cierto es que el drone solo realiza el traslado del desfibrilador, por eso es un tercero quien debe utilizarlo. Para lograr esto y entendiendo que no todos están capacitados para usarlo (de hecho, casi nadie), es que el aparato trae consigo un micrófono y una cámara. De esta forma, personal médico puede guiar a las personas que se encuentran junto al paciente para que realicen el proceso manteniéndose comunicados en todo momento.
De acuerdo a lo señalado por el creador del drone ambulancia, las posibilidades de que una persona sobreviva a un ataque cardíaco suben de un 8% a un 80%. Eso sí, hay que destacar que este sistema, por ahora solo sirve para los casos de paros cardíacos. Quizás en un futuro podrían agregarle nuevas funciones médicas. De acuerdo a la prensa holandesa, ya existen hospitales interesados en contar con estos drones.
Un curioso caso se vivió en Japón por un desfibrilador. Un hombre que se encontraba transitando por la calle, fue testigo de un accidente automovilístico. Rápidamente se acercó a una mujer que había resultado herida y al notar que no tenía ritmo cardíaco fue corriendo a buscar un desfibrilador. Para poder utilizarlo correctamente, con una tijera cortó la ropa y el sostén de la mujer y le aplicó la descarga eléctrica lo que le salvó la vida.
Sin embargo, uno de los automovilistas involucrado en el accidente llamó a la policía diciendo que un pervertido estaba abusando de una persona lesionada. Ya en la comisaría, el pobre japonés contó su historia sin dejar ninguna duda en la policía. Es más, el hombre fue considerado héroe ya que sin su ayuda la mujer probablemente hubiese muerto, y hasta se le ofreció una condecoración, la cual rechazó.
“Un AED (desfibrilador) se supone que debe ser aplicado directamente en la piel. La corriente eléctrica que produce es poderosa, el metal de un sostén podría ser extremadamente peligroso si no se retira antes. Por favor recuerden esto”, Twitteó el sujeto luego del incidente y aseguró que en Japón aún falta educación sobre cómo utilizar un desfibrilador.
¿Pero de dónde sacó el hombre el desfibrilador? En Japón, estos equipos se instalan en el espacio público, se pueden encontrar en los malls, colegios, lugares de entrenamiento deportivo y en varios puntos de las calles. Su diseño permite que sean utilizados por personas que no tienen conocimiento al respecto. De hecho, están acompañados de manuales bien sencillos y explicativos. Además, traen las tijeras necesarias para cortar la ropa de una persona en caso de paro cardíaco.
Sin un desfibrilador en la vía pública, probablemente la mujer a la cual asistió el supuesto pervertido hubiese fallecido. Pareciera ser necesario contar con estos aparatos en lugares multitudinarios para evitar la muerte producto de ataques al corazón.