Chicha, piscola, empanadas, asado, carne, pebre, cueca, fonda. Todos los chilenos tenemos claro los denominadores comunes de un buen 18, porque sin importar de donde vengas o dónde celebres, siempre habrá elementos constantes y comunes en todo el país.
¿Serán las celebraciones patrias de los países latinoamericanos tan “endieciochadas” como las nuestras? Conversamos con algunos vecinos para averiguarlo.
Al igual que en Chile, septiembre en México es el mes de la patria. Su día de la independencia es el 16 de septiembre, pero al igual que en nuestro país, las celebraciones y el “ambiente patrio” se comienza a sentir desde el día 13. Según Amparo, periodista mexicana de 28 años, las celebraciones de estas fiestas patrias en su país son “variadísimas”, pero hay factores en común.
Uno muy importante: el tequila.“En todas las fiestas se bebe tequila (sean familiares, amigos, de trabajo etc). Los vasos de shots se sirven en forma de banderitas”, comenta. Los colores verde, blanco y rojo se pueden ver en las banderas distribuidas por toda la ciudad y pueblos, y también en las ropas de los ciudadanos.
Aquí en Chile algunas mujeres se visten de “chinitas” o de “huasas elegantes”, en México, durante estas fiestas, se pueden ver a distintas mujeres vestidas de Adelitas, que eran las rudas mujeres que participaron en la Revolución Mexicana.
Por supuesto también durante esos días los mexicanos comen muchísima de su comida local. En propias palabras de Amparo: “Pozole, que es granos gigantes de maíz en caldo con carne de cerdo y chile colorado, volcanes de maíz fritos en aceite con guisos de carne de frijol y antojitos mexicanos, que son tacos de todo lo que te imagines, enchiladas, empanadas, diversos guisos y tamales”. Todo esto al son de la música de mariachis.
“El mes de Julio es sinónimo de ‘blanco y rojo’ desde que comienza”, comenta la Comunicadora Audiovisual peruana de 25 años, Terelu Chamorro.
El día de independencia en Perú es el 28 de julio, pero según esta comunicadora, la mayoría de las personas se ponen escarapelas de ese país al lado del corazón durante todo el mes. “Desde nuestro paladar hasta nuestra forma de vestir se amolda a la situación. Los supermercados ofertan, los lugares de comida rápida anglosajona le añaden salchicha huachana, salsa huancaina, lomo saltado o hasta ceviche a sus platos”, cuenta.
Al igual que para muchas personas en Chile, lo más esperado según Terelu, es el fin de semana largo que viene con estas fiestas. Es muy común que mucha gente viaje por el país, ya que “en cada lugar el jolgorio es distinto”, comenta.
En la Sierra peruana, las calles se llenan de carnavales, y en la selva “el baile y sudor no cesan”, acompañados siempre de tragos nativos y exóticos. En la costa, es típico viajar unas horas fuera de Lima y hacer canotaje, es decir, una especie de rafting en Lunahuaná.
“Pero si nos quedamos en la ciudad, es muy probable que veamos el discurso del Presidente (eso sin duda), disfrutando de un buen desayuno basado en pan con chicharrón y tamal, seguido de la parada militar”, cuenta.
A la hora de almuerzo no puede faltar la comida criolla. Desde platos fríos como el tradicional ceviche, hasta otros más calientes como la Carapulcra, que es una especie de guiso, hasta el Ají de Gallina, pero el plato estrella de la jornada es la Causa, un plato basado en papa, mayonesa y pollo creado en la época del virreinato.
Este día termina con un desfile de gran convocatoria, el cual recorre las calles más conocidas de Lima, y donde participan distintos rostros del espectáculo, como también empresas en carros alegóricos, bailes, y fuegos artificiales. Todo bajo la llamada “noche de la peruanidad”.
Según Álvaro Gratenol, venezolano de 31 años, las celebraciones patrias no son “la gran cosa, simplemente es un día feriado más y nadie celebra tan chovinistamente ese día”, cuenta. Algunos se van a la playa, otros se quedan en la ciudad y “todos beben pero no por el nacionalismo”, asegura. Comen normal y el día de la independencia, es “un día más”, según él para el pueblo, pero para los gobernantes y el Estado sí lo es, ya que es un “símbolo de su reafirmación”, cuenta el técnico en informática.
Este año por ejemplo, y luego de la muerte de Chávez, hubo muchos homenajes con motivos del chavismo. “Aviones dando vueltas por toda la ciudad y cadena nacional casi todo el día”, comenta.
Nuestro país vecino, Argentina, tiene dos fechas de celebración de fiestas patrias: el 25 de mayo y el 9 de julio. Sin embargo, esta última es la que se celebra oficialmente. Hay desfiles a los que asiste el pueblo y los niños se disfrazan de personajes típicos de la época. Las familias aprovechan el día feriado y se reúnen a comer los platos típicos: empandas como entrada, locro o asado como plato principal y pasteles dulces de postre.
En Colombia se celebra el 20 de julio. Ese día es feriado y las personas aprovechan para viajar o descansar. “Las personas no se reúnen como en Chile a celebrar, de pronto los miembros de las familias se encuentran para almorzar juntos”, cuenta Nathalia García, estudiante de periodismo colombiana.
Los más tradicionales ponen la bandera de Colombia en las fachadas de las casas y es muy común ir a ver el desfile que pasa por las principales vías de la ciudad y termina en el centro de Bogotá. Lo curioso es que ese día también la televisión transmite la posesión del Congreso y el inicio de un nuevo año de legislatura, por lo que se eligen los presidentes de cada cámara y también los presidentes de las comisiones.
Si eres extranjero o has vivido en algún país latinoamericano nos encantaría que nos contaras cómo celebran las fiestas patrias. ¿Se parece a Chile? ¿Celebras distintos a como lo describieron estas personas?