Carolina Águila es una joven de 24 años, Ingeniera en Biotecnología especializada en Biomedicina y ya cuenta con dos importantes publicaciones científicas sobre células madres y cáncer en la biomedicina. El 2015 fue ganadora del programa The S Factory Generation de Start-Up Chile, el 2016 del programa INITTIA y del programa Her Global Impact, el cual la llevó a representar a Chile en una pasantía en la Universidad Singularity de la NASA.

Carolina Águila también fue una estudiante a la que le costó mucho el colegio. Nunca superó el 5 de promedio, pasó por varios colegios, terminó sus estudios escolares en un instituto 2x1 y sacó solo 450 puntos en la PSU. Por esta situación se le cerraron muchas puertas y tuvo que demostrarse a ella misma y al mundo entero que su amor por la ciencia era más grande y que podía derribar todo tipo de obstáculos.

"Un día me senté a pensar en lo que estaba haciendo para llegar a como yo quería verme a los 30 años. Me di cuenta que no estaba haciendo nada al respecto y que con 17 años tan solo vivía el día a día, priorizando cosas que no me servirían de nada para llegar a ese sueño que tenía en mente. En ese entonces me vi súper aterrada y me di cuenta que había que actuar ahora y luchar por mi futuro, ya que nadie lo haría por mí, y así empecé a cambiar mi camino. Dejé el carrete, el gimnasio y los videojuegos y me centré en estudiar", cuenta a El Definido.

Hoy la joven es una reconocida conferencista que dedica sus días a motivar a otros jóvenes a través de sus charlas y de su emprendimiento Switch Up, y además, continúa desarrollando tecnologías científicas que buscan resolver grandes problemáticas sociales a nivel mundial, como Aflox, un producto biotecnológico que elimina las toxinas en los campos agrícolas.

En El Definido conversamos con ella sobre su experiencia en el colegio, sobre qué la hizo despertar y motivarse, sobre lo que aprendió en la NASA y también sobre lo que la motiva hoy para su futuro.

Un paso difícil por el colegio

- ¿Cuáles crees que fueron las razones por las que te costó tanto el colegio?

"Yo trataba de estudiar y poner todo mi esfuerzo, pero lamentablemente no podía, eso hizo que finalmente me decepcionara de mí misma. Mucha gente me decía que era porque estaba desconcentrada, que era la edad o simplemente porque yo no quería. Jamás supe la verdadera razón, pero sea cual sea, el hecho es que yo puse mi 100% y a pesar de eso no lograba obtener nada".

- ¿Qué crees que falta para motivar a los estudiantes? ¿Qué te faltó a ti en su minuto?

"No es algo de motivación, ellos quieren llegar más allá, quieren y luchan constantemente. Cada uno tiene una forma de hacerlo diferente, algunos son mucho más expresivos y otros prefieren reservarse, pero eso no quiere decir que no luchen constantemente, tan solo les faltan las herramientas para hacerlo. Ellos no conocen sus habilidades pero tampoco saben cómo partir, necesitan un guía que los pueda orientar, dar el tiempo de reflexión y ayudarlos a desarrollar esa capacidad analítica frente a las diferentes circunstancias de la vida, pero para eso hay que tener tiempo y hay que sentarse a pensar.

"En mi caso me costó muchísimo poder encontrar ese espacio, no fue fácil, pero lo logré y ahí es donde nace mi emprendimiento que me permite compartir con muchas personas la metodología que me sirvió y que me sigue sirviendo para salir adelante".

- ¿De dónde nace tu pasión por las ciencias y quién te ayudó a encausarla?

"Desde pequeña, como a los 8 años, me encantaba hacer experimentos en la casa, todo me intrigaba y quería descubrir qué ocurriría si mezclaba algunos productos. Claramente mis padres siempre estaban a mi lado para responder mis preguntas, para enseñarme e incentivarme, por lo que me sentía súper cómoda investigando este nuevo mundo. Cuando fui creciendo me empecé a interesar en cómo pequeñas células podían tener una maquinaria tan complicada dentro de ellas y necesitaba descubrir ese mundo. Era tanta mi pasión que comencé leyendo libros y estudiando por mi parte, aunque me seguía yendo pésimo en el colegio y en los ramos de ciencias".

Su experiencia con la NASA

Luego de tocar muchas puertas y de ser rechazada por muchas universidades por su bajo puntaje en la PSU, Carolina siguió insistiendo y encontró una oportunidad en la Universidad Andrés Bello de Viña del Mar y entró a estudiar Ingeniería en Biotecnología.

Se puso las pilas de frentón y empezó a sacarse buenas notas y nunca repitió un ramo. Con mucho esfuerzo y convicción se transformó en una muy buena alumna, realizó sus pasantías y prácticas en Cells for Cells y Andes Biotechnology (importantes empresas de investigación de cáncer y células madres); publicó sus investigaciones en revistas internacionales y se ganó un par de premios de innovación.

Así mismo, creyéndose el cuento y sin saber inglés, postuló para una pasantía de tres meses con la NASA en Silicon Valley, y fue seleccionada como la representante de Chile.

- ¿Cómo llegaste a Silicon Valley y cómo ha sido la experiencia de trabajar en la Universidad de la NASA?

"Estaba buscando abrir nuevos horizontes en mi vida y en mi proyecto y fue ahí cuando participé en un concurso en el cual sin esperanza alguna envié mi postulación con un proyecto biotecnológico (Aflox) que permitiría eliminar las toxinas en los campos agrícolas. De un minuto a otro ya me encontraba en el avión volando a esta nueva aventura, representando a Chile a fines del 2016".

"Cuando llegue allá fue realmente impactante, cada una de las personas representaban a su país, más de 80 personas de diferentes países presentes y grandes CEO de compañías reconocidas en donde todos eran realmente inteligentes. Pero lo mejor es que para ellos nada era imposible, eran personas que tenían un gran corazón, ya que todos estaban solucionando grandes problemas mundiales y dedicaban su tiempo a eso".

- ¿Qué herramientas de aprendizaje adquiriste en la pasantía?

"Conocí las tecnologías que se aproximan en el futuro, desde inteligencia artificial, robótica, biotecnología, nanotecnología, Big data, etc. También los desafíos mundiales que hoy en día se necesitan solucionar como en temas de agua, energía, medio ambiente, alimento, salud, etc. Pero más allá de eso, aprendí a ser una líder de corazón, a jamás olvidar de donde vengo, a entregar todo a los demás y siempre trabajar con pasión".

- ¿Qué es lo que más te llama la atención de la forma de enseñanza de Silicon Valley y qué debería aprender Chile de ella?

"Me marcó mucho la apertura de los profesores, el no mirarte en menos, en pensar que una persona de 21 años es capaz e incluso puede ser mejor que las personas que tienen grandes empresas y son multimillonarias. Siempre hablaban de que todos somos distintos, que el hecho de nacer en diferentes años nos entrega una capacidad diferente de ejecutar, una forma distinta de pensar y de visualizar el futuro. Capacidades que pueden ser muy valiosas para futuras empresas y para las que hoy existen.

"Me sorprendió también el hecho de que jamás hubo un ‘pero’ de por medio para lograr lo que fuera, siempre entregaban sus experiencias sin pedir nada a cambio, sin tener envidia por el otro, eso era realmente hermoso. Ellos comprendían cuánto se había esforzado esa persona por llegar a donde está y que quizás 5 segundos de su conocimiento podría cambiar su vida, ellos lo sabían y estaban dispuestos a hacerlo.

"Destaco el ambiente de personas colaborativas entre todos los países, simplemente todos querían ayudar a todos, no existía una rivalidad entre nosotros".

Compartir su éxito con los demás

- ¿En qué consiste el proyecto Switch Up que desarrollaste al llegar de Estados Unidos?

"SwitchUp es un proyecto que desarrollé cuando regresé a Chile. Me encontré con muchas personas que me preguntaban cómo lo había hecho, personas que me conocían durante toda mi infancia, vieron todo mi cambio y desarrollo a lo largo de mi vida y realmente no podían creer cómo llegué a donde estoy ahora. En ese minuto los aconsejaba y los ayudaba a trabajar en sus vidas, sus objetivos, etc., y me di cuenta que les ayudaba demasiado, entonces creé este taller, una metodología en donde entrego todas las herramientas que utilicé y sigo utilizando para romper las barreras y limitaciones con las que me encuentro constantemente para cumplir los sueños".

- ¿Qué problemáticas mundiales te inspiran en tu trabajo diario y cómo logras redirigir tus conocimientos y tu trabajo para aportar en su solución?

"Siempre he pensado qué hubiera pasado si me hubiera dado miedo tomar todas las oportunidades que la vida me ha dado, y después me pongo a pensar que a muchas personas les gana ese miedo, les gana el no creer en ellos, el pensar que el otro tiene la razón y que si les dicen que es imposible entonces se quedan ahí. Este tema de verdad para mí es un problema no tan solo en mi país, sino en varias partes del mundo y hoy lucho constantemente por aportar mi granito de arena y ayudar a esas personas.

"Por otro lado, me encanta ser científica y desde que conocí el mundo del emprendimiento decidí complementar la ciencia con el negocio, conocer problemas que afectan a países de escasos recursos y pensar en cómo yo puedo ayudar a esas personas a mejorar su calidad de vida. Siempre pienso que tan solo dando minutos de mi vida puedo ayudar a muchísimas personas".

- Tienes 24 años apenas. ¿En qué estás ahora? ¿Cómo ves tu futuro y cuál es tu mayor sueño a realizar?

"Me encuentro realizando mis emprendimientos. 100% dedicada a solucionar problemas y ayudar a las personas, soy conferencista en Charlas Motivacionales Chile en donde doy charlas a empresas, universidades y colegios, y soy columnista de Mujeres Valientes una revista de España".

"Mi futuro se ve lleno de sorpresas, lleno de desafíos y con muchos aprendizajes en diferentes áreas. Este es solo el comienzo de todo lo que tengo pensado hacer.

Mi mayor sueño se divide en 3 grandes áreas: primero en entregarle todo a mis padres, porque siento que ellos fueron un apoyo fundamental en mi vida y les debo todo. Segundo, me encantaría poder apoyar a mis hijos de la misma forma en que mis padres me apoyaron y crear un hermoso futuro para ellos. Y por último, y lo más importante es ayudar a que las personas sean felices. La vida es muy corta y hay que aprovecharla, y si tengo que trabajar duro para eso lo voy a hacer. Quiero que las personas se sientan como yo me siento, feliz con mi vida y con mi futuro que se aproxima".