"Una gratísima sorpresa ha sido la mezzo-soprano María Luisa Merino, que nos brindó una Fenena de primer nivel, con una voz de bellísimo color y timbre, y un caudal que le permite llenar la sala. Su desempeño dramático estuvo a la altura de sus virtudes vocales”, la describen las críticas trasandinas.
“Maria Luisa Merino Ronda, excelente actriz, no tuvo problemas con su Dorabella. Me gustaría apreciarla en otros roles, ya que era la primera vez que la escuchaba, pero para el rol adjudicado, su trabajo nunca bajó de la excelencia”, anuncia una crítica de Opera In The World.
Puros elogios para María Luisa, la cantante de ópera chilena de 31 años que hoy es estrella del mítico Teatro Argentino de La Plata y cuya carrera sólo ha conocido aplausos, becas, cientos de audiciones y roles protagónicos que cualquier cantante soñaría protagonizar. Conversamos con ella, y esta es su historia; un ejemplo para todos los jóvenes a atreverse a seguir sus sueños. Pero antes, escuchen su potente voz.
El gusto por la música viene desde siempre. María Luisa nos cuenta que desde pequeña cantaba en el coro de su colegio, en las misas y que de a poco pasó a ser “la cantante del colegio”. Esto, en todo caso, en un principio sólo lo veía como un pasatiempo, ya que ella quería ser odontóloga.
Cuando salió del colegio, efectivamente entró a estudiar odontología, pero se dio cuenta que no era lo suyo. Por miedo, permaneció bastante tiempo pasando ramos, porque todo su entorno le decía que sacara la carrera y que luego se dedicara al canto, para que tuviese una opción asegurada en el caso de que no le fuera bien con la música.
“De a poco me fui dando cuenta que cantando podía pasar horas, incluso días enteros estudiando, y que el resto del tiempo lo pasaba pensando en cómo mejorar lo que no me había gustado. Y supe que la música era muchísimo más que un hobby. Era lo que realmente me hacía vibrar y lo que le daba sentido a mi vida”, cuenta María Luisa; quien al poco tiempo tomó la decisión de abandonar su carrera y lanzarse a esta aventura de la música, apoyada por su familia.
Llena de miedos y siguiendo completamente lo que le dictaba el estómago y el corazón, y no la cabeza, María Luisa entró a una pequeña academia de música clásica en Santiago y al poco tiempo entró a estudiar canto lírico a la Universidad Católica, donde permaneció un par de años, para luego trasladarse a Buenos Aires a estudiar al Teatro Colón, ciudad en la que permanece hasta el día de hoy.
La decisión de irse a Argentina, tuvo que ver con que quedaba cerca de Chile y así podría ver más seguido a su familia y porque, según ella, en Chile con la música sólo se puede sobrevivir y lo que ella quería era vivir de ella.
Así fue como entró el año 2011 a estudiar canto lírico al Instituto Superior del Teatro Colón y ese mismo año la llamaron del Ópera Estudio del Teatro Argentino de La Plata para ofrecerle una beca.
“Es difícil ser artista, pero, ¿qué cosas no lo son? Yo no digo que todo en el arte es color de rosas, para nada. Cuesta mucho, y no sólo esfuerzo para dedicarse, pero creo que cuando amas algo, todo esfuerzo es fácil y todas las dificultades se vuelven retos y ese desafío constante es adrenalínico y se transforma en un vicio”, asegura María Lluisa.
Y de ahí en adelante, sólo ha sabido de éxitos. Su “voz de ángel” como la llaman los críticos, ha sido la responsable de representar a importantes leyendas de la ópera como Madama Butterfly, Mozart, I Due Timidi de Nino Rota, Rigoletto, Dorabella, Carmen, Fenena de Verdi entre otros grandes roles protagónicos. Y su gran talento le ha sido merecedora de importantes concursos como el “Alejandro Cordero” cuyo premio consistió en viajar a la ciudad de Nueva York a realizar diversos conciertos para las Américas Society y en la Manhattan School of Music.
Desde el 2011 es miembro estable del Coro Polifónico Nacional Argentino, el más importante del país; y recientemente fue seleccionada para participar del concurso internacional de canto a realizarse en septiembre próximo en la ciudad de Linz, en Austria.
“Soy una convencida de que si tienes un talento o una pasión grande, debes explotarlo y no ignorarlo o dejarlo en el cómodo terreno del hobby. Si bien cuesta hacerse la idea de verte triunfar en algo tan puntual, creo que basta con creerse el cuento de verdad y esforzarse todos los días para ser el o la mejor en lo que amas. No serás tan feliz de otra forma o en otro rubro, y no tendrás espacio ni interés en ser mediocre, de eso estoy segura. Sentirse realizada en lo que te apasiona es impagable y sólo te ayuda a superarte”.
Aquí pueden escucharla cantando otro tipo de música, en la que su voz también suena impecable.