La cinta que está nominada a tres premios Oscar en Mejor Actriz, Mejor Música Original, y Mejor Diseño de Vestuario, llega finalmente a nuestra cartelera el 16 de febrero. ¿Qué la hace tan espectacular?, ¿por qué la crítica internacional ha caído rendida a sus pies? Aquí y ahora vamos a evaluar cinco razones que hacen de Jackie una verdadera competidora en los premios de La Academia.

1. Una parte de la historia que no conocíamos

Jackie Keneddy sigue siendo hasta hoy un ícono de la moda y el "prototipo" de primera dama que todas las gobernadoras quieren emular. Ella es dulce, elegante, con estilo, y una dignidad sobresaliente. John F. Kennedy por su parte, es el tipo de presidente que ha sido imitado pero nunca igualado, su gobierno estuvo marcado por muchos hitos históricos, pero acabó repentinamente una tarde de noviembre en Texas.

La película transcurre durante los tres días de duelo que siguen al asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963. Además recrea los momentos íntimos de Jackie mientras prepara el funeral de su esposo, y así mismo la constante tensión del trágico episodio, cuando ella aun no acababa de asimilar lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

A pesar de que Jacqueline Kennedy fue la mujer más fotografiada del siglo XX; ningún libro, obra o película hasta ahora ha logrado exponer el misterio que guardaba en su interior. Y como director Pablo Larraín consigue revelar ese lado oculto que nunca supimos que existía; con elegancia, humanidad e intensidad.

2. Natalie, oh Natalie...

Así por contarles algo: la película no es una biopic que busca detallar el minuto a minuto lo que Jackie Kennedy estaba haciendo mientras el cuerpo de su marido estaba siendo examinado. Tampoco busca emocionar con una falsa imagen de la ex-primera dama, eso dejémoslo a la tele de la época. Aquí hay un análisis de la psique del personaje, en donde vamos a encontrar una personalidad muy diferente a lo que sabemos de Jackie Kennedy.

Los primeros minutos de la película, se ve a una Natalie Portman soberbia e implacable en el papel, mientras recrea el mítico tour por la Casa Blanca trasmitido por televisión un año antes del asesinato de John F. Kennedy. Su expresividad es prácticamente idéntica a lo que recordamos de la original, y por momentos, resulta hasta escalofriante ver lo lejos que llegó nuestra pequeña Mathilda de El profesional, con esta actuación. La majestuosidad se deja ver, y se transmite como –para mí personalmente– uno de los mejores papeles que la he visto ejercer desde El Cisne Negro.

3. La música es una protagonista por sí sola

Mica Levi (Under the Skin) hace una pega increíble componiendo la ambientación musical que gira en torno al duelo de la familiaKennedy. Una mezcla de terror, desesperación y tensión, que reflejan esas horas en que el mundo se paralizó. El sentimiento fúnebre se puede palpar en el ambiente, y resulta un poco inquietante ponerse en el lugar de la primera dama, que tuvo que sostener toda la atención mediática –que sabemos–, roza lo demente.

4. Lo mejor que se ha visto en mucho tiempo

Si bien no es una película del todo "chilensis", Jackie tiene un estilo cinematográfico que recuerda mucho a las cintas de nuestro país. La fotografía y cinematografía contiene elementos reconocibles del cine chileno y en este caso, es un valor agregado que visualmente iguala el estilo de los sesenta en la televisión norteamericana, y nos lleva –casi– a conectar los episodios más históricos del gobierno de Kennedy de forma casi natural, eso mezclado con la brillante dirección de Pablo Larraín. 

Además, el vestuario es increíble. A mi parecer, puede ganar perfectamente el Oscar por convertirse en una recreación visualmente exacta a lo ocurrido ése día, desde la vestimenta de la primera dama, hasta la de la marcha fúnebre que recorrió por Washington. Es más, lo chocante de todo esto es evidenciar –casi por guiño– la demanda compulsiva por adquirir el clásico traje rosa que Jackie usó durante el atentado, y que posteriormente estaba cubierto de sangre.

5. Smile, Jackie, Smile

Jackie debe sonreír. Bajar la guardia frente a las cámaras sería un error, porque el país la ama, y porque el poder de la apariencia lo es todo. Tras esos grandes ojos, e intachable carisma. Jackie Kennedy mantuvo una postura "protocolar" que erróneamente fue catalogada como ingenua.

En Jackie descubriremos que lo que menos tenía la primera dama era un pelo de tonta. Como bien dice el trailer, hay un momento en que la realidad y la actuación se confunden en su vida. Cada segundo relacionado al duelo de JFK puede ser un problema cuando todos quieren tener un pedazo de la torta de este espectáculo morboso, y Jackie aprende a no buscar la aprobación de nadie a la hora de tomar las decisiones que mejor convengan a su familia, y de calmar su dolor. Aquél que fue su mayor apoyo, ahora está dentro de un ataúd, cosa que "entre líneas" podría definirse como una injusta carga pesada.

La película empuja a Natalie a absorber el personaje, y lo entrega como un monstruo imparable que devora la película de forma apasionante, desde la fibra. Ya no es Mrs. Kennedy. Su marido está muerto y ahora es Jackie a secas, un ser humano con defectos y virtudes.

Jackie, puede tomarse como un documental, a puertas cerradas, de uno de los hechos más violentos de la democracia norteamericana. Para mí, resultó ser una mirada profunda a las emociones de una persona como cualquier otra, que tuvo la maldición o la dicha (decidan ustedes) de ser la primera dama más mediática del siglo XX.

Véanla, es una apuesta diferente. Quizás la que siempre quisimos ver de la mítica Jackie Kennedy, y dirigida por un compatriota.

Smile, Jackie, smile. Todos te están mirando.