Estamos llegando a un punto en donde la evolución de las tecnologías penetra cada vez en más aspectos de nuestra vida, liberándonos de hacer tareas que alguna vez parecían tan difíciles de delegar, como conducir o leer. Antes de su adopción masiva, numerosas pruebas se están llevando a cabo y en algunos casos, ya son los mismos usuarios quienes están accediendo a los primeros dispositivos.
A continuación una lista de algunas de las tecnologías que están madurando a gran velocidad y prometen ser comunes en menos de 10 años.
Es posible que se conviertan en una herramienta fundamental para moverse en la ciudad. Podremos arrendar o comprar un vehículo y este simplemente llegará a nuestra puerta como por arte de magia.
La empresa Tesla Motors tiene en sus planes masificar vehículos eléctricos que se puedan mover autónomamente en la ciudad dentro de los próximos años. Hoy centra sus esfuerzos en replicar y optimizar las fábricas que permitan aumentar la producción de vehículos a un costo cada vez más bajo. Uber lanzó su servicio experimental sin conductores en Pittsburgh (EE.UU.) de la mano del gigante automotriz Ford y el proyecto Google Self-Driving Car lleva a la fecha millones de kilómetros recorridos con vehículos sin chofer.
El fin de esta fase experimental parece cada vez más cercano y estos vehículos tienen el potencial de reducir drásticamente la cantidad de accidentes que se producen por la imprudencia de los conductores humanos. Aunque si queda pendiente todavía afinar la tecnología para que no se produzcan fallos como los de Google.
Y con respecto a los vehículos eléctricos (no necesariamente autónomos), su adopción se ha visto frenada por sus altos precios. No obstante, el costo de las baterías va a la baja, proyectándose que para el 2022 un vehículo eléctrico cueste menos que un vehículo de combustión interna. El uso de vehículos eléctricos reduce drásticamente los costos de transporte, según Chilectra cargar un vehículo con autonomía de entre 100 y 300 km, tiene un precio de carga entre los $1.500 y $4.500 pesos.
Un elemento clave para las baterías de los vehículos eléctricos es el litio. Adivinen donde hay mucho litio… ¡en Chile!
Los asistentes virtuales pueden responder preguntas y controlar el teléfono mediante comandos de voz. Lo que hoy los hace ser especialmente útiles al estar detrás del volante (gracias Waze), sin embargo en el futuro parece ser que harán mucho más que eso.
Estaremos acompañados la mayoría del tiempo por una suave voz que escuchará nuestras preguntas y nos responderá al instante, con un bello toque de cercanía. Sí, la película “Her” no está muy lejos de la realidad: creo que más de alguno se enamorará de esa voz y su compañía será algo más que una mera asistencia.
Hoy los asistentes virtuales más conocidos son Google Now, Siri (Apple) y Cortana (Microsoft). Por ejemplo, Siri cuenta con más de un mil millones de peticiones semanales, logrando atraer a cada vez más usuarios gracias su rápida evolución. Una situación similar ha experimentado Google Now y Cortana. Todos se benefician de las mejoras en la calidad del reconocimiento de voz y el procesamiento de lenguaje natural, que avanzó en un par de años más de lo que había avanzado en varias décadas, gracias al permanente incremento en las capacidades de cómputo.
Actualmente muchos dispositivos vienen con asistentes instalados y ésta seguirá siendo la tendencia. En el futuro es muy probable que los asistentes desplacen a los buscadores porque al usuario le será más fácil preguntar a su asistente, como quien habla con un amigo. Además, es posible que deleguemos a estos asistentes muchas de nuestras transacciones, reservas y compras, pues llegarán al punto de precisión y comodidad que les convertirá a una alternativa irresistible para ahorrar tiempo.
Techos solares buenos, bonitos y baratos ya serán lanzados el próximo año por Tesla y la norteamericana empresa SolarCity; prometiendo ser más baratos que los techos convencionales. No obstante la revolución energética, llegará desde todas partes: eólica, mareomotriz, geotérmica, etc. Hay energía por donde miremos y quemar carbón ciertamente no es la forma más elegante de producirla (lee esto por favor Trump).
Al ser los efectos del calentamiento global cada vez más evidentes, los gobiernos y empresas buscan reducir su huella de carbono. Ha sido tal el incremento en la eficiencia de las energías renovables, que ya hay países que la usan en grandes cantidades. Si pensamos en energía solar y eólica, un ejemplo notable es Alemania, que el 2015 generó casi un tercio de su energía de fuentes renovables. Si pensamos en energía geotérmica, Islandia es un referente mundial, un país con más de un 85% de su energía proveniente de fuentes renovables, siendo la mayoría geotérmica. A nivel latinoamericano, Costa Rica se luce de manera increíble funcionando con 100% energías renovables por 150 días y Uruguay destaca por obtener alrededor de un 95% de su energía de fuentes renovables.
En Chile no solo hay una oportunidad en el desierto; con los miles de kilómetros de costa que tenemos, existe un gran potencial para la energía mareomotriz, utilizando el movimiento de las olas para producir energía. Un innovador emprendimiento chileno promete aprovechar esta energía de una manera totalmente limpia, pues ni siquiera usa baterías para almacenarla: reemplaza las baterías por aire comprimido y además, realiza todo el proceso de generación en tierra, evitando alterar la temperatura del agua y generar campos electromagnéticos en ella. Este emprendimiento se llama Wilefko.
En lo que respecta a las baterías, también hay grandes avances, reduciéndose año a año los costos y aumentando la eficiencia. PowerWall 2 la batería de Tesla, promete llevar el uso de energía solar al siguiente nivel, permitiendo, en combinación con sus techos fotovoltaicos, suplir completamente las necesidades energéticas de una casa con una autonomía de 24 horas y un funcionamiento garantizado por 10 años. Las primeras unidades de esta batería se comienzan a despachar en diciembre, por lo que la llegada de la energía solar a las masas esta cada vez más próxima. Si agregamos a esto, el boom que tendrán los autos eléctricos, suman y siguen las motivaciones para seguir el círculo virtuoso de las baterías más eficientes y las energías limpias.
La realidad virtual hoy consiste en un visor que se coloca frente a los ojos, cubriendo todo el campo visual y haciendo sentir al usuario como si estuviese en otro lugar. La tecnología que alguna vez fue accesible solo en contados lugares del mundo, posiblemente se convierta en un aparato infaltable en el hogar.
Además de que tendremos la posibilidad de vivir experiencias increíbles sin movernos de la casa, abrirán centros de entretención donde podremos vivir las experiencias más freaks y extremas. Será como ir al cine, pero siendo nosotros mismos los protagonistas de las películas (y no solamente sirve para divertirse, sino también para efectivas terapias).
El visor de realidad virtual de Playstation lanzado en octubre pasado ha sido un éxito en ventas. Además, hay increíbles dispositivos para PC como Oculus Rift y HTC Vive, que también han atraído una gran cantidad de usuarios, lanzándose este año el primer videojuego para realidad virtual que recaudó un millón de dólares en ventas. El visor HTC Vive permite incluso caminar en una habitación e interactuar con variedad de objetos virtuales desde la comodidad del hogar, una posibilidad explorada en la ciencia ficción que llegó para quedarse, pues acorde a un estudio de Business Insider, se espera que la demanda por este tipo de dispositivos supere los 30 millones de unidades anuales en el 2020.
Actualmente, la manera más común de acceder a la realidad virtual son los visores para el celular, que utilizan su pantalla y sensores para mostrar las imágenes al usuario. Existe una amplia gama de precios y calidades, que parten desde los $2.000 pesos, como es el caso del visor de Google llamado Cardboard (un cartón, con un imán y un par de lentes). La realidad virtual ya escapó del laboratorio y pronto será tan común como hoy lo son los smartphones.
Se parece a la anterior, pero no tanto. La realidad aumentada, en realidad, permite agregar información a una escena real, por ejemplo enfocando con la cámara del celular podremos ver el entorno, pero además objetos que realmente no están allí (como en Pokémon Go).
Esta tecnología, además de ser divertida, puede resultar extremadamente útil. Por ejemplo algunas empresas de muebles, utilizan realidad virtual para que la gente pueda visualizar con su celular cómo se verían los muebles puestos en su casa. Si bien el uso más común de esta tecnología hoy sigue siendo a través del celular, lo más probable es que en el futuro nos hagamos muy amigos de algún tipo de “gafas” inteligentes, tipo Google Glass, que podrán desplegar información acerca de nuestro entorno o simplemente hacerlo más divertido. Seguramente optaremos por tener la pantalla siempre frente a nuestros ojos, en lugar de hacer el sobrehumano esfuerzo de contraer decenas de músculos para sacar el celular del bolsillo y desbloquearlo.
Las gafas de realidad aumentada hoy siguen siendo caras, un ejemplo son las Hololens de Microsoft o las misteriosas Magic Leap. No obstante, una vez superada esta etapa de experimentación, en la que primeramente son los desarrolladores quienes tienen acceso a la tecnología, los precios tendrán que bajar para dar acceso a las masas.
La nueva forma de enriquecer lo que vemos con contenido digital, hará que este tipo de gafas sean un accesorio común en el futuro, sobre todo por la gran variedad de aplicaciones que la realidad aumentada tiene en el mundo real: entretención, medicina, comercio, educación, etc.
Los drones son aparatos voladores controlados a distancia, que actualmente son muy utilizados, pero se espera una verdadera explosión en su uso en los próximos años. A medida que vayamos descubriendo más y más aplicaciones para ellos, será cada vez más común ver drones haciendo de vigilantes. Gracias a que contaremos con mejores baterías, ya no será problema dejar uno de estos “bichos” volando por ahí para cuidar nuestra casa. Hoy ya están siendo usados para realizar vigilancia e incluso, para bien o para mal, se usan en la guerra para atacar a distancia.
Pero también hay usos bastante menos siniestros, como el delivery o la asistencia humanitaria. Incluso en un futuro cercano podrán trabajar de meseros, porque sus precisos movimientos y creciente autonomía abrirán una amplia gama de usos, que hoy ni siquiera imaginamos. Actualmente, en Singapur, se utilizan drones para entregar la comida a la gente que espera en las mesas.
Hoy tanto Amazon como Google están apostando por usar los drones para realizar entrega de paquetes. Por otra parte, en Chile hay operadores profesionales de estos aparatos e incluso campeonatos. Su uso hoy se enfoca principalmente para filmación y tomas áreas. Dentro de 10 años, este será solo uno de los tantos usos que le daremos a estos traviesos aparatos voladores.
Hay indicios de que en el mediano plazo se simplificarán muchos aspectos de nuestras vidas. Las tecnologías llegan con fuerza a cambiar nuestros hábitos y establecer nuevos mecanismos para movernos en la ciudad, divertirnos, enviar un paquete o realizar una compra.
Esta lista dista de ser exhaustiva y desconocemos cómo será el mundo dentro de 10 años, pero pareciera que estas tecnologías llegan para quedarse y vienen muchas otras invenciones en camino. Solo esperemos que hagan del mundo un lugar más agradable y contribuyan a combatir los males de una sociedad, que en algunos aspectos pareciera evolucionar más lento que la tecnología a la que da vida.