manías, orden, TOC, convivencia, mujeres
Imagen: Rodrigo Avilés

Guía fácil para que un hombre saque de quicio a una mujer maniática

Porque la toalla en el piso puede ser el inicio de un día de histeria, aquí una lista entre real y humorística de los "TOC" que tienen muchas mujeres y de cómo los hombres se encargan de hacerlas enfurecer sin tener absolutamente ninguna idea.

Por Magdalena Cárcamo @manecarcamo | 2016-08-31 | 17:00
Tags | manías, orden, TOC, convivencia, mujeres
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Si hay una etapa entretenida en el inicio de una relación amorosa es la conquista. Tan entretenida como marketera. Porque es impactante como mostramos nuestro lado más amable, cariñoso, dócil y dispuesto. La verdadera historia es cuando ya logramos nuestro objetivo y nuestras manías comienzan a desplegarse sin pudor alguno.

Parto diciendo: ¡¡que difíciles somos las mujeres!! Esa misma dificultad que muchas veces hace que el mundo funcione de manera ordena y prolija, es todo un idioma críptico que los hombres deben aprender sin el más mínimo curso introductorio.

Sutilmente y casi con timidez, pregunté en algunos grupos femeninos qué actitudes cotidianas del sexo opuesto podrían llevarlas a la camisa de fuerza y recibí más comentarios que columna de Hermógenes Perez de Arce en Emol. Un verdadero tsunami de desahogo, acompañado de risas, asombro por darse cuenta de lo jodidas que somos y lo más misterioso, mucho amor. Porque aún cuando manifestaban con una verborrea casi incontrolable lo que les irritaba de quien comparte la vida con ellas, la mayoría cerró la conversación diciendo “con todo eso y más, lo adoro igual”.

¿Qué las saca de las casillas? ¿Y les despierta la verdadera bruja que hay adentro? Aquí algunos ejemplos comunes que me hicieron pensar que la gran mayoría deberíamos tomar un curso express de Flexibilidad y Relajo .

1. Dejar las puertas de los closet abiertas cuando se duerme. Ya es irritante en la mañana, pero la gran mayoría de las mujeres manifestó no poder concebir cómo los hombres pueden caer en los brazos de Morfeo con las puertas abiertas de par en par como si fueran una vitrina de retail. ¿Y lo más raro? Que las encuentren maniáticas por alegar frente a dicha actitud.

2. No dejar el confort en el porta confort. Más clásico que “La Odisea”. Ser capaces de ver el rollo de confort vacío durante meses y conformarse con dejar el nuevo arriba del lavamanos. Personalmente me rendiría frente a esa batalla.

3. Poner el papel higiénico con la caída para afuera (el confort es un tema crítico como verán). Si no entienden el concepto, entren aquí. En este caso, igual encuentro que las chiquillas se van un poco al porcino, de alto calibre. Esa exigencia tal vez nos debería cuestionarnos si necesitamos medicación. ¿No será mucho?

4. Dejar la ropa sucia en el lugar que caiga de la pieza y no en el canasto que queda a medio metro ESPECIALMENTE pensado para esa función.

5. Comer algo directamente desde el refrigerador. Entiéndase que llegó de la pega, abre la puerta del refrigerador y con un cuchillo saca la mermelada directamente desde donde está guardada , la echa en el pan y se lo come parado con la puerta abierta. Toda una experiencia culinaria.

6. El ABSOLUTO desinterés por ocupar un posavasos cuando el hombre en cuestión se está tomando una cerveza más fría que celebración de Bielsa.

7. El mal de Diógenes. Ese afán del hombre nostálgico (también aplica para las mujeres) de guardar el envase del primer yogurt que se comió en kínder, la fotocopia del libro de anatomía que le prestó su profesor en 1993, el jeans nevado con el que fue por primera vez a una fiesta, la colonia (a estas alturas pachulí) que le regaló su madrina cuando celebró sus 15 años, etc., etc., etc. Amado mío… en buena, NO ME DEDICO AL BODEGAJE.

8. El que se cree Gastón Acurio. Es decir, que cocina espectacular como el chef peruano, pero no limpia ni por casualidad algunos de los 97654 artículos que utilizó. Abrió la mayonesa y vamos dejando el pitutito para cerrarla arriba del microonda, uso el sartén con una preparación bieeeeeen pegote y ahí quedó arriba de la cocina, hasta los cepillos de dientes de los niños en el segundo piso quedaron con harina después de hacer la masa de la pizza y las cáscaras de los 43 huevos que ocupó para hacer los omelettes figuran al lado del basurero cual instalación artística. Si se las quiere dar de Master Chef, perfecto, pero hagamos la pega completa.

9. El gimnasta olímpico. Un TOC casi transversal a toda mujer es ese afán de que las camas queden bien hechas y tan estiradas como la cara de la difunta Joan Rivers. Hicimos esa tarea con total perfección y el caballero, ¿qué hace? Se tira en la cama con más impulso que la Simone Biles a leer el diario, arruinando nuestra maravillosa cama de hotel 5 estrellas. Aquí apoyo a mis amigas… marcharía por esa causa. Mención aparte reciben las migas en la cama y que el marido después de haber andado TODO el sábado sin zapatos ose a meterse a la cama con esos “piececitos de niño”. Llamen al SESMA por favor.

10. No abrir las ventanas de baño después de la ducha y cuando entramos a buscar algo sentir como si se ingresara a un baño turco. También bañarse y tirar la toalla mojada al suelo sin ningún mínimo sentimiento de incomodidad. Querido, existe una barra para colgar ese artículo de aseo y realmente sirve.

11. Ese extraño afán de pensar que el living es un tipo locker común del hogar. Aquí algunos ejemplos con el estereotipo de hombre clásico: Llega del trabajo= computador en el living. Llega del futbol = bolso en el comedor + toalla mojada. Llega de la ferretería= herramientas en la mesa de centro. DRAMA REAL.

12. La miopía crónica es también una queja recurrente. Según varias cuando le pides que saque el atún de la despensa, los calcetines del cajón de los niños, la libreta de notas de la mochila NUNCA LA ENCUENTRA. “¿Dónde está?” es la frase que sentimos a los lejos y que sabemos, mientras subimos iracundas las escaleras, que apenas lleguemos al lugar en cuestión LO ENCONTRAREMOS. Al parecer tienen una capacidad de búsqueda selectiva porque cuando se trata del control remoto son más eficaces que la PDI.

Cuantas manías tenemos las mujeres. Compadecí a los hombres después de escribir esta columna. Es cierto, está claro que esto es una generalización, no se pongan tan quisquillosos estimados lectores, pero bastante tiene de verdad. Y en todo caso, muchas veces es al revés y el rol de ultra maniático lo cumple el hombre, que colapsa ante este tipo de detalles.

Como siempre el llamado es al equilibrio. Porque qué lata que dejemos ser esas entretenidas compañeras que conocieron en los inicios del amor para transformarnos en verdaderas inspectoras de Colegio (corre para ambos lados la recomendación). Y también compadecí a las mujeres. Que día a día hacen malabares para conciliar la gran cantidad de responsabilidades a las que se enfrentan y muchas veces se sienten educando a un hijo más. Y por qué no decirlo, en varias ocasiones el más rebelde de la casa. ¿Mi propuesta? Trabajo en equipo, flexibilidad, pensar en el otro y ante todo mucho, mucho amor.

¿Cuáles otras manías crees que comparten las mujeres? ¿Y las de los hombres cuáles son?

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Comentarios
Melissa Amaro P. | 2016-08-31 | 17:18
5
La tres me sorprende porque soy afuerista a morir y la historia me avala =D
http://www.elmostrador.cl/vida-en-linea/2015/03/19/fin-del-misterio-asi-se-debe-colocar-el-rollo-de-papel-higienico/
Chuta, son hartas manías... Ánimo cabros, jajaja.
Saludos!
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David García | 2016-08-31 | 17:51
4
La caida del papel va por fuera. Fin de la discusion.
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Javiera Velasquez | 2016-09-01 | 14:52
1
Obvio que va por fuera, por higiene!
Eso y el usar el living como bodega me hicieron sentir un poco menos hembra... O quizás por eso me llevo tan bien con mi pololo xD
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Mauricio Melo | 2016-09-02 | 16:51
2
La patente del inventor, cuando hizo el diseño, es por fuera, jamás por dentro, a razón de que el predicado debe quedar al alcance de las dos manos. Si el inventor (Que es hombre) lo hizo, así es.. XD

http://www.businessinsider.com/patent-shows-right-way-to-hang-toilet-paper-2015-3
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Loreto Vásquez | 2016-08-31 | 17:50
1
Que atroz!!!!, por qué?!. Lo único que me molestó a mi a ese punto era que me dejara cosas en mi bajada de cama cuando estaba embarazada, porque me tropezaba al levantarme por la mañana, andaba particularmente torpe. 1 vez lo dije, lo entendió y fin del tema. Hay que aprender a regular eso y saber priorizar. Obvio a uno le gustaría que el otro tuviera las mismas manías de uno, pero así como yo no me fijo bien dónde pongo sus cosas (llaves? billetera? cosas de bici?...las guardé no recuerdo dónde) tampoco me volveré loca por pequeñeses. Y con niños.....pffft. La que quiera ser mártir bien por ella, pero que reclame solita y pa´ callao. Quién usa posavasos, en serio, quién?
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Christian Diaz | 2016-08-31 | 17:59
1
Me siento mina maniática XD... cumplo con no hacer ninguna, bueno excepto miopía crónica que cuando me cambian de lugar algo que yo guardo... nunca mas lo encuentro.

Hay una que no colocaron, pero siempre me criticaron es la tapa del wáter... yo creo que es tan fácil como bajarla a como nosotros subirla.

Creo que a las mujeres les gusta que las hagan rabiar XD
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Rocío Sandoval | 2016-08-31 | 18:16
0
soy hombre!
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Paper Luis | 2016-09-01 | 10:57
0
Parece que mi esposa igual... No le molesta ni una de esas cosas
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Rocío Sandoval | 2016-09-07 | 20:09
0
yo hago esas cosas
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Ángela Ferrari | 2016-08-31 | 18:20
1
Oh no! Tengo problemas con casi todas, pero en realidad considero que una sola es manía (la de la puerta del closet).
Antes no tenía problemas, pero después de muuuchas repeticiones, no me hace ninguna gracia seguir yendo a buscar lo que pedí (que si no fui directamente yo era por algo) y que esté ahí. O recoger por vez n° 700 la ropa tirada (que recogí ayer y el día anterior y el día anterior.)
Al menos, me sacan de quicio porque se traducen en trabajo para mí.
Si no recoge su ropa, eventualmente me toca recogerla a mí, si cocina y ensucia, al final es menos trabajo que cocinara yo que limpiar la embarrada que dejó él, si come del refri, las migas las tengo que limpiar después yo, si el baño se llena de hongos, la del cloro soy yo.
O la alternativa es "relajarme", no pelear y convertirlo en una batalla de resistencia a ver quién cede primero ante la mugre y el desorden (y después de 12 años ni es batalla, ya sabemos que soy yo).

PD: El confort va hacia afuera, sino, uno tiene que manosear la pared para encontrar la punta :/
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Francisco J. Lastra | Colaborador | 2016-09-01 | 09:30
0
Yo prefiero dejar el rollo sobre el estanque, porque encuentro que se hace más fácil sacarlo ¿iré al infierno?
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Javiera Velasquez | 2016-09-01 | 15:12
0
Probablemente alguien haga de tu vida un infierno antes xD

Yo sí he tenido esa discusión con mi pololo jajajaj
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Racuna Matata | 2016-09-01 | 10:29
0
Sorry, pero la caída del rollo SI se pone hacia afuera. La única razón de peso para tener la caída del rollo por dentro es que tengas gatos.

https://i.imgur.com/C6NUrbl.jpg
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Paper Luis | 2016-09-01 | 11:03
0
1° Las cosas se dejan donde vayan cayendo... Luego nos daremos la paja de ordenar.
2° Confort sobre el vanitorio o sobre el estanque (Es mas práctico)
3° El compromiso es "si uno cocina, el otro lava la loza"
4° ¿Que es un posavaso?
5° Comer con el refri abierto cumple dos funciones, refrescar y pensar que es lo siguiente en comer.
6° Si alguien webea porque se guardan recuerdos, entonces recoger cadáveres de computadores de la calle sería "Crónica de una muerte anunciada" (Y Si, yo recojo partes de PC's muertos en la calle... )
7° ¿Y donde quedó el tomar desde la botella?
8° Las camas están fabricadas para desordenarlas (Existen maneras mas divertidas que otras para hacerlo)
9° De verdad... ¿Que es un posavaso?
10° Si alguien no encuentra algo que está buscando es porque es aweo..distraído. Y eso se soluciona con concentración.
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Carlos Lopez | 2016-09-01 | 11:52
0
1.- En ese sentido el maniático soy yo, a mi señora le encanta dejar las puertas abiertas.
2 y 3.- si, el confort va sobre el estanque, se acabo el TOC de hacia afuera o hacia dentro.
4.- de la ropa, es que ustedes no entienden, después de un par de días, una polera puede volver a ser usada... usarla un día no es sinónimo de ropa sucia.
5.- no entendí cual es el problema de comer del refri... el gasto en energía?
6.- posaque?
7.- Porque pueden servir para algo algún día! jajaja... igual, no es pega de la mujer ordenarlo, son cosas que uno guarda.
8.- uno cocina el otro lava.
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Varo Cerda Silva | 2016-09-01 | 12:17
0
01.- omg! rly?!
02,03.- el papel (confort es una marca) va sobre el estanque, es mucho mas practico
04.- primero hay que definir "sucia", si la usaste 5 minutos solo para pasearte es distinto si la usaste 5 minutos para bañar al perro.
05.- mmm, quizás solo por el gasto energético
06.- JAJAJAJAJAJAJAJAJA!
07.- si guardamos algo es porque le vemos un uso futuro. FIN!
08.- uno cocina el otro lava
09.- más arriba alguien decía que existen formas y formas de desordenar la cama
10.- la toalla a la lavadora, la ventana abierta (no tanto para que pueda alcanzarla si es que quiere cerrarla)
11.- culpable
12.- concentración y pasas, muchas pasas
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Mauricio López | 2016-09-01 | 12:23
1
A mi me pasa un poco al revés, con mi polola suelo ser yo el que pide más orden en la cocina y en la casa en general. Obvio que no tengo los dedos encrespados así que suelo hacerlo yo mismo, si el tiempo me da. Eso incluye dejar toda puerta cerrada o frasco cerrado o botella cerrada, que mi polola suele dejar abiertos, jeje. Al menos en los dormitorios somos similares y no dejamos ropa botada en el piso ni la toalla usada tampoco. Lo del confort en realidad nunca ha sido tema de conversación pero solemos colocarlo en la dirección que caiga en su soporte. Debo reconocer que antes sufría de esa miopía, pero ya no me sucede, suelo darme más tiempo para buscar cosas. Cualquiera cocina, cualquiera lava. De hecho suelo ofrecerme para lavar aun después de haber cocinado.
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Paulina Araya | 2016-09-04 | 10:56
1
Creo que debería llamarse "Como sacar de quicio a tu pareja maniática"

Lo de si es de hombre o de mujer esta de sobra
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Marcelo San Martín | 2016-09-05 | 12:41
0
Rodé de la risa y para aportar creo que cuando se cocina, es pega compartida. Uno cocina y el otro lava.
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