niños, jardín infantil, morder, rabia, peleas
Imagen: Gojko Franulic

Por qué muerden los niños y cómo lograr que dejen de hacerlo

Mi hijo mordió a una niña en el jardín y fue expulsado. Esta drástica decisión me llevó a investigar sobre el asunto. ¿Por qué algunos niños muerden a otros? ¿Es normal? ¿Qué debiera hacer un adulto ante la situación?

Por Javiera Macaya @ | 2015-08-11 | 11:00
Tags | niños, jardín infantil, morder, rabia, peleas
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*Esta nota fue publicada originalmente en 2015 (11 de agosto).

Es normal escuchar que a un adolescente o púber, lo echaron por problemas de conducta en el colegio, o en la universidad por su bajo rendimiento, pero yo creía que no era posible que expulsaran a un niño/guagua del jardín.

Como dice el dicho "no pasa hasta que te pasa", así fue… aunque no lo crean (es tragicómico), en abril de este año echaron a mi hijo de dos años y 5 meses del jardín. ¿Las razones?

Mordió a una niña en el cachete y los papás de la “víctima” alegaron que era su hija o el mío. Por lo que decidieron que la mejor opción, en vez de trabajar con él o descubrir por qué lo hizo, era dejarlo fuera de su jardín, discriminándolo totalmente. Como mamá primeriza y además joven (21 años), entendía que mi hijo estaba lejos de ser un criminal, pero no sabía qué tan normal o común era que los niños entre los 2 y 3 años muerdan.

Mientras buscaba un nuevo jardín para Santiago, empecé a investigar todo sobre las mordeduras. Les contaba a mis cercanos la experiencia y nadie me creía, recibí muchos comentarios diciendo "mi hijo/a también mordía, es típico", incluso mi hermana en el jardín infantil tenía una loca obsesión por morder a mi prima, y no digamos que lo sigue haciendo o es una persona anormal (hasta donde yo sé).

Encontré un jardín infantil cercano a mi casa: Giramundos. Cuando Santiago entró, jamás conté que lo habían echado, no quería que estuviera marginado, ni menos con la etiqueta de niño “problemático”.

Partió muy bien, como hijo único y además la guagua de toda la familia, no sabía relacionarse mucho con sus compañeros, pero de a poco se fue adaptando. Pero pasó una semana y Santiago nuevamente había mordido a un niño. La gran diferencia ahora fue que la parvularia me dijo: “Él exquisito, fue le hizo cariño y le pidió perdón”.

Luego el otro niño tomó venganza y a la semana siguiente lo “atacó”, poco tiempo después mi hijo volvió a hacerlo, por lo que empezamos a tomar medidas y a trabajar en conjunto, para ver cómo lo resolvíamos.

Lo primero fue identificar por qué mordía. Hay cerca de diez causas sobre por qué un niño puede tener esta conducta: cuando se sienten amenazados como una forma de autodefensa, de manera experimental, etc. Una de éstas era que tenía problemas para comunicarse por lo que no podía expresar su enojo ni sus emociones y eso provoca que se frustren y muerdan.

Empezó el plan de acción, que para mi hijo funcionó, quizás pueda serle útil a alguna mamá, así que aquí va (no soy psicóloga ni mucho menos, sólo una mamá que probó distintas cosas y encontró unos consejos interesantes para compartir):

1. No subestimarlos

Quise partir por este punto porque creo que es uno de los principales errores que los padres cometen, subestimar a sus hijos. “No si es muy chico, no entiende”, grave error. Los niños entienden la mayoría de lo que uno les dice. Por ejemplo, que yo le diga que eso está mal, pero que lo vuelva a hacer, no significa que él no haya comprendido, puede ser que está probando los límites.

Entonces, en creer que ellos entienden todo está la clave. Conversar en vez de castigar, hablar para lograr resolver. En el caso de mi hijo, fue fundamental para ayudarlo, el que me expresara cómo se sentía. También es importante ser claros, cuando son más chicos hay que ser más concisos con las palabras “Mira, esto es para jugar” no ponernos científicos explicándoles de qué materiales está hecho el juguete, ni menos explicarles la inmortalidad del cangrejo.

2. Verbalizar sus emociones

Los niños, al igual que todos los adultos sienten. Muchas veces tienen pena, rabia, frustración o miedo, sin embargo no entienden qué significa eso. Para mí, fue clave enseñarle que es normal que se enoje, pero eso no significa que siempre vamos a hacer lo que él quiere y por lo tanto cuando se siente así le dije que me dijera “no mamá” o “no”, en vez de morder. Cuando me daba cuenta que algo lo estaba molestando o inquietando mucho, y lo identificaba como una situación de “riesgo", lo sentaba al lado mío y le explicaba. Actualmente se enoja y me tengo que aguantar la risa cuando llega su reto “Ño mamá ño” (y con su dedito apuntándome).

3. Usar un panel de emociones

Nuestra santa Javiera (la educadora a cargo de Santi), nos dio una increíble idea. Como parte de nuestra rutina hacer un panel de emociones. ¿Qué es eso? En mi caso, compré un block, y con una hoja lo separé en los días de la semana, con papel lustre dibujé y corte caritas: triste, enojado, feliz y miedo (puedes seleccionar las emociones que quieras). Antes de acostarnos nos sentábamos al lado de esta hoja que estaba pegada en la pared y conversábamos como se había sentido en el día. ¿Feliz? ¿Por qué? ¿Qué hiciste en el jardín que te puso así?

4. Acompañarlos en sus pataletas

Puede pasar a menudo que cuando no les das en el gusto, y les dices que es normal que se enojen, hacen una pataleta. Cuando contaba esto mucha gente opinó: “Déjalo sólo en su pieza”, “no lo pesques”. Para mí la mejor opción fue acompañarlo, sentarme al lado de él y explicarle que me quedaría ahí hasta que dejara de llorar y gritar. Esto hace que finalmente los niños sean más seguros de sí mismos y no se sientan solos.

5. No reaccionar agresivamente

Es importante nunca responderle a tu hijo con reacciones agresivas como golpes o morderlo devuelta, porque finalmente estaríamos comunicándoles que la agresividad es la forma apropiada para expresar nuestras emociones, en este caso: nuestro enojo.

6. Ayudar a la víctima

Es importante atender primero al niño mordido, antes del que muerde. Porque así él se dará cuenta, que no tiene toda la atención.

Finalmente, creo que la paciencia es la clave para el éxito. El proceso de enseñanza y aprendizaje puede ser lento o rápido, pero el amor y cariño siempre deben acompañarnos. Muchas veces es difícil y nos vemos sobrepasados, pero en ese minuto lo ideal es contar hasta tres y seguir adelante, porque de lo que he aprendido con mi hijo, es que es un constante desafío, pero te dan ganas de luchar cada día para darle lo mejor de ti. 

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Comentarios
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Paper Luis | 2015-08-11 | 11:55
7
En el caso de nuestro enanito, no eran mordiscos, sino que golpes de mano (Y pucha que tiene la mano pesada)
Esto fue de conversar con él una y otra y otra y otra y otra..... etc, pasando por retos, compresión, abrazos, castigos y se le pasó.
También el distinguir las emociones (en el momento) nos ayudó bastante a que dejara de golpear. Y no criminalizar ninguna emoción (está bien que esté enojado, gruñón, triste, feliz, etc)
Y lo que nunca hay que pasar por alto es que el hijo/hija sepa que es amado por su familia de manera incondicional, aunque se porte mal. Eso le da respaldo a los niños.

Saludos
@paperluis
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Javiera Macaya | 2015-08-11 | 12:18
3
Muy de acuerdo! Que sepa que es amado es muuuy importante!!
Y al final creo que entre mordedura/golpe es sólo una variación para expresar algo.

Saludos!
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Mario Vial | 2015-08-11 | 12:24
4
Eso es educación y viene de la casa. Un apluaso para ti.
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Javiera Macaya | 2015-08-11 | 12:37
3
Muchas gracias Mario!! :)
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Ángela Ferrari | 2015-08-11 | 14:24
7
Cuando tenía casi dos años, mi hija quedó condicional por morder a una compañera, también a mí me sorprendió, no tenía ni idea de que podían expulsarla de la sala cuna. En mi caso hablamos con ella, le preguntamos por qué mordía (al parecer las compañeras eran blanditas y le daban nervios o.O) le dijimos que mordiera otra cosa si quería morder, le explicamos el daño que le hacía a la compañera y le dijimos que le pidiera disculpas a ella y a los papás. Después no tuvimos más problemas.
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Marco Canepa | Editor | 2015-08-12 | 12:07
3
AH AJAJAA! Qué respuesta más tierna XD
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Javiera Macaya | 2015-08-12 | 15:14
1
pobre... igual a mi me dan nervios los cachetes jajaj
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Jose Ignacio Zarate | 2015-08-11 | 16:56
3
disculpa no termine de leer el articulo, solo me quede con el inicio, de que jardin hecharon a tu chiquitito? por que eso es discriminacion aqui y en la quebra del aji!, osea que se vayan a la reconchetutata.... deja el nombre aqui para que nadie intente siquiera postularlo, y de pasada dejar un formal reclamo en la Junji....

Ahora continuare leyendo el articulo =D.
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Javiera Macaya | 2015-08-12 | 11:39
2
Totalmente de acuerdo con que es discriminación, pero entró por una conocida que se portó muy bien conmigo, por lo que prefiero no dar nombre sólo por ella.

Saludos y gracias por el apoyo!
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Marco Canepa | Editor | 2015-08-12 | 12:07
3
Insólito. Uno podría pelear y ganar fácilmente una demanda para impedir que lo echen, pero si son así de descriteriados, creo que es mejor llevárselo. No sin una buena puteada primero, eso sí.
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Javiera Macaya | 2015-08-12 | 15:13
2
Si y lo peor de todo es que me ofrecieron que volviera cuando dejara esas "conductas". No se pensó ni medio segundo, mi hijo no merecía estar en un lugar así..
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Cesar Vasquez Ibaceta | 2015-08-12 | 09:58
4
Shin-chan!!!
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Javiera Macaya | 2015-08-12 | 11:39
3
igualito!! jajaj
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Alessandra Robinson | 2015-08-13 | 10:35
2
Genial artículo. Soy pseudomadre de mi hermana pequeña con la que tenemos 15 años de diferencia, ella tiene 8 añitos y nunca mordió a nadie creo, pero aún siendo una bebé grande y siendo muy vivita e inteligente a veces siente frustración por muchas cosas y comienza a gritarme cuando no nos entendemos (¡y pucha que es terca!), espero que alguno de estos consejos me sirvan para tratar con ella.
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C. M0R31R4 | 2015-08-17 | 11:02
1
Mi hijo más chico no muerde, pero de pronto comenzó a agarrarnos a combos y patadas a todos en la casa. Preguntamos en el jardín si también era agresivo y se sorprendieron. Dijeron que allá era un amor. Entre conversaciones, abrazos y uno que otro castigo esa etapa agresiva comenzó a pasar.
De todos modos lo he observado mucho y me he dado cuenta de que esto también es parte de su temperamento. Es de carácter fuerte. Si algo le molesta te encara y te grita "Nooo!", bien alto. Con mi señora tratamos de tener paciencia y hablar con él. Cuando se pone muy mañoso lo dejamos en su pieza un rato y que salga cuando "esté rico" de nuevo. Aunque siempre estamos atentos a lo que hace.

De cualquier modo, yo creo que estas son etapas que se van manifestando. Mi hijo mayor nunca fue de agarrar a combos en la casa, pero ahora es como un pre-adolescente, si se enoja o frustra se encierra en su pieza y comienza a golpear las cosas.
Bueno, eso es otro caso que con mi señora tratamos de atender y encausar.

Son difíciles los cabros chicos... Jaja.
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Jose Ignacio Zarate | 2015-09-02 | 10:16
1
anoche me acorde de este articulo cuando mi hijo de 1 año 8 meses se acerco a darme un beso en la nariz y me la mordio!, aun lloro.....
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Javier Æøå | 2016-03-04 | 19:36
1
Cuando tenía como 5 años, con mi hermana estábamos jugando a los dinosaurios y yo era un T-Rex...

...le dejé todos mis caninos marcados en su pierna. En los mini-segundos inmediatamente posteriores a la mordida me sentí "bien" porque constaté la fuerza de mi mordida y que la cuestión efectivamente puede hacer daño (es muy distinto morder un pollo asado a una pierna humana), pero luego el sentido común atacó y me di cuenta de que la cagué feo. Mi vieja no tuvo ni que retarme. Casi 20 años después tu historia me recordó a ese incidente con mi hermana.
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Daniela Andrade | 2016-03-05 | 13:05
2
Maravilloso artículo,te felicito! Soy psicopedagoga y ed. Diferencial y haz dado hecho un gran aporte como madre ( muchas veces los padres no realizan las sugerencias que les damos, porque no somos madres,y creen que no serán efectivas)
El conversar con ellos de pequeños y explicarles de manera simple por que no deben hacerlo, es una lucha constante. Muchas padres dices que es no y no hay mas explicación.
Asi la paciencia y el amor son la clave para remediar cualquier dificultad. :) saludos
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Diego Zuniga | 2016-03-07 | 00:32
0
Que lindo viaje están teniendo con Santiago. Muy entretenido leí tu post en voz alta a Tania (mi señora) porque Luz, nuestra hija de 1 año 9 meses también ha probado más de una vez los cachetes de sus compañeritos del jardín. En nuestro caso nos funcionó bien jugar sin sumar tanta adrenalina y dejar de hacerle tantas cosquillas. De todas maneras me encanta que tenga harta rabia disponible, que la viva y que vea donde eso la lleva porque como dices: Los niños entienden la mayoría de lo que uno les dice.
Un abrazo y gracias por compartir de forma tan constructiva tu experiencia, eres bkn!
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max morgan | 2017-04-17 | 17:59
1
Creo que la mayoria aca opina desde el punto de vistab de los agresores pero no de los agredidos por sus niños; eso es muy light y mala onda el ver como su bebe muerde a otro y no ver ni analizar el daño que a su vez hace a otro niño indefenso que debio soportar esa agresion obviamente los jardines infantiles no reaccionan a favor del agresor porque eso es lo correcto que deben hacer; porque la mayoria de las veces son los PROPIOS PADRES DEL NIÑO AGREDIDO QUE AMENAZAN A LA PEQUEÑA INSTITUCION con retirar al niño u otras desagradables situaciones producto de esa agresion que es responsabilidad directa de los Padres ya que cuando un niño hace eso en el jardin es porque ya lo ha hecho en su casa con la nana con los hermanos o con los niños vecinos entopnces no dese puede justificar lo injustificable de una accion cuya genesis no esta en el jardin infantil sino en la educacion de los Padres; echarle la culpa al empedrado es una caracteristica muy comun de esta nuevas generaciones en vez de actuar con mas humildad y reconocer sus propios errores; creo que la labor de estas pequeñas instituciones no es sustituir la educacion que deben dar los Padres; sino solo complementarla porque en estas situaciones hay tb muchas variables de situaciones afectivas o de peleas que los niños ven en la casa que los violentan psicologicamente y ellos expresan esa agresividad despues mordiendo a un compañero o compañera asi que la gama de situaciones para que un niño reaccione asi la mayoria absoluta de las veces obedece a multiples factores aprendidos en su propia casa y eso ningun jardin por bueno que sea puede sustituirlo o cambiarlo si es que no cambian esos factores donde efectivamente se producen que es en la propia casa del niño
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