Gracias al entusiasmo –y al ocio, por qué no– de algunos generosos internautas, hay muchos sitios que recopilan datos interesantes de diferentes tópicos y nos sorprenden de vez en cuando. Ya hemos hablado de que la información dura no es lo más importante, sino cómo se presenta, explica y viraliza, sobre todo en áreas como la ciencia, donde la preocupación gubernamental/empresarial y el interés particular ha ido decreciendo. Ahí hay que poner un doble empeño en la simplicidad y la entretención en la forma de comunicar, y por eso me gusta I Fucking Love Science (“Puta que me gusta la ciencia”, en buen chileno), porque son muy amenos relatando hasta los términos más áridos, tal como lo hacen otros productos o formatos (como la serie Cosmos de NatGeo).

Son ellos los que me golpearon con esta noticia: el Pentágono ya tendría listo un plan de contingencia en el caso de un apocalipsis zombie, al más puro estilo de The Walking Dead o World War Z. Y tal como el artículo lo menciona, no sé si eso nos da seguridad para dormir tranquilos o fomentará el pánico colectivo. Si se están preparando con esa seriedad, ¿es porque de verdad piensan que una debacle zombie es posible?

El documento que desató la curiosidad, llamado CONOP 8888, fue revelado por la revista Foreign Policy y luego compartido con IFLS. Data de abril del 2011 y, si bien quienes lo han analizado aseguran que no se trata de un chiste, tampoco sugiere que haya que tomárselo tan-tan en serio. Al final, es sólo una descripción de tácticas y pasos a seguir en un escenario potencial que afecte a un gran porcentaje de la población, como lo podría ser cualquier tipo de atentado terrorista o desastre natural.  La diferencia es que éste apunta a la defensa contra, bueno, una legión de muertos vivientes. "Debido a que los zombies suponen una amenaza para toda vida humana no-zombie, el Comando Estratégico estará preparado para preservar la santidad de esas vidas y conducir operaciones que protejan a la humanidad, incluyendo a nuestros adversarios tradicionales”. Fuerte.  

Los autores de este documento (milicia norteamericana, sí) defienden este curioso manual con un argumento sencillo: cuando este tipo de información se filtra, puede tener consecuencias peligrosas. Muchas veces estas tácticas tienen nombres reales según contingencia política pero sólo de forma referencial, es decir, sirven tan sólo como un ejemplo. Si el documento dice “Guerra contra Nigeria”, no quiere decir que vaya a existir ni mucho menos que se esté planeando una. Sólo es un título arbitrario. Sin embargo, ya han tenido problemas diplomáticos por estos “inocentes ejemplos” por lo que decidieron cortar por lo sano y utilizar un escenario más “imposible” que la gente distinguiera rápidamente como ficción y no realidad (si es que el documento caía en manos desinformadas). 

Parece sensato, pero a mí me gusta la sensación conspiranoide. ¿Y si nos dicen esto para desviar la atención? ¿Y si este plan para aguantar el apocalipsis zombie es real y serio, pero quieren pasar “piola” para no apanicar a los incautos?

Siendo justos, este mundo avanza tan rápido y son tantas las sorpresas que nos depara, que si bien suena a fake, prefiero tener la mente abierta. Hay mucha cultura pop que desde hace décadas habla de virus letales y debacles mundiales, siempre etiquetadas como historias de ciencia ficción y que sólo asustan a los que van al cine. Pues bien, déjenme asustarlos en sus casas: todo eso bien puede hacerse realidad en cualquier momento. Esos virus ya existen; la forma de propagarlos silenciosa y efectivamente, también. Basta el loco de turno que dé la orden o apriete un botón. No, no es broma. Así como la era globalizada ya le tocó los talones a los “disparates” sci-fi de las primeras décadas del siglo XX –smartphones, tablets hasta avances espaciales que se vaticinaron entonces, hoy son realidad -, no sería tan ingenua de descartar el tema zombie tan de plano. Reírme del asunto. Apuntar con el dedo a los que lo consideran. No. Prefiero dudar, porque aunque no sean tan escabrosos como las enfermeras de Silent Hill, la ciencia sí puede llegar a crear un tipo de semi-humano. Si a Mary Shelley se le ocurrió en el 1800 (“Frankenstein”), seguro ya se está haciendo en más de un laboratorio en este mismo instante…

Piénselo así: si la medicina actual es capaz de poner una vida en “pausa” (desde el coma inducido hasta la congelación de embriones) o de “revivir” a quien ha perdido por segundos o minutos sus signos vitales, ¿qué pasos faltarían para que esa vida que “regresa” artificialmente vuelva con características precisas, misteriosas e inquietantes?

Si el Pentágono quiere estar preparado, fantástico. Yo los sigo. No tengo un kit de supervivencia en mi casa, pero me entreno con videojuegos mientras tanto. Sepan desde ya que para sortear con éxito un apocalipsis zombie, la milicia sirve de poco y nada; nunca llegan a tiempo y generalmente balean sin discreción. Tu vida dependerá de ti. Aprendan a usar un hacha o un bat, y apunten siempre a la cabeza. Si se baja Brad Pitt de un helicóptero a ayudarte, sólo será un bonus track.